DOBLE PROCESO: PACIFICACION DE LA ARAUCANIA.

 

Es perturbador recordar que Temuco fue fundada como hito geográfico militar, para la “preservación” de la “pacificación de la Araucanía”, cual base militar. Temuco se encuentra prácticamente en el centro geométrico de la región de la Araucanía, lo cual por efecto, la ha hecho centro de servicios, convergencia de productos y puerta turística a la región. La región vive así su propio centralismo por más de un siglo, desde lo que se podría entender como una base militar.

Rescato la siguiente observación de Jorge Pinto hecha en una entrevista al recibir el Premio Nacional de Historia: 

“Mientras Villalobos cree que se empieza a vivir el último capítulo de una historia de integración o incorporación de la zona al país, la última fase de la pacificación, diría él, yo creo que el Estado desplomó el viejo espacio fronterizo que se había constituido en la zona y que funcionó gracias a la complementariedad que se produjo entre la sociedad tribal y otra en tránsito al capitalismo, dando paso a una desintegración que tuvo efectos, en el largo plazo, muy negativos sobre La Araucanía.” 

Complicado también es, el tema de colonos traídos por el gobierno de Chile a través de la Agencia General de Inmigraciones durante la segunda mitad del siglo XIX, proceso a cargo de Vicente Pérez Rosales. Si bien parece un proceso paralelo y aislado a la brutal “pacificación”, se parece a la manera de cómo Germania fue incluida por el imperio romano y porque no decirlo al proceso civilizatorio mundial del occidente. Mixtura, soportes atravesados por fuerzas, alineamiento social judeo-cristiano, alienación individual indo-europea. Los procesos históricos son complejos y multi-perspectivados. La permeabilidad de ambitos es sorprendente, como la reducción de su relato moldeado a los intereses del poder oficial.

Antes de la caída del imperio, monjes forman ciudades al norte del Rhin y Danubio, mimetizándose e interactuando con los locales (como pudieron haber hecho los colonos entre el Bio-Bio y Tolten a pesar de que oficialmente se establecieron fuera de la Araucanía) que luego se integran a un imperio Romano en decadencia que se deja “someter” por los germanos (en el caso nuestro se tiene un pretexto para pacificar la zona con toda la mixtura de variables en la zona y cerca). A Germania se le instala sutilmente el virus civilizatorio y luego se le da una instancia para conquistarlo. Si bien los mapuches fueron conquistados, debe haber existido algún motivo o justificación que “instigo” a la acción de la “pacificación” por parte del estado en esa época, que no tiene relación a sublevación mapuche fuera de la Araucanía, sino provocación dentro de ella. Se repite el doble proceso de la Grecia-magna y Grecia-arcaica planteada por Vittorio Di Girolamo, el espectáculo dirigido de la institucionalidad masiva, entra como paradigma oficial una vez que los misioneros amansan una tierra indómita.  Colon no fue el primero en llegar a América.

No creo que Orélie Antoine de Tounens o rey de la Araucanía, fuera el único aventurero que entró a la zona, a proponer cosas.  Al mismo tiempo Cornelio Saavedra (designado por JJP) comenzó a generar ocupación, que según la historia no sólo fue acción militar, sino penetración "pacifica" de los territorios, lo cual no entiendo que significa realmente. 

No sé si la colonización iniciada por Perez Rosales "instaló" colonos  en la Araucanía, pero tiene que haber existido intervención previa en la zona antes de la fulminante "pacificación". El movimiento golpista liberal contra Montt, creo alianzas con loncos, por otro lado se acumularon terrenos de manera fraudulenta por parte de especuladores, todo esto en 1860, cuando el alzamiento general fue recién en 1881. El virus occidental estaba instalado de muchas maneras en la zona generando molestia e incomodidad en en pueblo mapuche, el territorio se encontraba permeado. Lo que planteo fue que toda este sin fin de flujos "previos" facilitó la masacre de 1881, en el sentido de justificar ordenamientos generados por un desorden que ellos mismos crearon, la cura a la enfermedad. Otra vez "el orden" es una respuesta al desorden, pero no un desorden espontáneo de naturaleza, sino artificial. Se repite el zoroastrismo, como el reciente eje del mal o caos de 911 en medio oriente, esa idea de creer que el caos es un tumor del cosmos (paradigma imperante), cuando es lo opuesto, invertido, el cosmos es una porción de caos.

