viernes, septiembre 17, 2010

¿QUE SIGNIFICA SER CHILENO?












¿Que significa ser chileno?


Por muy profundo que podamos crear nuestro vínculo personal con este “concepto” mas allá de saber que la bandera tiene una estrella y el escudo tiene un cóndor y huemul, esta profundidad será siempre un vínculo formal, que puede implicar grados de conocimiento respecto a una representación, o mejor dicho grados de información que dan más menos “claridad” respecto a esta representación o idea.

La formación ilustrada cuando opera en el mejor de los casos o en su situación ideal, cree estar ante una verdadera “unidad nacional”, y se enorgullece en presentar un relato de secuencias que conforman “la” explicación de la “conformación” de este “concepto” en base al cual todos supuestamente acordamos. La historia oficial es el lugar común para dar sentido a este “proyecto país” que nadie discute.


Su repetición en el tiempo que escuchamos desde niños en nuestros centros de programación (colegios, liceos, academias o escuelas), nos da la idea de tener un grado de familiaridad con este, incluso un afecto íntimo y comprometido. Antes se podia dar la vida luchando por la patria, ¿hoy quien la daría? ¿Se hace liquida esa "solida" posición nacionalista, en términos de Bauman?

Por otra parte, su estar contextualizado o referido respecto a un gran contexto de otras naciones o “alteridades”, nos da una posición que pareciera nos sitúa respecto a ellas, aunque sea en un mapa mental abstracto, el cual también de una extraña manera todos estamos de acuerdo y creemos se resguarda y cuida como corresponde.


La verdad es que una unidad nacional es una convención arbitraria, ya que relatos para explicar este proceso en un territorio tan extenso y vasto son en realidad muchos, por lo que sería más “real”, aceptar que existen varios “pequeños” relatos de procesos concretos (Braudel) y no “mega-conceptos” ante los cuales todos supuestamente acordamos para explicar nuestra particular situación territorial generalizada pero “aunada”.

El cliché de la reparación por reconciliación, es una frágil e ingenua manera de tender a dar fuerza a una idea proyectada a un supuesto de “progreso” o “sentido”, en definitiva un simulacro, que unifique y vaya mas allá de las diferencias históricas, que sí, son hechos concretos que ameritan otro tratamiento mas allá del otro cliché “una mesa de dialogo, que igual se da entre cuatro paredes. Como si esta normativa de excepción “anti-terrorista” pudiera allí ser especificada y sacada de su estado ambiguo que permite meter a todos los antisociales al mismo saco de ratas, aumentando las facultades punitivas (abusiva) de los aparatos oficiales de poder.

La palabra “Diálogos”, la uso Platón como título para argumentar toda su parafernalia. No hacen falta diálogos de representaciones, sino analizar procesos, como lo que implicó a Chile venderse al mundo y asumir un rol de productor de materias primas, que para colmo nos roban como el cobre. Estos procesos si realmente se analizaran, son tan absurdos, que es más fácil aferrarse a las eternas representaciones para atribuirnos algún sentido de dignidad.


Son dos cosas: lo que sucede y como se juzga. Si no sé lo que realmente sucede, ¿Importa realmente como lo juzgue? Creemos tener juicio, bien, pero juicio basado en muchos supuestos, o como diría Hans Vaihinger “los como sí” o “as if”. Lenin dijo que no basta para que se cree una revolución, que los de abajo se sientan disconformes con lo que viven, sino que es necesario que los de arriba dejen de hacer lo que hacen. Esa es la verdadera causa y motor de las cosas que suceden, no lo que nosotros creamos “justo” que deba suceder. La unidad nacional nunca llevará a eso.


El problema es que el gran dilema de la nacionalidad y una “Nación” es que necesita esta “unidad conceptual” para existir como idea, aplastando cualquier pequeño relato que denomina o tipifica de valor marginal o en el mejor de los casos secundario y subalterno a los intereses de la nación.

