Me conmovió de
principio a fin la presentación de Amanda Palmer en TED: “The Art of Asking”,
fuerte, juguetona y delicada ella con su estilo punk-cabaret, realmente una paleta de
expresión humana. Una mujer honesta con un rostro que sabe mirar al mundo y
preguntarle con confianza visceral y abierta, sin vergüenza.
“No me hagas hacerlo,
pídemelo” es la formula que ella dice funciona para que un artista pueda hacer
lo que le gusta y estar junto a su publico o los otros. No como fans distantes
de cifras sino caras cercanas para compartir un talento que pueda tener tanto
ella como todos.
ASK es preguntar, MAKE
es obligar.
Para mi hizo “click” la
diferencia entre:
“I will make you” or “I
have asked you”.
“I
have asked you”, “is already out there”, es un acto ya allí, permanente de
apertura, no es pasado, es un devenir de palabra y cuerpo expuesta al mundo.
“I will make you” en cambio, es una apuesta
impositiva, de un supuesto poder mala-mente auto-atribuido para dictar. ¿De
donde viene esa desfachatez de “dictar” cátedra y obligar? Si es una práctica o
proceder rutinario de un alto porcentaje de pelotudos en el mundo, no puede ser
una simple ocurrencia, debe ser una especie de virus, que nos alinea con alguna
misteriosa entidad de orden y norma, vociferando que es absolutamente necesaria
para la sobrevivencia.
Si
impongo desde una voluntad presente-futura (will) como representación distante
y ajena de señores celestes, es muy distinto a preguntar desde una situación
pasada-presente (have) como intensidad presente, cercana y vulnerabilidad,
evocada del pasado de tierra ancestral.
Las
celebridades “típicas” o “stars” no toman riesgo, se distancian de los otros y
ubican en un cielo intocable e imperturbable para que todos admiren. En cambio
es genial la confianza, cercanía y apertura en que Amanda plantea para vincularse
a un público directo al que realmente le confía sus entrañas.
“When we really see
each other, we want to help each other” dice ella. Agregaría : We want to be
with each other, witch means help each other and many other things with each
other.
Con esta “mirada
especial”, me recuerda la apuesta de Enrique Symms en mostrar genuinas
búsquedas de vida en la revista “Cerdos y Peces”, o de las entrevistas hechas
por Michael Moore en su documental Bowling for Columbine, primero a Charlton
Heston que deja como un fiasco formal y luego a Marilyn Manson que deja como
revelación interesante a pesar de su perturbadora apariencia. Algo mas delicado es la musica honesta de la amante neoyorquina Jaymay en "You can die so lonely" , "Long walk to never", "Have to Tell you" , "Corduroy" o "All Souls" que aparecen en el soundtrack de la genial pelicula: "Happy Thank You More Please".
Creo que "everyplace has it", "every place has it's thing, even New York, for some the New Babylon". Quiero creer un libertad sin certezas, que me pierda en la existencia y todas las existencias. Quiero ser un nomade que se desplaza glorioso por cualquier lugar del mundo, donde todo es perfecto y todo esta donde tiene que estar.
Creo que "everyplace has it", "every place has it's thing, even New York, for some the New Babylon". Quiero creer un libertad sin certezas, que me pierda en la existencia y todas las existencias. Quiero ser un nomade que se desplaza glorioso por cualquier lugar del mundo, donde todo es perfecto y todo esta donde tiene que estar.
Como Amanda, acusan las genuinas formas expresadas y encariñadas, que viven conectadas y vulnerables ante los otros, sin atadura formal que finalmente es un pacto oculto y socialmente aceptado, con la estabilidad segura que ofrece una voluntad superior de quizás alineamientos extraterrestre, que nos hace creer que no existe directamente y que esa “libre voluntad” emanada del motivo interno, es parte de nuestra “propia voluntad”. Creo que este es el virus, esta es ni más ni menos la programación de todo orden que cada día se nos vende y nos hace “mejores personas” en la medida que sintonicemos con su alta fidelidad, mantenidos seguros y distantes del mundo y los ojos de la piel, protegidos detras de una entidad invisible que alinea y aliena el mundo a cambio de seguridad.
El virus libertario trasnochado de una Francia revolucionario, empaquetado en el "producto educativo" de programación Prusiana, trastoca cualquier sutil particularidad del mundo, los "stras" intocables cuales dioses del olimpo, de CEO's a famosillos del star-system local, la unica genuina democracia criolla donde "todos son famosos", como el Mago de Oz, le escupen al mundo con pachorra desde una pantalla... un esteril poder de especulación y ruido, que sin embargo curiosamente funciona. Los medios son algo absurdo que incentivan competir por la distancia que más calma. Apaga la tele dirá sabiamente don Igor.
La voluntad de futuro,
por muy “liberadora” que pueda parecer para algunos, es un mecanismo
estratégico del egoísmo humano que siempre bajo premura, debe mantener la
integridad de la entidad “individual”. Para lograr esto va siguiendo un “plan”
superior trazado a priori, como una verdadera geometría o paradigma heurístico
donde alguien siempre va ganando y es la referencia de turno. Este tablero esta
diseñado por los dictadores de la apuesta segura para los que siguen los
valores en curso que ellos establecen.
La presencia del pasado
en cambio, nos condiciona en el buen sentido de la palabra, a esa vulnerabilidad
exquisita de escuchar, a esa delicada posibilidad de perdernos en la existencia
del mundo y estar con un otro si este nos pregunta.
El siniestro Donald
Rumsfel una vez dicto su trilogía: “Sabemos lo que sabemos, sabemos lo que no
sabemos y no sabemos lo que no sabemos”. Como señala después sin embargo Slavoj
Zizek, se le olvidó la más importante: “No sabemos lo que sabemos”.
Agrego: “No sabemos lo
que tenemos”, y esto puede abordares desde una perspectiva paranoica o una
abierta.
Lo absurdo de todo esto
para terminar:
“We don’t know what we
have, but think know what we will”. No
solo no sabemos, sino que no queremos saber lo que tenemos, pero queremos creer
en lo que no.
THANK YOU COMPADRINO
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