viernes, febrero 16, 2007

MY NAME IS BOB, I AM MY JOB (Jaime Garretón)























I DO MY JOB BECAUSE OF BOB
IF THERE WERE NO BOB, WOULD THERE BE A NEED FOR THIS JOB?


What’s the problem: Eternally find solutions to sophisticate my job, or still believe I am Bob.

Es mi problema seguir creando soluciones sofisticadas para perfeccionar mi trabajo, o seguir creyendo que soy Bob?

La reflexión humana sobre el fenómeno (desde el lenguaje) es compleja. Obliga situarse fuera para posicionarse ante sus misterios, sus torcidas certezas y frágil potencia, donde en su entrar y salir no deja de desencantarse del mundo, para crearse una porción de cosmos u orden en el caos. Por un resguardo de evitar herirnos en el mundo, mandamos embajadores, entes que estan sin ser de aqui, falsos yos que hasta en nosotros despiertan sospechas, máscaras, personalidades que titereteamos desde esta trinchera que se distancia y fantasea la vida como uno la quisiera siempre desde niño.

Levantamos los brazos y mostramos nuestros palos blancos que monitoreamos desde nuestra caja negra. Los miramos en el mundo sin allí estar. Como estar detrás de un escenario con títeres o marionetas, peinando literalmente la muñeca.

La ciencia ya no solo observa vida sino que también la crea (hace mucho que la ciencia crea artificios complejos para fantasear con templos monumentales y dominar con armas), es un tema defensivo que protege un ethos instrumental que impone, como estandarte glorioso, totémico, donde el poderoso delira de poder y el débil construye una tormenta, una fatalidad eterna relatada en la historia.

Pero la ciencia al internarse y habitar el cuerpo y los problemas del fenómeno vivo, se hace más íntimo, se hace real, colinda con la carne y la enferma literalmente. Pero conceptualmente es lo mismo. Es un rumor el que enferma, siempre ha sido así, la inmunidad tiene que ver con afecto y cabeza atormentada y vulnerable al rumor, no de fortaleza estoica, sino astucia de sobrevivir, es sabido que el cáncer es por tristezas. Es sabido que los romanos nunca llegaron más allá del Rhin o el Danubio.

El pecado y la culpa que antes podía generar un “aparataje” eclesiástico, ahora lo resuelve el sida. Tener sexo desenfrenado ya no es pecado sino peligroso, la moralidad se manifiesta en la muerte, los fantasmas son reales, el artificio enferma y brota en el cuerpo. Los inmunólogos dicen que los virus son información que enferma a las células o hace que ellas asimilen cuerpos externos, no es un hecho real, es sugestión, como lo fue la culpa. Es más fina pero creo firmemente igual de virtual (su manifestación es un efecto, hablo de su causa, el abrirle las puertas desde una instancia previa, desatada ya es un triste desenlace).

Crear vida artificial, implica una exigencia por plantearse haceres más complejos, pero esto sustituye el despliegue corporal inconsciente que vive simplezas potentes e irregistrables por la historia del progreso. Implantes como los buques y navíos hicieron, hacen tareas eficientes y crean realizaciones mas grandiosas, pero no un despliegue genuinamente humano y poros íntimos con el mundo. La eficiencia es tedio, la tecnología asegura la vida pero no la compromete. La sociedad vive un estatus quo frente al terror apocalíptico, terror al código de barra en la nuca, donde la maquina peligrosa más que ser una extensión o implante constitutivo del cuerpo, es un chip en la cabeza, un prisma ordenador de la realidad, una matriz siniestra que sincroniza la vida virtual con sutileza y destreza.

La extensión se hace necesaria para sobrevivir en un determinado medio, es un arma más sofisticada, mas tecnológica si se quiere, pero arma (computador, celular, prótesis sexual, etc....). Otra cosa es este chip, virus en palabras de Enrique Symms, es una lejanía geométrica, ontológica de ser sin estar, que por generaciones han instalado la disciplinadas artes liberales. Las extensiones sensibles en el mundo asi no se despliegan, están atrofiadas y desencantadas de su magia sustituida por la fantasia.

La distancia ontológica es ese chip o virus que mantiene vivo este sistema, es el ideal que calumnia la vida, la individualidad consensuada, es el irse adentro y replegarse en la fantasía, dejando al cuerpo obrar eficiente como autómata, como robot de medio pelo, sustitutieble por androides habilosos de wireless feedbacks.

Se coordinan los cuerpos en el hacer, se sincronizan las mentes en el pensar, pero nada se toca ... media cagada no? Sexo virtual, somos poyeristas de nuestras fantasias. Espectadores de deseos y martires de nuestros miedos.

Apuesto por un yo instrumental – y resguardo mi inquietud en la fantasía, en un jardín secreto sin exposición, sin posibilidad de dolor. Sincronizar es útil, tener conciencia también. Ser un depredador que mata para si y su goce es un escándalo ... las hormigas están sincronizadas, inconsistentes de la posibilidad real de individualidad, al formar parte estos de un conjunto social militarizado.

En estos términos donde la sincronía con una idea es eficiente, la búsqueda de individualidad es tan sólo una rebeldía a la exigencia de esta perfección. Es una pataleta, un descanso ingenuo, un no quiero más esta pega de mierda en un instante de lucidez. La utopía queridos implica trabajo, el iluminismo siempre implico naturalismo. La ilusion se sostiene en un miedo. Saint Simon era perverso, un genuino hijo de Dios y la puta.