El amor a la tribu o amor a la patria es un gran dilema para las Naciones dirá Clifford Geertz. La civilidad y el ciudadano moderno y libre, es una diversidad aparente de homogeneidad aplastante, que da lugar a esa “diversidad” en la medida que no constituya amenaza a su institucionalidad imperante. Diversidad de individuos que se posicionan o buscan posición o legitimidad respecto a otros individuos, sea una representación individual o grupal, pero que sigue en la lógica de competir por una posición privilegiada que de cierta paz. Es la lógica de atenuar la incertidumbre en la medida que se da legitimidad al discurso, discurso cargado de lugares comunes que hace eco en otras comunidades que la seguirán, en la dinámica especulativa y tediosa del racionalismo formal que define Weber como máxima y “superior” al un racionalismo económico de Marx como motor del mundo.


Existen hoy en los estados liberales, miles de modelos aceptados como “forma” que no amenazan en realidad a la “estructura” subyacente o fondo de dominación. Un conservadurismo draconiano puede no ser opuesto a un neo-liberalismo neerlandés en este sentido. La diversidad es formal, no atenta contra los intereses del poder fáctico, que sí existen.

Los derechos humanos como generalidad también son absurdos, si discursivamente se mantienen en esa generalidad conceptual. La nación o cualquier institución se sostienen en ser intermediarios de las partes, y mantienen el poder alimentando discursos particulares (ethos cualquiera) que no atentan en nada con la operativa real (eidos de operaciones subyacentes).

Es como el permitir que existan esperanzas, “distracciones” o excentricidades, si es que eso no impide que se trabaje a ciertos ritmos que dejan contentos a nuestros amos e inversionistas. Es estúpida pensar que la practica del esclavo fatigado a latigazos fue abolida por una “conciencia planetaria” de los “derechos humanos”, ya que la verdad fue transformada en la practica del servidor burgués con derechos y libertades, porque reportaba así mas beneficios para los amos. Las transformaciones sociales no son producto de un avance en la conciencia social, sino un afinamiento de los modelos de dominación económica, que han hecho a los esclavos socios.


Así se da vista gorda a las particularidades que amenazan al dominador que invita a todos a ser dominantes-dominados en el dominó del chancho 6, aunque el “discurso” sea ser un escenario de inclusión con toda la “voluntad” política de dialogar en mesas redondas tipo Arturo.

La gran amenaza para las instituciones o Estados Nacionales (de papel y simbólicos), es que aparezcan territorios con “real” soberanía sobre su tierra y recursos naturales. Una escala étnica, como podría ser la mapuche, simplemente permite un control real sobre un territorio. Un territorio es mas importante que su representación.
















Vivimos un doble estándar absurdo creyendo ser una nación soberana, un símbolo patrio en contraposición al manejo extranjero del territorio.

El tema del cobre y la explotación indiscriminada de un subsuelo que nadie sabe realmente cuanto reporta al país. Una supuesta zona marítima explotada por otros. Bosques nativos hechos plantaciones de especies extranjeras, valles de ríos hechos lagunas artificiales de represas, toda una serie de ejemplos de explotación no solo realizados con tecnologías extranjeras, sino también con préstamos extranjeros que se pagan con altos intereses.

Incluso la corona española no se hizo rica con la conquista de America, sino que se dedico a pagar préstamos, ¿de que nos independizamos entonces? ¿De una corona realmente endeudada? La verdad para los prestamistas era mejor nuestra independencia, así la corona quedaba hasta el cuello en deuda.