Al decir "virus" suena de una paranoia preocupante, ya que parece una afirmación entre soberbia y caprichosa, media tincada, pero la verdad como afirma el historiador Fernand Braudel, la historia tiene procesos paralelos de distinta extensión, existiendo variables continuas dentro de una secuencia larga de eventos distintos atravesado por factores comunes. El simbolismo occidental, manifestado como representaciones en infinito-abstracción-dios-democracia, es capaz de transformar un soporte ignoto en paisaje, el caos en porción de cosmos sujeta a la regularidad diría Ortega, crea un prisma artificial ante el cual se permite sincronizar el mundo respecto a una dimensión paralela y distante, Teleológica? Monod hace una analogía muy interesante en contra-posición a la teleología denominada teleonomia, en donde desde mi perspectiva acusa este "virus" animista, también lo hace Uexcull. La biología ha dado grandes argumentos para replantear la manera de estructuración de los grupos sociales, ha dado nuevos elementos al pos-estructuralismo y anarquismo, como señala Todd May.  La representación lejana aislada de la intensidad viva, es un rumor, una trampa, un virus. Debemos aprender a establecer las asociaciones correctas, y eso requiere crudeza.

En términos "masivos" sin embargo, se liga lo no-ligable forzando la voluntad de masas, pero se articula con composición plástica que apela a "otra voluntad" seguida por estas. Se trata del plano de las "esencias", del cual se han intentado desligar filósofos. Hume, Spinoza, Nietzsche o Deleuze son grandes  exponentes. Se nos hace participes de algo en que realmente creemos ser protagonistas cuando somos espectadores, desdoblados por la incapacidad de ver la crudeza de las cosas reales y como la vida pasa. Hoy el manejo de las masas ha llegado a niveles absurdos. Los medios determinan los focos y jerarquías: es tan relevante una nota que muestra que Britney Spears se asusta con un rayo como jurado de un Factor X realizado en Wyoming, como la masacre de 120 sirios en el medio oriente. Nos familiarizan con lo irrelevante y nos alejan de lo perturbador. Es sorprendente la flexibilidad de ponderación que puede llegar a tener los contenidos en un mundo globalizado. 

Federico Sánchez hace asociaciones etimológicas acerca del territorio comunicante. Dice que el territorio es un soporte ignoto, neutro, más allá de nosotros. Para que se “en-tienda” o se pueda “under-stand”, se debe asentar una base, para sacar al hombre de lo errante.

Determinar lo indeterminado de ese más allá de nosotros. La comunicación nos saca del soporte ignoto, que se carga de simbolismo para transformarlo en paisaje, un dominio con los ojos de ese más allá de nosotros de un lugar.  El hombre por tanto de esta manera domina el entorno, lo domestica y asienta en él un domus o casa. 

Transforma el territorio ignoto en un sistema y el paisaje en un soporte simbólico. El paisaje por tanto es un territorio modelado, transformado a “su modo”, un “sacado en limpio” de lo inmenso a “lo medido”, a su medida. El mundo es un “sacado en limpio” de lo inmundo. 

El héroe dice (y aquí el tema en cuestión), es el que da limpieza a los monstruos del allá para traer ese allá domado a los comunes, creando así continuidad a un más acá. Podríamos resumir entonces que el héroe al limpiar lo inmundo (misionero o colono), hace el allá una posibilidad (oportunidad para crecer desde el acá), permite podamos decirnos y reflejarnos en este modelo cómo una identidad en expansión, un modelo a “modo nuestro” en creciente. La inclusión del "todo estado inclusivo cual tediosa Roma" puede ser bastante truculenta desde esta perspectiva. Se entiende que la relación entre país y paisaje que plantea Nicanor Parra se trata de lo mismo.  

