Una civilización es una gran metáfora que describe las aspiraciones del alma individual en forma colectiva. En un contexto político de poder, las ansias de llenar los espacios vacíos que crea la paradoja son enormes, ya que sin el soporte somático este espacio o vacío de la paradoja es vulnerable.
La escala tribal capaz de encarnar a la paradoja, esta hoy en el fondo de la escala social, al igual que lo kinestésico o la escala perceptual del contacto. En un mundo saturado de lo audio-visual, estas dos dimensiones son fundamentales.
La base biológica para la igualdad, está arraigada en vínculos íntimos y atributos bio-sociales, que no funciona en las grandes poblaciones o escalas de ciudades escenario sin corazón. Cuando esta escala se coloca en función de las escalas “superiores”, como la escala “sector público”, se supedita la tribu a un sistema de redistribución formal, un paradigma ilusorio o analogía falsa de esta pequeña escala tribal.
Los paradigmas se mueven dentro de las relaciones de poder, y por eso la nueva verdad pronto se convierte en la vieja historia. “El objeto del poder es el poder”. Foucault dijo: “No te enamores del poder”.
Berman explica en uno de sus últimos artículos que la elite de poder en Estados Unidos, posee claves de su mitología inconciente que permite a sus voceros regir la vida americana, anticipando y salvando sucesos, ya que una “nueva idea”, hace eco con estas claves incrustados en la profundidad de su psique, recibiendo el consentimiento y aprobación del pueblo de una manera espontánea y sin mayor cuestionamiento.
Es claro que las sociedades que sincronizan o funcionan con respecto a algo, no necesariamente se están comunicando. Wittgenstein dijo que la precisión y rigor del lenguaje no necesariamente mejoran la comunicación.
En otro artículo Berman relata una experiencia con el verdadero oro de la cual fue testigo en Colombia, una manera de vincularse entre las personas muy distinta a Estados Unidos.
Es curioso observar que de acuerdo a esto, el cuerpo y la paradoja se han mantenido más vivos, en el cotidiano de pueblos donde históricamente la elite ha cerrado y marginado concretamente con dogmas y tiranía, y no en esos en donde una elite ha abierto e integrado ilusoriamente al pueblo con ideas liberadoras, utopías y el sueño americano como verdad.
Las ideas no aparecen por la verdad, sino que se instrumentalizan para salvar de una determinada situación, completando un círculo para llenar una brecha o un miedo, con acción o trabajo. Dice Berman que un ethos o imagen inspiradora de un pueblo, tiene implícita la formación del “eidos”, la estructura subyacente de acciones programadas.
Un ethos por ejemplo, puede salvar del caos a un pueblo que se siente y declara permanentemente bajo amenaza por anhelar y trabajar por la paz y tolerancia en el mundo.
Berman cita a Nietzsche quien dijo hace más de 100 años: “Los antiguos guardianes de la ortodoxia quemaban herejes, porque sabían que el espíritu era explosivo y peligroso para sus intereses, pero los trataban en una forma mucho más realista que los charlatanes seudo-liberales de hoy, defensores de la tolerancia”.
3 comentarios:
I see you really like Berman
love from nyc
abrazo
d
waa, con too tu blog
bastante social por otro lado
ta genial
y respecto a la foto ke dejaste
no la entendi
era una casa hecha de chubissss?
Estamos convocando al siguiente meme:
El Proceso de Bolonia y la Filosofìa
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