No se trata de crear miedo o
alarmar a la ciudadanía, se trata de que el Estado en su conjunto, recupere su
credibilidad en las encuestas, defendiéndonos contra el terrorismo, sin tener
que resolver los temas de fondo de educación,
reformas tributarias, etc…
Para que funcione el
capitalismo, necesita de ciertos agentes como el estado, en el cual la gente “confíe
para prosperar con igualdad”, como todas
las motivaciones y puestas en escena para el desarrollo de la pequeña burguesía.
Los mecanismos exógenos de
esperanzas intelectuales, surgieron cuando el tejido cultural de la nobleza custodiada por hombres endógenamente justos,
dejaron de serlo y se transformaron en los déspotas de la historia escrita por los
mismos vencedores, los burgueses ilustrados de la revolución francesa que
abolieron todo menos la riqueza de un selecto grupo de elite.
Los reductos de poder local,
caudillos, patrones o señores feudales, pasaron a manos de multinacionales,
pasaron a redes globales. De nuestros tiranos locales, podría decir mucho. Incluso
lo que dijo Roosevelt de Somoza: “Tal vez sean unos hijos de puta, pero son
nuestros hijos de puta”. Externalizar el abuso buscando justicia afuera, es el
peor negocio para el tejido local, donde el único beneficiado es la ONU.
Entiendo los grupos
extremistas, las autarquías, o las más moderadas presiones por reformas, que si bien en-mierda
a la derecha, esta no se da cuenta lo ambiciosa y sesgado que se ha puesto.
Pero esta ambición no es su culpa tampoco, ya que como dijo Sabato: “No hay
peor tirano que radical en el poder”, todos los círculos formales han pecado de
ingenua, de creer en el “modelo”, de exportar materia prima de calidad e
importar todo el “know-how” creyendo ser innovadora, de hacerse rica vendiendo
su país por la incapacidad de ser genuinamente creativa. La derecha no está a
la altura de su épica pasada. No está a la altura de sus mitos y esto el tejido
social lo cobra con los mecanismos que tiene a mano.
Es muy distinto un momio
sencillo, que creía en la cultura local, las machis-mamas que cuidaban su
familia y también a sus hijos en común fruto del amor a la vida y al conflicto con
el matrimonio institucionalizado y la exclusividad. El amor por la tierra y sus
ritos. La hacienda chilena tiene mucho tejido afectivo, contradictorio pero
humano, que supera en creces las redes urbanas, por mucho que un tecnócrata de la democracia apoyado por su
historia reduccionista me diga lo contrario. El proyecto moderno es una ilusión
de lo correcto respaldado por la red internacional incluso comunista, y
mientras no reconozca la incoherencia intrínseca de lo “humano” con lo que se
han hecho ricos muchos artistas, seguiremos escapando en busca de la
prosperidad sin vida, entretenidos por espectáculos livianos que nos hagan “pensar”.
Bombas!
terroristas, anarquistas o comunistas!... Nos pena una sola ilusión: creer que vivimos en una democracia
que crea tejido social.
El
imperialismo ingles instalo la democracia moderna para dominar el mundo. En
cualquier lugar del planeta donde se desarrollo genuino tejido social, fue boicoteado
por la cultura del miedo. Los ejércitos regulares y su ética inglesa eran el
rostro políticamente correcto, ¿pero los piratas avalados por la corona y luego
los agentes secretos suyos y de su hijo los Estados Unidos?
Los
mismo agentes que instalan el narcotráfico, la guerrilla étnica, las tiranías, los
grupos fundamentalistas religiosos o terrorismos diversos… todos mecanismos
para que llegue el tío Sam a imponer su libertad a la fuerza en los tejidos
vivos del mundo. Libertad a la fuerza para la única democracia posible, que
llegue a imponer lo que llamó Churchill: “La Democracia como el menos malo de
los sistemas”. Existe una falsificación
de lo que es tejido social, justamente para instalar una falsa esperanza, un
simulacro social lejos de ser social.
La Bachelet le sirve a la
derecha (la apoyo más que a Longuiera quien no renunció por locura sino por
este apoyo). Le han parado los carros a la Bachelet con la desaceleración, pero
en este tema la van a apoyar, ya que logran la mejor ecuación: No se resolverán
los temas de fondo acerca de reformas, ya que existe otra urgencia: el
terrorismo. Bachelet resuelve el terrorismo, sube su credibilidad y no toca los
círculos de interés de la derecha. Todas las elites derecha izquierda felices pasándola BOMBA!!!
0 comentarios:
Publicar un comentario