DE SOCIALISTO A MEO-NAZI, MARCO MARCA
Historiadores tan antagónicos como Alfredo Jocelyn-Holt y Gabriel Salazar, concuerdan que sistemáticamente se creo en Chile un pacto oculto entre “aparentes” polos que se manifiesta finalmente en 1958. Como la oculta alianza entre Francia e Inglaterra.(Y nos vamos a poner de acuerdo si OHiggins, Carrera o Rodriquez?)
Se trata de un “engendro andrógeno” que se posiciona como una figura conveniente para los intereses de los liberales-conservadores y los radicales. La historia reciente de un “virtual” levantamiento popular y empoderamiento sindical originado con el “carisma populista” de Alessandri Rodríquez, pasando luego como una misma estrategia quizás no tan simpática por Frei y finalmente Allende que termina en un golpe de estado, es el proceso de un lento “moldear” una clase “media” chilena a medias, entre media arrogante y maraca, que emerge y se chaquetea.
Kissinger se obsesiona con Allende, y lo que hace Estados Unidos basicamente es cambiar los puntos de refrencia: Lo que era la cúpula local de un señor entre su gente con Dios, se transforma en un intermedio entre su "pueblo instrumental" y una cúpula planetaria.
No sólo crea fricción entre elite y pueblo, asentuando la incertidumbre de los que quieren conservar lo que creen suyo y un pueblo que añora algo más justo, sino además lo hace cambiando los referentes del orden. Hace del vacio incierto de lo local, un campo infinito para que las cúpulas puedan movilizarse en un cielo concreto: FMI, ONU.
Lo virtual (dios) se hace concreto (orden mundial) y por tanto la cúpula concreta se hace "zona media". Media que se ilustra para posicionarse, media que dice: "yo no creo, yo leo", que le pone empeño pero igual empena hasta los churrines que cree que soñar es anticipar sucesos y no revelar la triste realidad. La democracia (administrada por esta nueva "media", ya que decir que un estado moderno es soberano, me parece de la mayor ingenuidad) es un espejo "ideal" de la sociedad, ya que si bien la gente "condena" a sus representantes, en el fondo entiende su pequeñes. Tambien es ingenuo creer que la protección social es para ayudar, cuando en el fondo es para calmar y lograr disminuir el riesgo pais para incentivar inversionistas.
Pinochet (al parecer al menos simpatizante DC) es parte del show también, representó a una clase media emergente, paranoica y arribista que debía ayudar a detener esta “unidad popular”, apoyando a la oligarquía local que luego traiciona. Ni demócrata ni cristiana es su postura finalmente sino inteligencia militar internacional formada en la escuela de Panamá y financiada por la banca internacional que tenía un Rockefeller en su directorio quien era amigo de Edwards Eastmann y el Mercurio miente.
Lo curioso es que esta clase media de “burguesía ilustrada” es más antigua que el hilo negro, y otra vez hace finalmente que la riqueza del poder local pase a manos globales, en donde ni terratenientes o proletas se benefician realmente. El lema de protesta: “Son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta” puede resultar finalmente de un sistema social mas justo que un FMI, en que una nación entera es una “cifra más”, ya que al menos para “nuestro” hijo de puta (que no es Pinochet en este caso sino el patrón de turno), existe una “escala” cara a cara. Esa idea ingenua de creer que la “internacional comunista” o
El manejo del poder no termina con el estado de derecho aunque se quisiera, y es más, se pone peor, ya no lo manejan caras visible ni próximas, sino sociedades anónimas cada vez mas de escala planetarias difuminadas en el espacio virtual monopolizado, pero perdidos entre bosques, como los germanos y los mapuches que fueron imposibles de ser conquistados por romanos o españoles. Esta manera de replegarse sin ser parte de una estructura visible era el poder de las tribus ante los imperios.
Hoy todos somos partes de una “red global”, claramente ubicables y descifrables. Es claro para mí, que el sistema despiadado replica los buenos modelos para sí mismo y los malos para el resto. “Haz lo que yo digo no lo que yo hago”. Nos venden el que hay que participar en una estructura “transparente”, cuando operan desde los hilos invisibles del poder fáctico que sólo es materia de seguridad del estado y se arreglan los bigotes entre cuatro paredes.
Nadie por ejemplo dice que
Ni
Volviendo a Chile, Pinochet no es sólo una marioneta que instala el modelo neoliberal que Nixon dejo a Milton Friedman experimentar en Chile. No es sólo la posibilidad de instaurar lo que Naomi Klein llama la cultura del Shock. Es la consolidación de una clase media (autodenominada elite cuica ABC1 de Chile) que juega con los anhelos y esperanzas de un pueblo del cual emergen.