La necesidad hoy de “un crecimiento acelerado” es absurda, en el sentido de que no sacamos nada con trabajar más y aceleradamente, sino tener tiempo para darnos cuenta para quien y en que realmente trabajamos. El progreso sin receso es una manera de mantenernos operando con la idea sesgada de que no existe alternativa, de que vivimos en la urgencia perpetua. Las sociedades realmente pluralistas, simplemente es porque tienen recursos para subvencionar a los "indecisos" y mantener sus modelos precarios (aunque aparentemente sólidos). Todo es finalmente manejo de recursos, lo estados abusados, pobres y corruptos en este sentido, igual podriamos decir, hacen maravillas con lo poco, como la abuelita con su montepío, que a fin de mes mágicamente saca quina para darle a su nieto. Las convicciones no son nada sin una marraqueta, una marraqueta puede ser mucho sin ninguna convicción.

Somos inducidos por la programación en acto (de dispositivos diría Foucault) a deducir una triste visión de mundo, sea de terror o idealista.

La liberación nacional en cambio, pareciera un acto subversivo, descabellado y terrorista, una presión impertinente (como una huelga de hambre), para el estado soberbio (no-soberano), ya que le obligaría “arrancar” una solución real de autoridad (en la mayoría de los casos mala, mostrando como se dice “la hilacha”), por la inoperancia de los canales institucionales, que simplemente son mecanismos compensativos disuasivos del abuso subyacente que en estos casos inevitable aflora para poner orden, ya que la ilusión normativa no fue suficiente droga o neo-opio para los pueblos en ese momento. El problema es que la reacción de cualquier tipo, es para los aparatos de poder un síntoma que significa se debe aumentar la dosis de la droga.

Los montajes terroristas que hacen que todos apunten con el dedo y griten “no queremos más terrorismo!” son una cara del montaje, la cara mala y amenazante. La cara buena del montaje, son los supuestos racionales (mecanismos mas sofisticados de las creencias), que creemos dan solución a estas amenazas y nos dejan en paz. ¿Basta decir que hay que encontrar soluciones de “fondo”, como si ese decir fuera algo “profundo”?

En este sentido los estados, como cualquier aparato de poder, usan los medios para construir estas visiones. Los estados son los intermediarios de intereses multinacionales, son un símbolo como simulacro de especulaciones, en donde no emerge la defensa concreta a la tierra real.

Decir que las tierras originarias fueron usurpadas por la nación de Chile y la construcción de “su” proyecto, es absurdo. Decir que las tierras indígenas están en riesgo por la inversión de proyectos “nacionales” en estas zonas, es absurdo. Es absurdo porque realmente no benefician a Chile, ya que Chile es un palo blanco o concepto-simulacro de intereses corporativos. ¿Para que queren ser "nación" los mapuches? Es una manera de incluirlos en el juego.

Se usan conceptos como estado de derecho o democracia para defender una ilusión también conceptual. “La revolución contra el capitalismo” ¿Qué es esto? Que generalización más absurda.

Lo lamentable es que “hilar fino” es imposible, lo que tiene “voz hoy” son las causas comunes generales y estas son conceptuales y no concretas, por lo que quedan a lo más en una dimensión discursiva.

La voz disidente hace eco en el vecino que puede empatizar pero no llega a compartir o realmente encarnar esa causa ya que no se comparte en la practica, por lo que se hace estéril la “reivindicación” por decirlo así, de esa particularidad. “Tiene un minuto para decir lo que quiera” ¿Quién puede decir algo consistente en un minuto? Lo que no sale en las camaras simplemente no existe. El discurso oficial manda en nuestras pequeñas mentes, aunque el 90% dude de algo, mientras el "oficialismo" no lo declare tal, no es realidad, no es masivo o digno de las "grandes cadenas" de medios. Con suerte se comenta en "pequeños" circulos, que pasan a ser sectas, que la única diferencia que tienen con las religiones es que tienen menos adeptos. Como el ejemplo de Jorge Lavandero, yo no creo como muchos que sea pedofilo, creo tambien como muchos que fue victima de una confabulación... ¿pero lo concreto? es oficialmente un destituido, como lo fue un desterrado alguna vez. Se salvaron los ladrones del cobre y los voceros de la teletón.


La diversidad global es una gran trampa en que prima un mega-relato invisible como Dios, que todo aúna. Under one God that we trust.


