LABERINTO: UN EXODO COMO EL ETERNO ESCAPE DE UN MINOTAURO, LLEVO A INVENTAR UN DIOS ABSTRACTO... UNA FICCION TAMBIEN ETERNA.
Basado en texto del filosofo Hans Vaihinger de su libro “La Filosofía del “como sí””, compartido por un amigo.
La crudeza de las sensaciones desnudas son lo realmente real y fuera de nuestra burbuja o cristalización en términos de Hume (ficción). Lo centrifugo nos saca de la cristalización hasta trizarnos y lo centrípeto nos lleva "para adentro" a trabajar ese cristal como el “diamond”, piedra de potencial precioso, un sortilegio irreal, que creemos moldear pacientemente con la “fe razonable” de San Agustín. Es una fe sistematizable, un proceso que puede llegar a ser eterno que nos hipnotiza hasta la muerte, por medio de un paso a paso que no permite discontinuos, y ese es su peligro. Podríamos aceptar que las ficciones (o los "como sí") son necesarias a ratos, ya que el estar por existir en la crudeza de la sensación, se alivia al hacer para existir en el plano de las ficciones (paradigma necesario), ya que en el sentido lúcido, el cosmos es como una porción de caos sujeta a "cierta" regularidad , como lo plantea Ortega y Gasset.
Sin embargo no se trata de estar o no satisfecho de lo real para crear o no ciertas ficciones que tiendan a ser el suceso continuo a un lugar permanente, donde de manera delirante y ya no lúcida, el caos es ahora una porción de cosmos. Se ha invertida la realidad por un abuso perceptual que transforma la ficcion en "él" nuevo camino de un espacio tendiente a lo absoluto. Espacio que llama e invoca al infinito moderno olvidando el vacío primitivo. De cohesionar como antiguamente, este nuevo abstracto se expande y permite exhibir el "diamond". Es el anhelo de todo narciso, anhelo que satisface y anula los sueños de la carne, sueños abandonados por otro sol. El sol interior es masa y gravedad, que asesinato.
Eugenio Trias habla del "infinito" como un espacio donde todo cabe y permite un arriesgar "virtual" ya que siempre habrá un lugar para caer en él. El artificio de artefactos, lo urbano, es un intento de sustituir ese calor que engloba la tribu, por una luz que ilumine al ciudadano. la luz es otro ejemplo de "ficción" del calor. En este infinito el despliegue es geometrico y no sensible en terminos de Max Scheler. Las ficciones como escapar o cumplir la moralidad, para salvarse, aspirar o merecer un ideal, se ha tornado en algunos casos una amenaza real pero sinembargo igual producto de la ficción. Ejemplo: El Sida ha hecho de la "culpa" al sexo como tormenta mental, una causa real de castigo como contagio. La imagen "orgiastica" así, tiene un efecto práctico sobre los puritanos que proliferan en el mundo.
Esta busqueda de luz por parte de la escolástica, ilustración o educación, tiene relación con llenar o prefiero "anticipar" "la falla básica" que plantea Berman. No conecto con otro, sino con una imagen (ficción) de mi que acepta el otro, desde el humilde profesor al mesias, tiene relación con la instrucción, ser referente para otro, para educar, enseñar, pero basicamente salvar. Por eso se plantea que la verdadera educación no es por el "efecto" del sabio-ignorante sino el "defecto", un accidente de afectos, amor-odio como raiz de un mismo. Sin embargo sin este "afecto" por decirlo de alguna manera bizarro-encantadora, se despliega el sadismo, masoquismo y morbo. El problema es creer que la "luz" pueda salvar al mundo de su "crueldad", que del amor a la nación, estado o pueblo, todas "ficciones", podran revertir de alguna manera el dolor y la injusticia.
Las naciones no educan para crear crítico radicales-libres sino servidores libre-mercaderes (que pactan) y esto quiere decir tendencia a construir orden emergente y no incertidumbre descendente. Ejemplo: Las elites seductoras siempre serán un foco de esperanza (fe, ilustración, riqueza o fama), nunca de incertidumbre, la disidencia financiada es la contra-cara que no puede tener mas de 20% de simpatizantes. Tener estable una mayoria en la medida que persigan los valores en curso aunque el 80% este viviendo una ficción (Weber). Como se dice "todos tenemos derecho a saber donde estamos", yo digo: "Nadie merece creer tener lo que no tiene, creer ser algo que no és". No olvidemos que la sofisticación y los sofistas vienen del mismo árbol geneológico, raíz etimológica o laberinto, y peor pensar: Sócrates nos prometió sacarnos de él.