La entrega del poder por parte de Pinochet para el plebiscito del
Nicanor Parra dijo sabiamente (aunque suene a chiste) que la derecha e izquierda unida jamás será vencida. Chile se vende por esta clase social “bi”, esta media entre media arrogante y ciega de estos dos grandes bloques que se reparten 50 -50 la torta o mejor dicho migajas, alimentando esta dualidad en permanente renovación escénica, que crea un dialogo de Platón tan ingenuo como estéril. Ni la dialéctica de Hegel (de derecha) o Marx (de izquierda) pueden hacer nada. No se trata de izquierda o derecha, sino de lo macro y micro, repito, la noción de escala.
La pequeña empresa simplemente no tiene posibilidades en un mercado abierto, el monopolio es inevitable, como dijo Fernand Braudel: “Una empresa debe tener la escala justa para ser interdependiente de su territorio”. Si se escapa a esta escala, inevitablemente abusa de ella y hace que los voceros de turno sean su complice. Con esto no justifico la situación del pequeño y mediano empresario, quienes por lo general se desenvuelven en un medio tan competitivo y poco apoyado, que tienden a negrear a sus pares para tapar su incompetencia o impotencia.
Aunque no me gusta el MEO como vocero, respeto lo que representa: ser díscolo o dejar de ser dócil con esta prostitución y venta del país, hecho apología por la clase política. Si Escalona dice que Marco no tiene gente para “gobernar” es justamente el terror de la izquierda y derecha unida: que se “cree un lapsus” para que la masa pueda despabilarse de este hipnótico ping pong que nunca pierde quórum. En todo caso su "fenómeno" es un mediatico, mas que sus logros parlamentarios o su historia personal, el esta vinculado al mundo de la TV. ¿Cuando vamos a asumir que la política tiene mucho de espectáculo desde el pan y circo romano o antes? En todo caso si Marco logra algo como la primavera del 68' contra de Gaulle, se agradece. De Gaulle es el mas grande hipócrita de la historia, ya que Hitler lo unico que hizo fue adelantarse a él.
Por lo tanto creo que la ascendencia del neoliberalismo no se debe tanto al atractivo concepto de Shock de
“Todo esto nos lleva a la cuestión de cómo los neoliberales llegaron al poder. No se trató simplemente de las elites utilizando al ejército o manipulando la democracia para imponer un programa neoliberal en una población reacia al mismo y aturdida, que es la imagen que la explicación de Klein -intencionadamente o no- transmite.”
“Ni siquiera fue éste el caso del ejemplo paradigmático de Klein, Chile.”
“En la ascendencia del neoliberalismo estuvieron implicadas las elites y los militares en acción conjunta con una base de masas de la clase media contrarrevolucionaria que controlaba las calles, con las juventudes cristianodemócratas uniéndose a sus parientes más fascistas, Patria y Libertad, a la hora de intimidar y propinar palizas a los militantes de izquierdas.”
“El neoliberalismo, de hecho, se convirtió en una corriente de "sentidocomunista" que incluso allí donde los partidos socialdemócratas alcanzaron el poder, desplazando a los tradicionales partidos conservadores del neoliberalismo como ocurrió en Gran Bretaña, Chile y los Estados Unidos, estos no se atrevieron a reconstruir el estado intervencionista liberal e hicieron de su centro el rendir homenaje a la "magia del mercado".
Friedrich von Hayek (padre de Milton Friedman) da continuidad a la tradición liberal iniciada por Adam Smith, defiende una concepción mínima del Estado. Su posición corresponde a la crítica radical de la idea de «justicia social», noción que disimula, según él, la protección de los intereses corporativos de la clase media. Preconiza la eliminación de las intervenciones sociales y económicas públicas.
El Estado mínimo es un medio para escapar al poder de la clase media (burguesía intelectual) que controla el proceso democrático a fin de obtener la redistribución de las riquezas mediante el fisco. El estado por lo tanto en su “nacionalismo” sea izquierda o derecha, es tan sólo un mecanismo reaccionario al libre mercado, que quiere una “tajada” si es capaz de amansar y hacer dócil a que sus “civiles” para que bajen el “riesgo país” y un determinado territorio pueda servir a los intereses corporativos.