Busco distinción para aislarme, pruebo asi que mi ego existe, toda opinión distinta atenta, hace latente incertidumbre, extirpemos eso ahora.
Bengoa hace distinción entre nación y patria, la nación se valida desde afuera, compitiendo y aplastando con infalible geometría. Es una identidad que depende del medio para existir, porque ello lo constituye ( es lo que llamo sobrevivir sin vivir ) es buscarla desesperado, creyendo que se puede atrapar como un ethos que se cuelga en el living, un fetiche turístico, un dios de exportación que se agarro de las bolas y se metió en arca con diez mandamientos, forzado y patético, pero grandioso al parecer, por algún peculiar motivo

La patria en cambio es un cuerpo moldeado de extensiones sensible y corazón. Que late sin sincronia o melodía, con el silencio y goce, por un ego misterios del pasado que en eterno retorno nos recuerda, no confiar en un dios, si no es deconocido e inasible.

En efecto toda esta paranoia forzada de atenuar incertidumbre que mantiene latente el caos, es la antítesis, un tabú no asumido que lleva a la construcción de un escenario estéril de diálogo: la ONU el palo blanco del FMI la caja negra.

Así se extiende la maniobrabilidad en el mundo, con chips, cibernética mental, que hacen imprescindible injertos constitutivos al cuerpo y sus actos. El peligro es mental no biológico, los mayas hacían choclos gigantes a punta de operaciones transgénicas. La amenaza del hombre fuera de ser un robot que sustituya sus hacer, es un robot que configure su realidad, un ordenador del sentir y vivir, un empaquetado ser que nos da paz, un proveedor de la salvación, un angel anémico.

Podríamos hablar de Blade Runner. Allí en el cibercerebro de los cyborg, habita un ghost o espiritu que puede ser transferido y conservar los recuerdos del original. El “complejo de autosuficiencia” tiene relación con una idea que parasita en los cibercerebros de autoreplicarse.

Desde mi perspectiva es una analogía futurista de los códigos herméticos, arca de la alianza, grial, una matriz mental para diseñar la realidad, que puede encontrarse al buscarse o ser destruida y amenazada. Es más que la tecnología y ciencia aplicada, porque es un espíritu que hace a la tecnología medio válido, es el sentido del progreso, la razón de ser de la industria, su fe, memoria y recuerdo que fundamenta su maquinarese en el mundo.

Es el tesoro de los cabalistas, burgueses ilustrados, lo que hace realmente imprescindible al ser humano dominador. La tecnología es el instrumento tan sólo. En este sentido un robot portador de ella, de esta memoria, lo hace simbólicamente un ente amenazante. No esta en manos de los hombres o de ciertos hombres que miran a los demas como bichos raros, en el mejor de los casos robots esclavos. No es sustituir al imperio y su esclavitud, por tecnología y ocio para todos, es sustituir al Jedi, al iluminado en cada uno de nosotros los hombres de fe (jajajaj), articulado con una supuesta fuerza que lo hace invencible, que libera nuestro poder interno de hacer infinito hacia el infinitoque nadie sabe perdon la palabra "que chucha es".

En este contexto, el originario querer de despliegue de instinto regulador es cada vez mas deber ser para con este ente con el que tenemos pecado eterno, deuda vitalicia. El Jedi es hoy un servidor a la diestra de dios padre entero pulento y todo poderoso, un sky walker with angels, un puritano apechoñado; no es un siniestro y encantador hijo de puta, como todos los genuinos hombres amigos del diablo y su divertimento.

Llevando esto a acotar, esto de servir a un cosmos, podemos decir se trata del ser para el conocimiento, ámbito donde el pensar tecnológico y burocrático invade la psique y la resuelve redondita, gestaltica. Un ethos de la técnica, una maquinación donde la fe necesita de la maquina su amante. Así el hombre se transforma en maquina y tendria sexo con su auto si pudiera.

Su si mismo interior para protegerse se retira como observador científico y queda sin cuerpo desencantado del mundo como dice Morris Berman. Surge el FALSE SELF SYSTEM de RD Laing. Nos retraemos a la fantasía y el cuerpo con accionar mecánico ejecuta tareas exitosas. Un juego de rol que termina ahogando y distanciándonos. La educación genera deliberadamente este triste proceso de vínculo con la realidad. EXITOS MANIPULADOS.

Pregunta: ¿En un escenario así, el robot tiene todas las de ganar? Claro, el robot esta en sus salsa, mientras más feedback y complejidad pueda reprocesar, mas eficiente e inútiles somos ante esta competencia. La empatía de leer y dar respuestas sensible será posible por el robot, pero eso no es humanidad, es cálculo emocional. Nos aburrimos de Dios nuestro invento, el Golem se aburrió de nosotros, de nuestra patética aspiración a la grandeza que ellos siempre han dominado en secreto, de nuestro olor a temerosos desenfrenados por el mundo, tratando de reinventar en la maquina, un nuevo sueño que nunca basta o es suficiente. El cibermundo es una política suicida, un procedimiento silencioso, una inercia polar en términos de Paul Virilio.

Collin Rowe dice: Arq. Moderna en su gran etapa fue una gran idea, porque compuso y expuso hasta la extravagancia, dos mitos que publicita. Una combinación de:
Fantasía sobre la ciencia con su objetividad.
Fantasía de libertad con su humanidad
Llevados desde el siglo XIX al XX a ser corporizados en edificios. La ciencia progresista y la fantasía histórica han hecho expandirse por el planeta utopías. Las cuales en el cine y medios de comunicación se convierten en suprarealidad, evitando muchas veces la visión real de las ciudades en que concretamente vivimos. Un ejemplo Blade Runner.

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