La ficción como artificio de lenguaje que permite sincronizar y converger fuerzas en función de un propósito “mayor”, es recurso para la reacción ante una amenaza, como los clanes barbaros (Europa) o los mapuches que se agrupaban por un propósito circunstancial, transformando su estructura social en una figura temporal de guerra. Sin embargo el sistema inmunológico es más que un sistema de defensa reactivo y mucho menos estudiado que el sistema nervioso dijo Francisco Varela, aunque la neurosis del virus informativo nos ha convencido de lo contrario. La utilidad del fenómeno no es la razón de su génesis. El lenguaje puede ser una herramienta funcional al monstruo, como es un dios a un diablo. Nietzsche de hecho afirma que Dios es tan sólo una tesis de su antítesis, una solución a la temporalidad del monstruo, hecho ahora amenaza o "falla" permanente, "falla básica".
El tema de fondo es el carácter temporal o infinito de la ficción, intermitente o continuo. El Minotauro no puede ser eterno, al menos que se viva eternamente en un laberinto, y así, este éxodo preso en una cárcel mental (o laberinto) que escapa del Minotauro o Cuco, puede confundirse incluso con la movilidad nómada por las tierras del mundo. Pero mientras uno se mueve para salvarse de un fantasma (fantasía) otro se mueve por vivir y respirar lo cierto. El laberinto como espacio horizontal tiene two options: you can “get OVER it” (olvidar arriba) or you can “UNDER stand it” (entender abajo). Las fuerzas de abajo contienen el poder real, las de arriba el especulativo. Jehova podría ser el Diablo y Lucifer ser dios.
La libertad es el absoluto del escapar como circunstancia y la inmortalidad es el absoluto del sobrevivir como circunstancia. Cuando la re-acción natural a una amenaza se perpetúa en el tiempo visible de un espacio que lo representa, se transforma en una pro-acción artificial, se invierte el sentido (Nietzsche) con los espejos (Benjamin), la contraposición es “familiar” pero inversa. De esta manera lo que era útil en el mundo (ingenio ante lo natural), es ahora una condena (imperativo ante lo abstracto), la inversión del artificio como logos social, la lucha en el racionalismo formal por ser voceros de los valores en curso.
Lo que fue sobrevivencia colectiva se transforma en la vivencia misma. El progreso es así hacer juntos por un algo que nunca terminará (teleológico o sentido del progreso en términos de Kant). En este contexto lo ficcionario de Vaihinger como la ilusión de satisfacer “exigencias profundas” son desde mi perspectiva como el fenómeno de la “fatiga” generada en un material, al cambiar fuerzas, ritmos y ciclos se radicaliza la noción del mundo y colapsa un vínculo que se sustituye por otro. En términos de Berman podría ser: La tradición dominante que rechaza pero persigue esa contra-tradición 1 que emerge e irrumpe a ratos, sustituyó el “marco invisible” de la eterna interrogante de la contra-tradición 3, que permitía a la contra-tradición 2 cohesión y comunión mas allá de sincronizar respecto a un propósito.
Francois Jacob habla del vínculo con un código (genético) inamovible que “genera” la vida, es sustituido por un código mutante que debe ser perseguido reemplazando piezas. De organismos a maquinas en una realidad virtual. La amenaza eterna permite ficciones eternas, que evolucionan, complejizan y se asientan hasta el punto transformarse en la base de una “verdad” que no sólo norma el pensar (ethos), sino también la acción (eidos). Un ejemplo: que la atracción de los cuerpos es por motivo de sus masas, es una “teoría”, en lo personal creo que la “tierra” tiene un sol interior, lo que radicaliza no sólo la noción del cielo y el infierno, sino también la corona y el reino, del futuro y pasado, de lo que en realidad somos y lo que “creemos” (intelectivo) que “queremos” (emotivo) o “debemos” (volitivo) ser. Otra triada tedioso.
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