Benévolo sostiene que Bernoulli ha demostrado que ya Adam Smith aconseja a las “naciones” vender terreno para saldar sus deudas. Esto fue el gran problema de la “ciudad” sometida a especulación privada. Esta cara invisible, este poder fáctico pasa desapercibido, ese es el verdadero mal, no el cuco o la crisis económica sin respuestas, ante las cual se toman “medidas” tan burdas como guardar o gastar.
Que interesante la relación se puede establecer entre Orwell y Huxley, y las aprehensiones de ambos sobre el futuro, Huxley sin duda acierta en “Brave New World”. En el Origen de
¿Good or bad enlightment? Everyone can choose, and that I beleive must be the spirit of any system.
Todo nacionalismo radical es el intento de construir una escala desesperada ante la vastedad, un lugar en el mundo, que por muy ilusorio hoy parecía tan real y glorioso, parecía tan único como “la” revolución que pudiera cambiar el mundo. Hoy el pragmatismo desencantado se ríe de esta ingenuidad y lo triste es que yo creo que fue todo maquinado para que así fuera. Fue un intento ingenuo y frustrado de crear una situación común. Desde las armas del proletario a las glorias de una raza superior, todos fueron actos reactivos a la invasión de la banca de los señores del caos, diría Jonathan Rabb, el Maquiavelo contemporáneo.
Esta clase media es el eslabón entre los verdaderos señores del poder y los siervos locales, son los servidores del Golem. La burguesía ilustrada que contextualiza en una idiosincrasia particular que conoce los “conceptos universales” que hacen de la “cultura universal” un nuevo y refrescante referente, la “novedad”. Los masones copiaron este sistema de mimesis de los jesuitas, que doblegaron el método de la cruz y la espada. En este punto comparto las aprehensiones de Miguel Serrano o Pedro Morande acerca de que la elite debe ser invisible a la manifestación local para que ella emerja y ajena de imponer un “ethos libertario de luz” como lo hace la izquierda. Lo malo es que la derecha pasó a tomar el papel de la sádica oscuridad, que llena de pan y circo a una chusma ignorante. En todo caso Umberto Eco bien sabía que la ilustración es una cárcel mental. Los buenos y los malos son la misma cosa. No hay tesis sin antitesis.
De cualquier forma la izquierda tradicional de la democracia social se beneficia como intermediario y hace en algunos casos un buen trabajo (Escandinavos), pero siempre proclamándose defensor del pueblo contra los mercenarios y depredadores enviados por corporativas y multinacionales que se extienden sin interdependencia con los lugares y territorios sobre los cuales de instalan sin fronteras como un verdadero “virus”, donde el ejército y defensa real no tiene nada que hacer. Por eso la compra de armas hoy, no deja de ser un chiste también.
En realidad Hayek estaba obsesionado por las clases medias que controlan los regímenes democráticos: «Hay una gran parte de verdad en la fórmula según la cual el fascismo y el nacional-socialismo serían también una especie de socialismo de la clase media». Vemos que no existe relación entre el “nacionalsocialismo y lo neoliberal”. No hay que meter a todo lo que se llama la derecha al mismo saco. Como los liberales de Alfredo Jocelyn Holt de 1920 no tienen nada que ver con los neo-liberales Chicago Boys. Un momio no tiene nada que ver con José Piñera, a quien se le ocurre el genial engaño de hacer a todos participes de la cruel ilusión de la “propiedad”.
CONCLUYO LUEGO DE ESTA VERBORREA:
La derecha vende la autonomía del individuo ante otro (miedo), la izquierda la noción de un ethos colectivo de todos (esperanza). Compartimos así una esperanza ilusa con otros que oculta el real miedo hacia los otros. Ya es añejo hablar de izquierda o derecha, es peor que hablar de bien y mal. Lo que hay que hablar es del aquí y el allá. La extensión sensible con la intensidad del mundo (Ortega-Scheler-DeLanda), es muy diferente a la extensión geométrica de representaciones en el mundo.
No creo en el concepto de “territorio” de las naciones modernas. No existe una noción real de lugar, sino simbólica de mapas, himnos y banderas. C. Geertz hablo mucho del amor a la tribu o amor a la patria. Las fronteras étnicas en Europa fueron cambiadas por fronteras de los estados modernos con un propósito muy específico en relación al alineamiento de Europa. Para que decir lo que paso en América. Los estados no tienen la soberanía para tomar sus decisiones y nunca la han tenido, ya que este ping pong de derecha izquierda siempre ha sido progreso individual con reacción o sublimación colectiva.
