domingo, junio 08, 2008

SOBRE ULRICH BECK


















Acerca de Ulrich Beck.

Beck define la “Sociedad del Riesgo” como una nueva sociedad capaz de cuestionar los procesos del progreso y sus efectos ocultos desde su origen industrial. Ocultos en cajas negras capaces atenuar la sintomatología a polaridades esquizoides. El sentido del progreso ilusiona al punto que los procesos no se cuestionan. ¿Como este sentido futuro es capaz de hacer a la sociedad obviar el efecto de los procesos presentes? El sentido del progreso es como un palo blanco que nos evita abrir la caja negra de su proceso. La mente con la educación empieza una carrera para toda la vida, sistemáticamente a vivir salvándose de estar en el mundo.
Este sentido iluso o supuesto por-venir es un ámbito mental que se hace compartido, que al ser “al parecer” cuestionado por esta sociedad del riesgo, evidencia lo nocivo de los procesos del progreso. La lucha de ambientalistas, ecologistas, amantes de lo natural, defensores de la paz verde y ONU. Una puesta en escena para el colectivo mundial: La ciencia revela fenómenos que son anticipados por la institucionalidad, que a su vez oriente los intereses del mundo en pos de sus políticas corruptas, manipuladas por las multinacionales. Las multinacionales instalan sus cajas negras sin distinción de fronteras con la globalización y difunden palos blancos de esperanza, ecología y salvación en ONG y la ONU, que si bien realizan ciertas tareas, provocan la reducción de la subvención estatal y su autonomía política, como una especie de subcontratación que determina finalmente las lineas de acción. Es lo que ha pasado con la eduación en Estados Unidos, los privados colocan recursos como los contenidos, dos fondos.

Al supuestamente desenmascarar la realidad con esta sociedad de riesgo, ¿ Se apaga así la lucecita de las esperanza soberana, la utopía posible, sea custodiada por Dios, la democracia, o el infinito de la matemática o la verdad, con esta sociedad que al parecer puede darse cuenta del riesgo y "verdad" de no ser parte de una nación realmente soberana?

No, ya que el sentido universal (idea) camaleónico que mantiene viva la justificación de los procesos del progreso tan sólo se transforman. Así, no cambia la dirección del sentido al punto de fuga, constante donde todo converge hacia una futura paz. Se crea la noción de que las naciones están expuestas y no el mito de ser soberanas, pero eso es una soberana huevada, ya que se evidencia un problema que lo único que pareciera generar, es romper el único lazo común que queda: la nación moderna, una construcción ilustrada que nació muerta, que nació con la intención de destruir tribus y aldeas para luego hacerlas vivir un revival virtual, extravertido a la imagen y necesidad de validación… y por la misma razón de siempre: sobrevivir como comunidad imaginable y no vivenciada, que se proyecta como puede al mundo para sobrevivir y olvida vivir.
Comunidad que se valida en la medida que converge a este universal, cada vez mas cerca de un único orden mundial, y allí se posiciona. Esta convergencia es lo que hace a la masa idiota de yo’s luchando por posición, incluso la empatía es Narcisa. Cualquier teleología convergente como norte o rumbo universal, es al menos para mí, altamente sospechoso.
En este sentido me parece interesante abordar la problemática del proceso fenomenológico-paradójico más que el sentido ontológico-epistemológico.
El sentido siempre condiciona el hacer a ser (sea tanto deber ser como querer ser) y esto varía dependiendo de construcciones filosóficas que trazan métodos sin jamás atentar con el abstracto inicial, es adecuar un universal a lo local, ya que se asume un rol (hacer) y no la revelación de una nueva existencia que emana libre desde la particularidad.