Si bien la reivindicación simbólica de “ciertos” grupos diluye la fuerza simbólica nacionalista o de “una sola nación” que debe “superar” los temas que abarcan su territorio siendo todo el resto discursivamente reaccionario, creo que la verdadera amenaza de estos grupos minoritarios, es que se cree una real autonomía sobre los territorios, que nunca han tenido las naciones o estados modernos.

Que la Corte Suprema reconozca el derecho ancestral es una simple “figura”, que si logra que flamee una bandera mapuche al costado de la chilena, honestamente para mi no dice nada y no sana la “deuda histórica”, sino que simplemente la diversifica. Como tampoco me dice nada que Lagos, la Bachelet o Inzulza sean ONU o OEA, palos blancos del FMI una caja negra.


Los invito a ver una entrevista a Nancy Yañez en Tolerancia Cero, co-directora del Observatorio Ciudadano. En la entrevista además, Fernando Villegas simplemente queda como un ilustrado fascista fiel a un racionalismo trasnochado.


SECOND PART OR PART TWO of: ¿WHAT DOES it mean to be CHILEAN?


El Convenio 169 de la OIT, no plantea en ningún articulo la posibilidad de una institucionalidad realmente autónoma de algún pueblo originario dentro de otro estado, aunque existe y esta allí desde antes de la delimitación arbitraria de ese determinado territorio.


Si bien es obvio que esa nación debiera impedir la discriminación de los “vencidos” históricamente dentro de su territorio, permitiéndoles el mismo grado de goce de “derechos humanos” que el resto de sus miembros, esto inevitablemente obliga a los vencidos a cumplir (de una manera políticamente correcta) con ciertos deberes para ese todo “estado”, que la mayoría de las veces “se tranza” para ser útil a él como último propósito. No trabaja en el fondo “con” él sino “para” él. El todo es algo más que la suma de las partes, y ese “algo más” es el poder oculto en que el 1+1 no es 2 sino un poco más.


Puede por tanto existir la aspiración de pueblos a asumir un “control”, pero que siempre será dentro del marco del estado en que habitan, en el que son “incluidos” pero para servir a ese interés nacional. ¿Como puede entonces este marco nacional dar lugar a una genuina legislación especial, o que permitir conservar una institución social dentro pero fuera?


¿Puede una comunidad nacional ser compatible con aspiraciones y formas de vida diversa en escala local? ¿Estados Unidos: por qué unido, por una tácita convicción común (étnica o espiritual), o ciertos mecanismos de control común subyacentes (abstractos e instalados)? ¿Libertad formal aunado por una estructura invisible? ¿Esa unidad permanente es espontánea y pura, o comparten un enemigo común permanente que cambia de turno, los nazis, los rusos, Al Qaeda, Armagedón, 2012 o la invasión marciana?


Su identidad simbólica siempre cohesionada por una alteridad amenazante y permanente, la tesis basada en la antítesis, un allá que justifica cualquier determinación “nacional” sobre los intereses particulares de ese territorio local que lo conforman. El proteccionismo de estado y pago de impuestos los salvará de cualquier crisis o amenaza.


USA es una nación de escala desproporcionada, todo imperio de escala ha tenido un enemigo que quiere atentar contra su grandeza, Teseo hace de Atenas una unidad de polis contra Esparta o el Sueño Bolivariano que nunca se logró se sostienen en el mismo principio. Naciones que se fusionan como las empresas.


Hoy el miedo es progresar para poder competir y no ser devorado por el nuevo enemigo de turno, el mercado mundial que ha integrado ahora a China, un monstruo en sí mismo y el nuevo cabrón del barrio. La naturaleza del mundo planetario se sostiene por estar básicamente siempre bajo alguna amenaza, desde la idea de un imperio de sol a sol al mundo global en armonía hippie, existe una imagen solución sostenida por el simple hecho de creer que nos salvará de una supuesta amenaza que justifica cualquier decisión de nuestros jerarcas (las pelotudeces que hizo Bush después de 911 ampliamente respaldadas por su pueblo). Chile en este macro contexto obsesionado en progresar y crecer a un x% no permitirá que la Araucanía funcione a “su pinta”, por mucha mesa de dialogo que se realice.


