JuanBorchers vivió empeñado en el planteo de una teoría arquitectónica total. De
manera semejante al Wittgenstein del Tractatus
–a quien tanto admiraba y con quien compartía la misma obsesiva radicalidad–
quiso plantearse, y resolver sintéticamente, todos los problemas de la
arquitectura. Pretendió así dotar a la arquitectura moderna de una
fundamentación radical de la que , a su juicio, carecía. Los dos libros que llegó a publicar (Institución Arquitectonia y Meta Arquitectura) eran sólo el comienzo de una serie mentalmente planeada, donde
ese conjunto de tópicos sería tocado.
Sin
embargo, esa aspiración a una teoría total no lo lleva nunca –ni en los libros–
a la exposición de una teoría sistemática. Por el contrario, parece querer huir
conscientemente de ella. Tan pronto ha iniciado la exposición articulada de
alguna de sus ideas, interrumpe el discurso, virando bruscamente de tópico o
intercalando pasajes autobiográficos. En el fondo, Borchers parece querer
protegerse de esa dimensión reductiva que afecta a cualquier teoría que
pretenda una explicación del mundo del arte.
Reseña del libro de Ray Monk (LIBRO)
El texto que hoy comento trata sobre un filósofo
genial, Ludwig Wittgenstein y su trayectoria vital, desde su aristocrático
hogar infantil, en Viena, hasta su muerte, en 1951 en Inglaterra, pocos días
después de completar unas líneas de su libro, “Sobre la certeza”, con plena
conciencia de que su próximo deceso.
Wittgenstein
dejó honda huella en la filosofía a pesar de no haber publicado en vida nada
más que un pequeño librito, el Tractatus Logico-Philosophicus, y una modesta
crítica de un libro de lógica (aparte de un diccionario, abajo comentado, que
no apareció con su nombre). No obstante ello su fama se extendió por todo el
mundo y conquistó una cátedra en Cambridge alcanzando por los pelos las
condiciones académicas necesarias para ello. Un apaño en el que su mentor
Bertrand Russell y su amigo John Maynard Keynes, tuvieron mucho que ver. Sin
embargo W. jamás se adhirió a la enseñanza universitaria y posteriormente
renunció a su cátedra al juzgar que no tenía mucho más que decir y no era cosa
de repetirse. Una originalidad para nuestra clase universitaria que no tiene
ningún empacho en reincidir una y otra vez en sus tópicos.
En el libro de Morris Berman "Un dios errante, un estudio de la espiritualidad nomade", tiene un capitulo llamado "El legado de Wittgenstein" donde plantea lo que hizo despues del Tractatus (Basado en el libro de Monk). Este es uno de sus principales referentes para estructurar su visión de "Paradoja".
Es curioso saber que incluso Deleuze en su entrevista- abecedario letra W, hace una sutil crítica al modelo analítico de Wittgenstein desde la visión continental. Pero es probable que esta sea a su Tractatus y no trabajo posterior sobre la PARADOJA DE LA CERTEZA.
0 comentarios:
Publicar un comentario