En cambio estar ante el proceso puede revelar hechos o manifestaciones que escapan del abstracto previsto.El proceso no busca precisarse para calzar en un rol o plan universal, sino por lo contrario abrirse... ¿a qué? Al misterio, a la paradoja, al vínculo intragrupal, a la epifanía, a la entropía del 2º principio de la termodinámica... etc... a todo eso que quiere escapar de la convergencia universal, de evolucionar asumiendo roles jerárquicas, de tomar decisiones donde no corresponde, para afinar e inducir todo a ser predecible. Y lo peor: hacer el mundo creer que es participe de un proceso en vías de paz, igualdad, que es cierto en rigor, ya que se trata de estabilidades. ¿Para que? Pura reflexión sin instinto.
En este sentido se puede hacer una analogía con la economía mundial y su doble lectura:

El reparto de la riqueza oculta el reparto del riesgo ya que las políticas potencian como apología la idea de que el reparto es justo, y por otra parte las ciencias esconden el conocimiento fino de los riesgos, en donde reduciendo, ocultando y denominando marginales las variables que nos afectan, ocultan verdades en pos de su progreso (obviado su proceso y efectos colaterales) con este cierto sentido... su sentido que todo justifica.Lo que era el problema del reparto de la riqueza de la sociedad industrial clásica pareciera estar resuelto, suponiendo ignorar de los efectos de los procesos, que han sido reducidos a la sola idea de que mayor producción implica mayor beneficio. Otra vez el beneficio obvia el proceso de la producción.

De esta manera hacer percibir que se gana mucho y se arriesga o pierde poco, es la ecuación permanente en constante mutación y afinamiento.

Mientras a la sociedad se le exponen riesgos y preocupaciones editados por los medios (con difusión de ONG o la misma ONU), las instituciones que se autodenominan esclavizadas por las corporativas, transnacionales o FMI, insisten que el “correcto” reparto de riquezas es la única variable que pueden manejar por ahora según Beck. Es una cruzada entre los héroes de justos discursos contra los pecadores de débiles acciones, en una gran actuación o show que en rigor no resuelve nada pero llena de esperanza.
La soberanía de las naciones del tercer mundo es algo virtual. Los bonos soberanos son un pacto con el diablo. Las ONG son pequemos mesias, jedis o profetas que difunden la buena nueva que nunca llegará, pero esta allí compensando con una pequeña esperanza.

Los justos que luchan por el aplauso y su minuto de fama defendiendo un sentido utópico e ideal para todos, y los pecadores que se resguardan en sus trincheras ante el poder, aplicando sus limitados modelos que operan con la fe de que algún día serán más justos, pero no hoy.

Por esto no creo que esta operativa añeja de parte de las instituciones, sea porque sus aparatos sean pesados y retrógrados en incorporar cambios, sino porque no hay interés en abordar los efectos a largo plazo o hilar fino en estos efectos. Las instituciones hacen ver los riesgos, que asumen y ocultan deliberadamente para obtener riqueza inmediata y hacer pactos extra-oficiales, como peligros que no se pueden controlar o medir.

Se posicionan como víctimas de una fatalidad de la que también son presas, pero existe la esperanza en la renovación de un espíritu. Por eso la idea de que se podrían anticipar efectos, pero sin exponerlos a la comunidad, ya que esto es manejado por corporativas que exigen lealtad a las instituciones que deben traicionan a sus pueblos con estos montajes disuasivos. Es lo que se supone o conoce como los hilos invisibles que mueven el mundo, realidad que nadie quiere asumir y prefiere ver como algún extraño delirio paranoico de amargados. Los efectos reales en estos escenario “sofistas” en la que la sofisticación adorna la lectura de la realidad, se hacen imperceptibles, no-cuantificables, pero que igual afectan y están allí, latentes, palpables y emergentes, asechando en silencio… y nadie se hace responsable de ellos hasta que finalmente se desatan y se hacen obvios.

Más información implicaría negación por parte de los ciudadanos frente a ciertas políticas, por eso su ignorancia o peor obnubilación frente a hechos claves, que aceptan mientras no vean. A las instituciones no les conviene cultivar la capacidad social para ver el riesgo (predecible) en un peligro (impredecible), ya que se podría anticipar y tomar acción ante él.