El objetivo del mundo no es el genuino crecer de las comunidades locales dejados en paz, sino su participación permanente en este proyecto “nacional” y luego “global”, en que el pretexto es la amenaza porvenir (Apocalipsis, calentamiento global o el calendario maya) y la realidad: el control del poder de unos pocos sobre el mundo entero. Unos pocos que se esconden en ese “algo más” donde 1+1 no es 2.


Una colectividad humana se une para realizar o resolver procesos concretos a escala, estas unidades de vastedad territorial y incluso planetarias, su unen por “supuestos”, que han evolucionado de formas de terror y culpa protegidos por un faraón, emperador, rey o iglesia, a fantasías e idealismos ilustrados que defienden las naciones modernas independientes y soberanas. En este contexto los “derechos humanos” que se le entregan a las particularidades hoy, siempre están amarrados a los deberes que tiene para con la “nación” o gran propósito, el objetivo de fondo que siempre va a primar.


El modelo de un estado araucano dentro de una nación chilena, sólo será una replica pobre de USA y el problema de Estados Unidos, es que quiere a “todos” los estados, “unidos”… y la linda idea consiente de un mundo global en armonía. Esa “linda conciencia” es justamente una porción llamada razón que salva de la amenaza irracional e imaginaria que habrá terminado con el mal, si se hace absoluta. Frase del bronce para armar un regimiento mesiánico.


El maniqueísmo, zoroastrismo y judaísmo hacen del caos irracional como una amenaza, justificar la “razón” como cosmos de paz, en que también cabe la libertad, igualdad y fraternidad. Como Lacan creo que lo importante no es reafirmar el “yo ideal”, sino ver que lo causa o “ideal del yo”. No importa que imagino y hago, sino quien me esta mirando para que imagine y haga eso (Narciso). ¿El minotauro como rumor que nunca veo me hace correr o es la continuidad de seguir un hilo dorado que me marca un destino para salir del laberinto?


Si una nación toma “determinadas” medidas susceptibles a afectar, las va a consultar de una manera que sea inevitable negarlas (Veamos que hace Sebastián Donoso con las mesas de dialogo). Las particularidades no deciden las prioridades de una nación, sino que ese “algo más” que dice ser el representante del todo que paradójicamente no es nada. El intermediario “todo” es un rumor externo que ha hecho del trueque económico de uno a uno por ejemplo, un paralelo especulativo de poder de un tercero al mundo real sin precedentes.


Los voceros de este “algo más” son en distinto grado los estados modernos, que dicen incluir la particularidad en sus planes de desarrollo global, pero lejos de mejorar la vida, trabajo, salud y educación por la gente, usan estos medios para hacerlos participes de “SU” plan de desarrollo global. Somos fenómenos útiles a esta causa que nos dicen es nuestra génesis u origen. Se ponen de acuerdo las naciones desarrolladas y convencen a los otros países de que se “supone” se esta generando un calentamiento global producto de las emisiones de partículas de carbono (cuando no depende de la humanidad). ¿Para qué? Más que por los “bonos de carbono de Kyoto”, es que se justifica que los subdesarrollados “deben” manejar alta tecnología que sólo tienen los desarrollados, lo cual les obliga a comprarla. Nuevamente, no es por una epifanía ecológica tipo hippie green-peace, sino por una “supuesta” urgencia o amenaza.