Si bien me parece impecable el relato de Sánchez,  los lugares son más que un paisaje, son más que una representación plasmable en una postal. La precisión y elocuencia de un discurso, no lo salva de su liviandad. 

Lo hace Estados Unidos en el medio oriente hace décadas, justificándose con cualquier pretexto de posible amenaza o discordia con su nueva Israel, foco forzado en la zona que permite justificar dar orden al todo desde esta "porción" instalada previamente.

 

En los tres  casos aunque distintos, se trata de un mecanismo de expansión, en el cual previo a la extensión formal del cosmos o paradigma, existe una preparación o alteración del escenario que será incluido. La misión jesuita lleva a la iglesia a reformar la manera como la evangelizaba en el Concilio de Trento. Este modelo fue replicado luego por la masonería según indica Pedro Morandé en su libro "Cultura de Modernización en América Latina", como un mecanismo de pre-figurar  la idea de un ethos social capaz de anticipar (maniobrado desde afuera) el real ethos in-visible y en proceso de emergencia y aparición espontánea (que surge desde adentro y libre). Dios de exportación, arca de la alianza, solución universal de paz o democracia, una idea como calumnia a la entidad de los lugares, el alma de cada tierra. "Todas las Tierras" se unen esporádicamente para una amenaza, lo cual no es su condición o estado permanente. La entidad grupal es violentada por una falsificación del universo como posibilidad habitable que nos salva de una amenaza eterna, una pena eterna o deuda eterna que nunca termina, un progreso que nunca termina. Ateo significa segun Nietzsche: "sin deuda", saque sus propias conclusiones.

Esta falsificación de un ethos,  pudo haber sido la idea de democracia moderna para el imperialismo inglés (tribu perdida de Israel), como falso mecanismo de expansión de la industria y tecnología como un "bien" para toda la humanidad, que finalmente ha servido siempre a la supremacía de pocos "super" hombres cual dioses de poderes repetidos en mitos pre-históricos de alienígenas ancestrales. 

El resultado de todo esto en definitiva: un imperio de vinculo indirecto y extenso, donde la distancia e impersonalidad hacen del psicópata al poder un efecto natural, un pan de cada día, ya que para éste, la "comunidad" es una cifra distante de varias, en donde basta convencer accionistas por medio de estadística barata de una economía transformada en ciencia exacta y no social. 

El mundo restante entonces de la masa, hace las cosas por ilusión o miedo pero no emoción, el motivo que nace desde la emoción, es un lujo asiático, es un privilegio del que muy pocos por decir nadie puede experienciar de manera genuina, esta es la tragedia de los comunes, planteada por Garrett Hardin. Hacer lo correcto es una ilusión, hacer lo incorrecto es una necesidad.

Muy clara es la secuencia del proceso “Araucanía” impuesto en un poco más de 100 años por el Estado, expresado en una carta abierta enviada recientemente por Francisco Huenchumilla al Presidente Sebastián Piñera: 

• Siglo 19 seudo pacificación.
• Siglo 20 desforestación y títulos de dominio avalados por una justicia formal que se impone sobre una justicia sustancial. 

Situaciones acalladas que obviamente generan resentimiento y recelo a cualquier proceso de inclusión posterior por parte del “estado” de Chile. 

Es delicado acusar que el pronunciamiento de tribunales que hace operar el estado de derecho, es una mera formalidad, ya que toda formalidad o representación se sostiene en una credibilidad frágil a ese “supuesto”, tal como son las instituciones creadas por administradores de la fe. Sin entrar en polémicas teológicas de verdad y formas jurídicas, la pregunta para mi es: 

¿Cómo crear realmente un estado multicultural y pluri-étnico, en donde el estado si bien exija un “alineamiento” a sus partes, pueda darse sin que este alineamiento atente contra el genuino ser o ente del pueblo mapuche? 

