viernes, enero 23, 2009

“Que el DIOS ERRANTE en el CUERPO, REENCANTE el ESPÍRITU del MUNDO”


























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UNA TRILOGÍA QUE PRESENTA CUATRO TRADICIONES


EL REENCANTAMIENTO DEL MUNDO:
Berman, Morris (1981). The Reenchantment of The World.
Presenta la Tradición Dominante. TD. y la Contra-tradición Uno. CT1.

CUERPO Y ESPEIRITU :
Berman, Morris (1989). Coming to Our Senses: Body and Spirit in the Hidden History of the West.
Presenta la Contra-tradición Uno. CT1. y la Contra-tradición Dos. CT2.

HISTORIA DE LA CONCIENCIA :
Berman, Morris (2000). Wandering God: A Study in Nomadic Spirituality.
Presenta la Contra-tradición Dos. CT2. y la Contra-tradición Tres. CT3.


“Que el DIOS ERRANTE en el CUERPO, REENCANTE el SENTIDO del ESPÍRITU en el MUNDO"


Por medio de un pensamiento heurístico y divergente, Morris Berman nos invita a una mirada paralela de 4 tradiciones que según dice aun están latentes en el mundo. Comienza así su trilogía presentando la primera tradición o tradición dominante de la era moderna, que instaurándose como la gran verdad, ha reprimido y anulado las otras tres tradiciones. En el siguiente escrito intentaré presentar estas tres tradiciones también llamadas contra-tradiciones, que junto con entrar sucesivamente en escena y establecerse en un lugar de este espacio, irán re-situando la tradición dominante en la posición relativa a la que pertenece, para ser analizada de manera más crítica y positiva. Esto es posible porque en el fondo de todo ser humano, hay algo que se revela contra lo fijo, contra esa energía represiva que produce la estabilidad y coherencia de esta tradición dominante.


La tradición dominante es el pacto empírico-racional de la era moderna, que ha olvidado el “porqué” del fenómeno en el mundo, y lo ha instrumentalizado en un “cómo” hacer del fenómeno una función de la ideología de turno, llámese utopía o salvación. Dice Berman que en esta tradición las formas subyacentes en los fenómenos observados, siempre se expresaban en términos teleológicos, lo que significa movidos por un propósito o causa final. Todo fenómeno, humanidad incluida, se hace así servidor y objeto útil de un futuro porvenir. Utopías integrales, grandes ilusiones y paradigmas, haciéndonos avanzar por el sendero que nos llevará a una ilusoria felicidad que no es más que la alienación y el control por estabilidad y coherencia. Como espectadores de un mundo desencantado, nos desplazamos de foco en foco para llenar un vacío, como en un carrusel o rueda del sufrimiento, hasta que todo sea tan predecible que ya no tendremos miedo porque algo nos pueda pasar, sino porque quizás nunca nos pase algo.


Este Nuevo paradigma de la tradición dominante más que Científico práctico es filosófico mental: construye un espacio mental matemático y geométrico. Dice Berman que el control del medio ambiente por medios mecánicos, es casi tan antiguo como el homo sapiens mismo, pero la elevación de este control a un nivel filosófico, fue un paso sin precedentes en la historia del pensamiento humano. En la pugna empírica-racional Newton falsea toda la visión de Descartes, pero mantiene que el mundo es movido por leyes matemáticas. Se crea así un mundo predecible para que la mente tenga infinitas oportunidades.


Berman sostiene que esta tradición dominante se origina de la primera de las tres contra-tradiciones que tiene relación con la evolución y ascensión del alma. Dice que las doctrinas esotéricas fueron decisivas para la aparición de esta nueva cosmovisión científica y que la tradición ocultista artesanal condujo al método experimental de la ciencia moderna. Llama a ambas verticales, ya que tanto a la magia ocultista como a la ciencia moderna buscan manipular con ciertas herramientas el poder de la naturaleza y el cuerpo, para trascender su vacío como amenaza. La polaridad así se salva porque la mente de infinitas oportunidades UNO contiene y da continuidad al cuerpo predecible DOS. Ciencia pura o Dios son así la misma búsqueda o fe.


El sistema cabalístico por ejemplo, como escalera al cielo promete unirse con la tierra salvando esta distancia, por medio de un sistema de armonía numérico que opere y domine el fenómeno para dar un salto “trascendente”, imprimiendo en el usuario una fe por la armonía pero enlazada con la gravedad. Dice Berman que la estructura gnóstica es la plantilla sobre la cual se ha construido el mundo occidental moderno, aunque la ascensión y transformación interna sea ahora ecuaciones y metodologías externas, ambas crean un campo que permite vernos en la historia, sobre un “espacio mental metafórico” que llena la ansia de vacío con una falsa verdad capaz de darnos un sentido de unidad para salvarnos. ¿Salvarnos de qué? Berman dice que la historia oculta es una historia somática, el tabú del cuerpo que la tradición dominante ha reprimido y domado con la ortodoxia, y la contra-tradición uno ha hecho emerger a ratos con la locura salvaje del hereje.


