Creo que lo
nuevo o novedad es un invento de la cultura secular ejercitado por medio del “arte
por el arte” que “no quiere explicarse”. La razón se fascina con ese futuro o la
promesa secular de otro orden, ya que se siente incomodo en este. Bien, puede
ser, pero la poesía para mi es el retorno (no repetición) del pasado que la
razón no quiere ver. La razón se sostiene en una condición inamovible de lo que
es nuestra naturaleza.
La razón
efectivamente se supedita a esta nueva fascinación que la mueve y emociona, pero es por medio de “la imagen de la imaginación” que anticipa la
“intuición” y secuestra la percepción aquí en lo real, sustituyéndola por una
visión allá que se sitúa en el paradigma mental o lo que Julian Jaynes llama “espacio
mental metafórico”.
Es más largo de explicar, pero básicamente la “imaginación” no es “intuición” y de hecho es la imaginación la que anula la intuición. Imaginación entendida como el juicio sintético a priori del cual habla Kant y critica Nietzsche con el “ideal ascético”.
Es más largo de explicar, pero básicamente la “imaginación” no es “intuición” y de hecho es la imaginación la que anula la intuición. Imaginación entendida como el juicio sintético a priori del cual habla Kant y critica Nietzsche con el “ideal ascético”.
Lo que parece
futuro es el aparecer de seres universales (nóumenos, monadas, etc…) que llevan
al alineamiento ya que existe el registro de una permanente amenaza o “pena
eterna”, la tesis imaginada surge como
solución a de la antítesis de trauma, brecha o prefiero culpa instalada. Pero:“La pena a pagar
nunca será mayor a la pena a sentir, lo cual significa pena eterna”, dijo
Nietzsche.
La imagen no
resuelve, sustituye temporalmente, por lo cual siempre deberá existir novedad y
más novedad para no “desbordar”. La necesidad de novedad es una reacción inconsciente
a la pena. La desesperación acusa este fenómeno o también ese concepto inquestionado
de la “aceleración permanente de la economía que NO puede desacelerar”. Esa
necesidad de avanzar sin parar es asociada también a la“evolución”, crecimiento o
mayor convicción, el salto a algo más grande, más verdadero. La construcción secular es muy integral. Aquí
entre TODO: consumo, visiones cósmicas… no se trata de la forma sino del
mecanismo.
La intuición
en cambio, sitúa la pena en el mundo del eterno retorno y lo desmitifica
devolviendo a la vida las fuerzas activas y no reactivas a la pena. Reconoce la
pena como algo temporal y no condición inamovible, y desde allí la aborda. La
mente registra imágenes futuras que suplen con novedad la pena (metáfora de la capilla),
pero también ve el mundo y el retorno
del pasado vivo sin pena, hay una “poesía” para ambas casos.
Las visiones mediáticas TV son un pelo de la cola,
fantasmas para la masa, es mucho más sutil que tener una posición crítica ante
CNN o HBO. No creo que Krishnamurti, Sai Baba u
Osho se entiendan algún día con Zizek, Deleuze o Nietzsche….
Las teorías unificadoras son una
“esperanza”, los hindúes la usaron y los gringos los importaron a occidente.
Gurdjieff trajo el eneagrama, revivals orientales… bla,bla.
La idea central de estar en el UNO, es que la mente
pueda tener tal capacidad de “evadir” a tal nivel, que podría estar meditando
en el Ganges, pensando que es un rio sagrado, mientras pasa al lado un desecho
industrial o para ser más grafico un “mojón”.
La espiritualidad es un instrumento político del poder. Jung o Borges
tienen visiones unificadoras más propias del occidente hebreo, aunque Jung se
asocia al paganismo alemán, lo cual no comparto.
He percibido como ciertos campos mentales, son caballos de Troya,
alineamientos con fuerzas universales (telepatias unificadoras), que destruyen toda la
actividad pagana y local, desde donde podría emerger el genuino “uno” de cada
lugar. El paraíso es una falsificación
del infierno, un recorrido dado, desde el infierno aparece el cielo de cada
lugar, y estamos a años luz de eso, por desesperanzador que suene.
La teoría unificadora, en mi modesta, prosaica y
miserable percepción de la existencia, esta “añeja”….
Nietzsche:
“Los antiguos guardianes de la ortodoxia quemaban
herejes, porque sabían que el espíritu era explosivo y peligroso para sus
intereses, pero lo trataban de una manera mucho más realista que los
charlatanes seudo-liberales de hoy, defensores de la tolerancia”.
Cierto,
las ilusiones y esperanzas son buenas para la ulcera, gastritis y convencerse
que “competencia” puede llamarse eufemísticamente “diferencia”… un dejo de
desprecio puede ser disfrazado de tolerancia.
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