La historia indica que pueblos tribales (como germanos y mapuches) se alineaban espontáneamente por amenazas  esporádicas. El alineamiento permanente es desde mi perspectiva la causa de la constitución de las grandes civilizaciones, que se agrupan por la creencia en una amenaza permanente, que en definitiva, no existe. Su identidad o tesis, se constituye por una alteridad o antítesis, que es sólo un rumor vociferado por los que administran en definitiva el poder y su moral.

Sin entrar en la genealogía del poder o la moral, creo que esta sana dualidad entre ser pueblo y alineamiento estatal, tiene relación a ese “espacio fronterizo” perdido que plantea Pinto, en el sentido de permitir una discontinuidad del ser-ente con el estado omnipresente, por medio de un alineamiento discontinuo entre ambos para que desde un territorio local e independiente, emerja el sentido propio producto de una genuina dialéctica interna, que conserva viva su entrono y tradición e invita entre otras cosas al turismo, lo que exige en consecuencia una economía sin impacto y tendiente al “retorno inmediato” de pequeña escala sin finalidad de exportación, donde además exista un tratamiento de las distintas instancias de interioridad y exposición, como son  la costa lafkenche de carácter más cosmopolita y el interior pehuenche de la cordillera más reservado. Ventilar la intimidad a una globalización descarnada me parece algo suicida, y lamentablemente es la tendencia mundial. La autarquía o sectarismo recluido es altamente sospechoso para la mundialización y sus voceros de turno.

Un territorio más que tener un rol geopolítico permanente para con el estado ligado al mundo, debe revelar permanentemente un ser geo-poético en términos que Miguel Laborde plantea en su libro  “La selva fría y sagrada”, el cual Elicura Chihuailaf considera el libro más representativo de la cosmovisión mapuche, pero que sólo se vendieron 80 ejemplares, y quedaron 920 en bodega. 

Este ser se revela diádicamente en una naturaleza única que es parte de la existencia misma, y no puede ser sometido y dominado por una tecnología al servicio de una productividad básicamente ajena como son las forestales, que explotan y exportan el territorio como materia inerte extirpada de su lugar, opuesto a conservar e importar (invitar) turistas a una experiencia viva integra de lugar. 

Se dice que los mapuches están lejos de ser una “civilización”, pero si la lengua crea finalmente realidad (y no artíficos urbanos mas menos sofisticados, y digo sofisticado del termino: laberinto sofista y confucionista, uno de mis grandes dilemas como arquitecto), la lengua mapuche es una de las más ricas del mundo para lingüistas y es un fenómeno para los etnólogos que la consideran una de las más creativas del mundo. 

Laborde dice: 

“La presencia del paisaje, del territorio, en la cultura es tan fuerte, que los mapuches, en los siglos que habitaron aquí, fueron creando una manera, un modo de ser frente a ese paisaje, frente a ese territorio. Y lo que ellos habían comenzado lo continuaron Alonso de Ovalle, los cronistas de la Colonia y la poesía chilena. Me di cuenta que eso que llamamos cultura chilena, poco a poco se ha ido “mapuchizando”, en un sentido más lato (extendido), se ha ido poniendo cada vez más en sintonía con el paisaje. Por lo tanto, en ese sentido esa cosmovisión ha sido nuestra maestra.

Para los mapuches, la lucha del bien y el mal sucede al interior de cada ser humano. Y cada uno tiene que enfrentar, por su libre albedrío, el desafío, la tarea, de decidir hacia donde se va a inclinar el universo. Eso es de una belleza comparable a la poesía sufí de los árabes y está inscrito en la nota ética, que yo veo en la historia de Chile. ¿Cómo es posible que nos sea tan desconocida la cultura mapuche? Esto mismo genera, en ese casi millón de individuos que se sienten parte de esa cultura mapuche, un enorme resentimiento. ¡Y con toda razón!”