Mientras el “progreso del liberalismo universal” sea el que dicta los parámetros de un mundo que lo quiere “unitivo para él”, creando reacciones desde la combativa proletaria armada hasta el tibio socialismo democrático de turno, no nos daremos cuenta de que la paradoja del mundo es que lo colectivo esta en función del individuo, lo cual es una ilusión de todos nosotros como individuos esperando el sitial de turno, propio del oculto delirio mesiánico que cada uno tiene en su corazoncito herido. Estamos envenenados con la idea que el colectivo es sólo una necesidad (apego) y la verdadera libertad esta en el individuo. No hay peor tirano que radical en el poder dijo Sabato, si esto hace eco, es por algo, lo mejor y peor es tan en cada uno de nosotros… “individuos racionales”. La seguridad de riqueza obliga a la superación de la pobreza. Las clases lucharán mientras exista la ilusión del individuo por superarse, que como recordemos dijo Virilio, se nutre día a día en los contextos complejos y sofisticados que básicamente no conducen a nada real.
Es interesante lo que Zizek plantea acerca de la violencia, en como la caridad que era una excentricidad, hoy es parte del sistema. Como si consumir un producto como tomar un “Starbuck” que apoya el hambre en Namibia por ejemplo, me hace aportar a la injusticia y sentirme tranquilo saliendo del problema real. Los productos no son prácticos cargan una seudo promesa espiritual, alivian culpas. El seudo altruismo es cómplice de una violencia, ya que se convence que su acción ayuda cuando en el fondo sólo sigue sosteniendo el aparato. Esta violencia “objetiva” por ser un fenómeno planetario, es la que debe preocupar, y no la subjetiva que se sostiene en debates desde distintas moralidades locales. Las diferencias morales incluso pretenden ser unidas desde una hegemonía política que pretende “purificarse” luchando contra injusticias “particulares” planteadas por su misma agenda.
Un aparato opresivo parece así tener lo que Zizek llama un “smooth functioning”, funcionamiento suave, sistema suavizado donde participar en esta “violencia” es agradable. Por esto plantea que una especie de abstención de hacer nada a favor de esto, es algo radical. No se trata de hacer falsa actividad para que todo funcione y se reproduzca. Es la paradoja de que una “buena causa”, sólo puede estar alimentando el aparato. Las emergentes clases medias que sólo miran para arriba. Tomar acción no sólo evita el silencio, sino también significa dar respuesta. La indiferencia es la peor respuesta a alguien que busca adversario para vencer. Un ganador necesita un perdedor, sino no le ha ganado a nadie. Peor si se trata de responder, una demanda pequeña y modesta, puede tener más efecto que un discurso o proclamación radical de gestos vacíos, en donde sin arriesgar nada, creemos hacer un punto.
Este fenómeno concluye Zizek tiene también relación con la “escala”. Martin Luther King, Obama, Mandela o Lula resuelven “ciertos” temas para apaciguar y no ayudar a la masa. El altruismo o caridad falsa de no darse cuenta que esta “buena acción” no tiene un alcance real en otro, sino satisface la idea de una buena acción abstracta y autocentrada, como no si del Kung-fu que gozaba observando y corporalizando en acto los movimientos de ciertos animales, ahora nos complace ver tortugas ninja que encarnan hábitos humanos absurdos, comen pizza y tienen nombres de artistas renacentistas individualistas. ¿Quien quiere el mundo a su imagen y semejanza?
Esta misma aprobación histórica de la presidenta Bachelet con más de 75%, me demuestra una cosa: la gente no quiere tanto progresar sino estar tranquila, lo que se representa en la figura de la “madre” y en una carencia personal de afecto, que se percibe existe… ¿o talvez es otro fenómeno mediático en que la ilusión maternal como idea, anticipa y sublima por al menos un instante, la carencia existencial real, como un verdadero shock?
¿Que mueve el mundo a querer “progresar”? Enfrentémoslo: todo se trata hoy de “progresar”, la cuestión es que si se hace incentivando el emprendimiento privado o resguardando más la protección social, entre esos márgenes se avanza siempre.
No sé, podríamos especular mucho, pero existe algo claro: Si Piñera sale presidente, se cierra otro ciclo en que la derecha neoliberal se puede dar el lujo de decir: Les entregamos el poder 20 años y no hicieron nada, ahora nos toca a nosotros. ¿Con que sorpresita irán a salir los neofriedman’s? ¿Será la alternancia buena? ¿Ventilarán los laberintos fiscales de tanto macuco?
Pero mi cuestionamiento de fondo: ¿Será meo-nazi aún socialisto?
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