La utilidad de un fenómeno no justifica la razón de su génesis dijo Nietzsche. La utilidad de una particularidad lo dicta una “conciencia” resentida a la que se convence debe requerir de un rol mas allá de sí. Se construye así una deuda, y se pone a disposición de un “algo más - allá” de donde viene esta “conciencia” (plano de la esencia, idea, entelequia), que hace creer lo salvará de esta “supuesta” amenaza que lo ha resentido. Lo gracioso es que el resentimiento es la enfermedad hecha para justificar la cura: esta consciencia.


La nación como sentido al progreso, no beneficia realmente a las partes de esa nación, sino a los intereses corporativos que se infiltran como un caballo de Troya y constituyen ese “algo más” que no aparece en la operación 1+1, que seguimos creyendo es sólo 2. Lo increíble es como este algo más de apariencia casi marginal, tiene un efecto colosal sobre los escenarios en que se instala, ilusionismo puro o teurgia. El bajo perfil o supremacía de los débiles viene al caso.


La paradoja es que esta amenaza fatal (verdadero rumor) es simultáneamente la causa de la nueva existencia, pero mantenido en un plano inconciente intocable y tabú, que sólo se elabora indirectamente desde la razón como representación virtual y no su proceso “real”. Se ejercita con la comunicación indirecta de los “medios” masivos, que se constituyen en la “verdad” sobre cualquier realidad particular.


El convenio 169 agrega en varios artículos, casi como lo hace la letra chica: “siempre que sea posible”, “siempre cuando no sean incompatibles”, dejando todo abierto finalmente al “criterio” de los amos o rara vez a la “astucia” de los pueblos. Decir que pueden: “Participar en la utilización, administración y conservación de los recursos naturales existentes en sus tierras”, hace de algo que debería ser obvio, un motivo de cuestionamiento. El diezmo, las ofrendas, rendir tributos a una entidad administrativa que pacta abiertamente con la banca extranjera en el mayor de los casos maleada (salvo quizás Finlandia), no tiene sentido.


¿Avanzan los derechos humanos, o es el poder económico que le da ciertos espacios? Como creer que el romanticismo de elegir libremente al “amor” surge por la libertad y atracción a lo novedoso, diferente e intenso. No, surge porque antes los “matrimonios” se establecen por intereses de clanes racistas y plutócratas, que exigen condiciones para las partes: a ellos habilidades, a ellas virginidades. El icono burgués por excelencia es el vestido blanco, pero afortunadamente se ha creado la habilidad de ver más tipos de blanco que los esquimales, técnicamente “otro” blanco al que representa esta “pureza”.


¿Quizás Ginebra con puerto en Ámsterdam, le dio espacio a los nórdicos por el miedo ancestral a los vikingos? ¿Quizás el fin de los protestantes era acercar el poder al pueblo, por medio del trabajo como bendición y no castigo, por medio de la parábola de los talentos y no las bienaventuranzas, por la acción de gracias y no los actos sacrificiales, por un Cristo humano y no mantenido en el misterio? Pero por otra parte: ¿Quizás esta conciencia “abierta a todos” que logra estabilidad en países desarrollados, no sea más que una ilusión estable, que tiene a operaciones mecánicas sin riesgo? En los bares en Suiza no se habla… ¡esta todo resuelto! ¿Es esto una conciencia de las cosas?


Si usamos el ejemplo del alzheimer, se dice es generado por operaciones mecánicas rutinarias en que al no existir mayor conciencia de esas operaciones (en estado no-racional), lo que genera perdida de memoria. Las rutinas a su vez se generan por una necesidad de control ante una sensación de amenaza (real o imaginaria de simulacro).


Un trauma paralizante crea actitudes rígidas que no sólo llevan a perder la memoria de cosas, sino pero, perder la noción de estar vivo ante el mundo, no sólo temerle a la muerte sino de alguna manera despreciar la vida. Se podría decir que la razón es un especulación mental paralela que no teme a la muerte ni desprecia la vida (o al menos en “apariencia”), sino que inventa una vida “paralela”, tragedia del autómata que no sabe que la esperanza de la caja de Pandora es la peor de todas las desgracias. “Soy conciente de un sentido, de una esperanza” ¿Qué es eso?