La tradición Dominante ha domado al mundo del cuerpo y mantenido oculta esta ansia salvaje por la locura unificadora de la contra-tradición uno, que a ratos irrumpe como energía arquetípica reprimida provocando discontinuidades, nuevas salvaciones y utopías que son parte de este mismo impulso, una ideología que traerá cambio total y destrucción de lo existente, ya que este poder oculto se tornó ciencia moderna y el cuerpo mágico se convirtió en un cuerpo técnico capturado. Esta falsa verdad Berman lo llama el Complejo de autoridad sagrada, que implica la construcción de una certeza ilusoria, una continuidad que “resuelve” el conflicto entre la polaridad del sí mismo y el otro, anulando un otro en favor del sí mismo. Pero el mundo no es un escenario para que montemos nuestros esquemas y deseos personales dijo Einstein, paradigmas triunfalistas o mesiánicos para imponer a la sociedad, las “mentiras nobles” de una ideología orientada por dudosas lógicas.


Mauricio dice: “Esta claro que la contra-tradición uno esta abierto al potencial creativo, el deseo de eliminar las fronteras y fundirse el Si Mismo con el Otro, esto está en lo mas profundo de todos nosotros y tiene su propia verdad. Debe existir una clara noción de este deseo inconciente por la locura unificadora, donde lo más monstruoso y sublime tiene su origen en la misma fuente.” Sin embargo la ideología del viaje hermético del alma, es lo que ha sacado al núcleo somático de la escena, para salvar el alma y no vivir como diría Deleuze, ya que el alma es lo que el cuerpo hace concluye Berman. Por eso dice que la tarea es vivir la vida como esta se presenta y no buscar un mundo paradigmático de verdades en un más allá como la ascensión al cielo o la salvación secular del triunfador. Hay algo dice debajo del estrato dualístico de la psiquis humana, de estas dos tradiciones verticales. Llama a esto el “calidoscopio de la culturas cazadoras recolectoras” que buscaron un compromiso directo con la naturaleza y las funciones corporales.


A diferencia de la contra-tradición 1 que cree en llevar el cuerpo por una iniciación para entrar en lo sagrado y alcanzar la sabiduría con la evolución del alma, aquí entra en escena la tercera de las tradiciones o contra-tradición 2, que cree en una experiencia corporal directa capaz de establecer bases sólidas e inmersas en el mundo. Quiere volver a hacer presente este pasado somático arrancado del cuerpo sin pretender salvarlo con la trascendencia. Aquí la verdadera liberación es sobre la flexibilidad en el mundo, no una determinada verdad fuera de él. En este escenario una verdad como el trance unitivo, el éxtasis, el amor romántico, la genialidad de artista neurótico o cualquier experiencia reveladora, por sublime o mágica que parezca, en realidad no lo es. Machado dijo: “En mi soledad - he visto cosas muy claras - que no son verdad.”


Esta historia oculta que paulatinamente nos fue arrancada del cuerpo, es lo que Berman llama la falla básica o brecha en términos de Lacan, un sentimiento de separación y vacío que se cree haber resuelto con la unidad coherente o la locura unificadora. Para explicar este proceso, Mauricio hace un interesante recorrido desde los cazadores recolectores del paleolítico, relatando como este lazo directo con el mundo se fue perdiendo. El sedentarismo con la acumulación, complejización, estratificación, necesidad de anticipar y dominar, idealización de la madre e imposición de la autonomía del héroe, curiosamente crean hiper-dependencia, donde la dominación y la jerarquía social se hizo algo tan natural, que hoy ya forma parte de la condición humana. Esto ha forzado el distanciamiento con el cuerpo y las emociones, ignorando el vínculo y la continuidad con el pasado y la historia, como fenómeno vivo y latente impreso en el cuerpo. Reich decía: “Pongan sus manos sobre el cuerpo y habrán puesto sus manos sobre el inconciente”. Freud como Kant sin embargo creían que el inconsciente era algo intangible. Los ejercicios de Reich fueron un descenso suave a este sustrato, la teoría de Freud en cambio regula y controla su violento emerger. Algo que parece tan cerca esta tan lejos, el tabú nos priva de esta percepción simultáneamente latente y olvidada.


Para las dos tradiciones verticales esta falta básica sólo puede ser salvada con escaleras de ascensión al cielo o el fenómeno puesto en función del neo-paradigma de turno, pero como hemos dicho la contra-tradición dos busca crear una experiencia corporal directa capaz de establecer bases sólidas e inmersas en el mundo, donde las ideas de este plano trascendente y vertical puedan abordarse como un juego, sin existir la necesidad que se constituyan en alguna ideología o paradigma de salvación. Se trata del alejamiento del ascenso para girar hacia la presencia corporal en el mundo, sin negar eso si, la existencia de la tradición dominante. La problemática por lo tanto es más compleja que aprender a vivir sin paradigmas, nadie puede vivir en eterna suspensión, se trata dice Mauricio sobre codificar y la percepción de codificar, y entender que los paradigmas son todos heurísticamente valiosos pero no verdaderos.