Reforzar lo intra-grupal o inter-grupal es la cuestión.  Explorar el genuino "contento" de la gente de un lugar, y no la conformidad al limite de la explosión. Genuina libertad, dueños de su economía y no esclavos del consumo y préstamo, que abarca temas desde la Coca Cola diaria al flamante 4X4. Una demanda local debe tener el poder para provocar hábitos globales, que lo planteado por la región constituya una crítica para el estado completo y lo que esta generando como modelo de desarrollo. Que la topofilia de Yi Fu Tuan vensa el post-colonialismo acusado por Paulo Freire. Que se reconozca que la revolución francesa abolió todo menos la riqueza de terceros en los territorios. Que se reconozca que los bancos centrales son un chiste de mal gusto para la soberanía de los estados. Que se reconozca que se roba 2/3 del cobre chileno que además desvalúa el tercio que se posiciona en el mercado, del cual obtenemos un miserable porcentaje. Que se reconozca que los realistas fueron más respetuosos que los independentistas con el pueblo mapuche.

 No me complican los conservadores sino que la demagogia, ese es un enemigo que no mira de frente.  Los descendientes de colonos y dueños de tierras, tienen argumentos para reclamar  al igual que los mapuches. Es el Estado el que debe asumir la responsabilidad histórica, de cómo ha llevado el proceso y nunca a logrado pacificar, utilizando la confrontación como mecanismo de control. El "divide para gobernar", máxima del Príncipe de  Maquiavelo (César Borgia), después de 400 años sigue siendo objeto de polémica por su chocante franqueza ante el cinismo demagogico y manipulador. No por nada tuvo que enfrentar el despotismo de los Medici siendo el primer politicólogo moderno, cuya figura hasta hoy ocupa un lugar en los debates posmodernos sobre la cuestionable "sociedad civil".

Jorge Dowling, Ziley Mora, Orieta Appelt Martín, Wenceslao Norín Huentemilla, Armando Marileo, José Bengoa, José Aylwin, Miguel Serrano, Ricardo Latcham, Paul Rivet, Tomás Guevara, Roberto Maruri, Malú Sierra, Rolf Forester, Leonel Lienlaf, Ivan Ancatén, María Ester Grebe, Ana María Bacigalupo, Gabriel Salazar, Gonzalo Gutierrez o Enrique Ruiz entre otros, tienen mucho que decir sobre el pueblo mapuche y poco se les ha escuchado.

Fomentar en retorno inmediato de la economía, y el recurso inmediato de agua y buenas tierras sin intermediarios. Que la generación de recurso sea por procesos directos de capital independiente y no intermediado por grandes proveedores y financieras, a su vez sujetas a la especulación bursátil, la cual regula como un oráculo, las verdades del mundo hecho especulación. Que el único producto sea la región, que desde sus hitos (volcanes), genere distintos grados de interioridad. En paralelo se podría realizar un "mea culpa oficialista" y abrir el regimiento actual cambiandolo de lugar (aprovechando de integrar la ciudad a la Isla Cautín) para mostrar como ejerció control en la zona por medio de un museo o centro de documentación que explique el "real" suceso histórico o al menos se abra a otros enfoques. Esto podría ser de gran turismo, y esto obviamente porque el mundo tiene sed de justicia. ¡Por qué sólo los judios pueden reclamar la memoria de un genocidio en un museo de Berlin y chacrear el cine y la televisión con referencias a Hitler y el nazismo? Para una cultura en ciernes es un paroxismo el eufemismo homonimo, cuando se trata de verdaderos exégetas de la razón... se entiende?

Que la capital regional sea la puerta a los misterios de una región, que muestra los sucesos históricos en su crudeza y que abra o cierre su territorio al mundo desde su propia y genuina constitución de entidad, que no responde a estado y menos, al mercado.