Por eso Nietzsche dice que la voluntad de la conciencia es la mas baja de las voluntades, él habla de la voluntad de los “instintos reguladores” depositados en este sustrato inconciente y no simples representaciones de este sustrato como es la “conciencia”. Sin pequeña escala no hay comunión con el mundo real de este fenómeno, y eso lo saben los habitantes del “algo más” depositado en cada pequeña suma que constituimos.


“No deberán ser trasladados de sus tierras”, “al menos que”… ¿? Implique no generar un beneficio a escala “nacional” o macro. Incluso esto es más absurdo, porque no beneficia muchas veces a la nación (pretexto visible) sino a una multinacional sociedad anónima (invisible).


El Articulo 17 punto3 del Convenio 169 dice: “Se debe impedir que personas extrañas puedan aprovecharse de pueblos y su desconocimiento de las leyes”. ¿Qué pasa si planteamos que existe un desconocimiento de las leyes “preceptúales” que permiten persuadir creando falsos arraigos y aspiraciones en base a “supuestos” que vemos sin saber que realmente “son”?


El Artículo 22 punto 2 del Convenio 169 dice: “Si los programas de formación profesional no responden, pongan a su disposición programas y medios especiales de formación”. Si se hilara fino mas allá de ir al cuento de una sutileza con el entorno y la idiosincrasia particular y el empoderarse de estos procesos, esto podría por lo contrario, hacer critica a las estructuras dominantes y cómo afectan el sentido y un motivo de fondo del mismo acto de hacer, que si estamos de acuerdo es un “trabajo”. El problema no esta en encontrar la “vocación”, sino cambiar las estructuras que “gentilmente” nos dan la posibilidad.


El Articulo 23 dice: “Deben reconocerse las actividades tradicionales y la economía de subsistencia”. ¿Esto implica reconocer la acción como lago más allá de reportar utilidades?


El Artículo 31 dice: “Los libros de historia y el material didáctico debe ofrecer descripción equitativa, exacta e instructiva de la historia”. ¿Serían estos medios educativos, compatibles con la educación formal y todos sus supuestos-axiomas? ¿Qué pensará Jaime Quintana?


El Artículo 14 plantea que los pueblos deben tener acceso a las tierras, no exclusivamente ocupadas hoy por los pueblos originarios, para realizar actividades tradicionales allí, que alguna vez se realizaron. ¿Esto incluirá la trashumancia mapuche que se dio en distintas zonas por ejemplo, incluyendo me imagino la isla Cautín de Temuco, futuro inmobiliario jugoso?




4 comentarios:

relmuche dijo...

Más allá de banderas, fronteras y símbolos, cada vez más todos nosotros somos mapuche (gente de la tierra) con un destino común....

Que los de arriba sigan cagando a los de abajo desde lo alto es tan solo la mejor demostración de la globalización del dios poder y de nuestros propios sacrificios para honrarlo....

relmuche dijo...

En cuanto a su pregunta:

Ser chileno es simplemente haber nacido en Chile y haberse quedado o regresado a Chile aunque sea tan solo un proyecto privado de país....

Por eso quizás gritamos:

Viva Chile mierda....

PALOBLANCO-CAJANEGRA dijo...

Que lejos estamos de ser mapuche
el consejo de todas las tierras no habla de "la tierra" desde un "niel-armstrong-point-of-view" por decirlo asi.

¿El destino comun? Under one god, the god we trust. or we must trust?

quizas gritamos:
viva chile!, mierda, nos estan cagando.

honramos al dios bondad ya que nos salvará "dicen" del dios poder, dos caras de la misma moneda.

nos cagan la cabeza por dentro, como el tec cerrado, nosotros elegimos el sacrificio "voluntariamente" ese es el argumento de los ganadores.

relmuche dijo...

este pájaro se quedó afónico

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