Berman dice que un buen anclaje somático, basado en sí, en su organismo biológico, nos puede permitir abrazar una ideología, pero sin la necesidad de sentir validado con esto la existencia. Nos coloca en una posición positiva pero crítica con respecto a la ideología cualquiera sea. Coloca la tradición dominante en su lugar, dando espacio a las otras tradiciones. Así la contra-tradición 2 habla de un cuerpo sin ascenso sino un cuerpo encarnado en el mundo, fundamental para el encuentro con lo que Mauricio llama la paradoja.


La paradoja es la cuarta tradición y contra-tradición tres. A diferencia de las tradiciones verticales, donde la polaridad del dos se salva en función del uno, la paradoja se plantea como polaridad en tensión y sin dirección, abierta al encuentro sin continuo. El núcleo de la paradoja o “zona de flujo”, se ha traspasado como legado de los cazadores recolectores al nómade, para reconocer que la civilización sedentaria nos ha atrofiado la emoción sin vida oscilatoria, con su asfixiante certeza, falsa seguridad e ilusoria estabilidad hacia una lógica de la evolución utópica, holística o sistémica sin análisis crítico. La cosa para esta tradición de la paradoja sería simplemente “vivir la paradoja y avanzar desde allí, sin ninguna expectativa utópica”. Pero cuidado con convertir la paradoja en monolito dice Berman.


Sin el ingrediente somático de una cultura encarnada, la paradoja fácilmente se puede convertir en otra fórmula, transformando el legado de la conciencia nómade en una doctrina mas, que sin vivirse o encarnarse se torna un paradigma del no paradigma. Una contracultura que no es la paradoja sino una degradación relativista. El pensamiento holístico pseudo nómade en que el evitar un punto fijo se convierte precisamente en el punto fijo. Por este motivo, estas dos últimas tradiciones que Berman llama horizontales, son de alguna manera complementarias, ya que la inmersión y encarnación en el mundo juega con el vacío de la paradoja. “Una fenomenología de los hechos físicos con un cierto marco de referencia que les otorga significado”, observó Wittgenstein. Este marco tiene relación a “como” la mente retiene o no, y no lo que retiene, tiene relación con su proceso y no su modelo como paradigma, con su itinerario y no su territorio.


Una civilización es una gran metáfora que describe las aspiraciones del alma individual en forma colectiva. En un contexto político de poder, las ansias de llenar los espacios vacíos que crea la paradoja son enormes, ya que sin el soporte somático este espacio o vacío de la paradoja es vulnerable. La escala tribal capaz de encarnar a la paradoja, esta hoy en el fondo de la escala social, al igual que lo kinestésico o la escala perceptual del contacto. En un mundo audio-visual estas dos dimensiones son fundamentales. La base biológica para la igualdad, está arraigada en vínculos íntimos y atributos bio-sociales, que no funciona en las grandes poblaciones o escalas de ciudades escenario sin corazón. Cuando esta escala se coloca en función de las escalas “superiores”, como la escala “sector público”, se supedita la tribu a un sistema de redistribución formal, un paradigma ilusorio o analogía falsa de esta pequeña escala tribal. Los paradigmas se mueven dentro de las relaciones de poder, y por eso la nueva verdad pronto se convierte en la vieja historia. “El objeto del poder es el poder”. Foucault dijo: “No te enamores del poder”.


Berman explica en uno de los últimos artículos de su blog, que la elite de poder en Estados Unidos, posee claves de su mitología inconciente que permite a sus voceros regir la vida americana, anticipando y salvando sucesos, ya que una “nueva idea”, hace eco con estas claves incrustados en la profundidad de su psique, recibiendo el consentimiento y aprobación del pueblo de una manera espontánea y sin mayor cuestionamiento. Es claro que las sociedades que sincronizan o funcionan con respecto a algo, no necesariamente se están comunicando. Wittgenstein dijo que la precisión y rigor del lenguaje no necesariamente mejoran la comunicación.



En otro artículo Berman relata una experiencia con el verdadero oro de la cual fue testigo en Colombia, una manera de vincularse entre las personas muy distinta a Estados Unidos. Es curioso observar que de acuerdo a esto, el cuerpo y la paradoja se han mantenido más vivos, en el cotidiano de pueblos donde históricamente la elite ha cerrado y marginado concretamente con dogmas y tiranía, y no en esos en donde una elite ha abierto e integrado ilusoriamente al pueblo con ideas liberadoras, utopías y el sueño americano como verdad.



Las ideas no aparecen por la verdad, sino que se instrumentalizan para salvar de una determinada situación, completando un círculo para llenar una brecha o un miedo, con acción o trabajo. Dice Berman que un ethos o imagen inspiradora de un pueblo, tiene implícita la formación del “eidos”, la estructura subyacente de acciones programadas.


Un ethos por ejemplo, puede salvar del caos a un pueblo que se siente y declara permanentemente bajo amenaza por anhelar y trabajar por la paz y tolerancia en el mundo. Berman cita a Nietzsche quien dijo hace más de 100 años: “Los antiguos guardianes de la ortodoxia quemaban herejes, porque sabían que el espíritu era explosivo y peligroso para sus intereses, pero los trataban en una forma mucho más realista que los charlatanes seudo-liberales de hoy, defensores de la tolerancia”


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