¿CUAL ES LA DIFERENCIA ENTRE UN CENTRO CULTURAL Y UN MUSEO?

¿CUAL ES LA DIFERENCIA ENTRE UN CENTRO CULTURAL Y UN MUSEO?

Me da risa cuando un personaje que se cree resuelto, habla de los “teatreros” como personajes amenazantes, ruidosos y quejosos de la realidad. Me da gusto como se ha creado una discusión acerca del tema en cuestión. Muchos están pegados con el concepto de museo, no entienden la diferencia con un centro cultural ya que se creen resueltos, no hay inquietud ni queja alguna.

Un museo óptimo, es aquel que puede albergar muestras de todo el globo, cumplir con estándares riguroso para traer “objetos externos” (en el caso que no exista producción local) ante los cuales seremos simples espectadores, que pueden especular, opinar, criticar, fantasear, etc. Pequeños burgueses que no hacen arte y se conforman con ser espectadores de obras en un museo. ¿Y que hacen estas obras observadas?

Pueden inspirar a construir buenas intenciones, una idea de… que decae finalmente en mala acción, el dilema ilustrado entre la teoría y práctica, una sociedad en que el arte es una imagen y no un acto, no hay realización personal, sino expectación de una realización ajena… ¿No es eso lo que significa en definitiva ser esnob?

No sospeche tanto don Juan, el arte panfletario esta medio añejo compañero. Un centro cultural más que ser un generador de discursos incendiarios ocultos detrás de composiciones plásticas de cualquier orden, es un lugar donde se le permite a cualquier actor de la comunidad “realizar” estos mismos actos de los cuales el pequeño burgués sólo prefiere ser espectador y consumidor.

Darse cuenta de sus torpezas, sus acciones mecanizadas, sus luchas internas ignoradas, que se pueden cultivar en las acciones realizadas en este centro cultural, individuales o colectivas, registrando un proceso personal, que ira afinando un existir estando crítico en el mundo local, un trabajo por revelar las condicionantes reales de comunidad.

Dejemos de ser una sociedad espectadora y esnob, que trabaja por aspiraciones ajenas, que no se hace cargo de lo que importa y lo cultiva. Prefiero creerme un “proleta” que sabe no tener ninguna participación real en las decisiones del mundo, que creerme un “pequeño burgués” parte de un proyecto planetario, servidor de un neo-plan Marshall; y aclaro que en este delirio masivo participan tanto derecha como izquierda, es una anomalía que trasciende afinidades políticas.

En un centro cultural la apuesta es construir relatos y no conservar relatos prestados en un museo, la acción creativa mas que la observación de creaciones “x”, revelar un pasado y devenir histórico en el acto creativo capaz de cuestionar el presente para construir un futuro tipo Escuela de Frankfurt (pre-guerra); y no un encapsular un pasado inofensivo para operar con las axiomas presentes del progreso, que construyen un futuro tipo escuela de Chicago (pos-guerra). Usted elija, y en esto es importante no ser relativista.

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