Ese peligro se acepta en resignación y acontece sin resistencia, como un peligro industrial que era insospechado, como un asteroide que repentinamente cae y deja la cagada sin aviso. Se debe ver el riesgo en estos peligros, pero las transnacionales no lo permiten… se terminaría el negocio.Con esta pseudo-ignorancia, las ganancias se multiplican a corto plazo ya que no se invierte en prever o mitigar efectos a largo plazo, esto porque no es necesario, nadie lo necesita realmente, la percepción se controla, como la necesidad, los sueños y proyectos. La ganancia no se critica ya que la pérdida real no se dimensiona, sino, nadie aguantaría la mayoría de las políticas publicas.

No se trata de ecologismo fundamentalista o del problema del calentamiento global, pero sí cuestionarse: ¿Y quien se beneficia realmente con estas medidas de la globalidad? Como si movilizar materias de un lado a otro no tuviera un costo más allá de un suma y resta y hacer cuadrar cifras. O acaso ¿La fe en el hiper-transporte global no pone en riesgo depender del petróleo casi monopolizado?

Se han afinado los mecanismos de dominio y control de la naturaleza, y a esto lo llamamos “sustentabilidad”, hilar fino en el impacto de procesos es una manera de sostener o extender la vida útil de las tierras y los esclavos en esas tierras. La sustentabilidad ambiental por lo tanto no es un concepto humanitario sino 100% económico. Una modernidad “reflexiva” apunta a esto, la revisión no es para beneficiar las vidas de seres libres, sino mantener en el tiempo la sobrevivencia y "felicidad" de sus esclavos. La felicidad la invento la Coca Cola y su gran concepto es la cajita feliz.

El mundo mediático pone los énfasis en lo que quiere que la gente vea y se preocupe. No son hechos científicos, sino especulación que sugestiona, por lo tanto es falacia científica. Hasta adonde se aguanta esto es la medida, no lo que realmente nos afecta, ya que estamos atrapados en ilusa necesidad, por lo tanto el dicho que: "el genuino servidor público es aquel que sabe leer y dar lo que la gente quiere”… es una gran mentira! un chiste de mal gusto. Dar lo que quieren es carta segura para reelección. Creemos querer algo que no es y lo impulsamos con la ciencia y su progreso hacia ese sentido. "¿Lo que es la tecnología no?"... que lugar común más asqueroso.

Un poco de veneno en este contexto no hace mal dicen, además la medida lo permite, porque no tiene condena pública ya que se fomenta y concensúa en los medios de todos. Se trata de popularidad engañosa (publicitada), a nadie le gusta escuchar la verdad de ciertos hechos, eso es políticamente incorrecto. Temas que para no resolverse se denominan “utópicos” de resolver, y por tanto estamos ante un destino fatal de eso irreversible de resolver. Pero la verdad es que la ciencia puede hilar tan fino en los efectos o fenómenos, que la sociedad no los acepte por sus supuestos culturales o noúmenos.Asumir socialmente riesgos revelados por la ciencia para solucionar problemas, tiene una medida prudente propia de cada contexto. Las políticas locales ideadas por el poder administrativo, son claves para asumir o disimular los conflictos sociales, por lo tanto manipulan las ciencias como reveladores de hechos, creando falsos escenarios de participación ciudadana para cuestionar y resolver.

La opinión publica generalmente ha sido una falacia, y cuando no lo es, es motivo de que cosas se han escapado del guión y su control, lo cual es el verdadero riesgo para la institucionalidad coludida, que como una Matrix, se reprograma para no atentar denuevo contra los grupos de interés, que ven el riesgo país como el único indicador para invertir.

Esta teoría de Beck es en cierta medida una critica a Luhman, quien defendiendo esta conspiración, intenta darle una explicación lógica: plantea que las sociedades deben reducir las variables de los fenómenos para complejizar sus propias estructuras auto-referenciales y autopoiéticos. Dios subió el caos al cielo para vencerlo diría yo.

Tiene mucha relación con dos visiones de la entropía: mientras unos creen que la entropía o aparición de caos en la materia nos frena, otros como Ilya Prigogine, cree que nos aviva. Tiene relación también con la dialéctica de gobernar los riesgos de Luján y Echeverría, quienes plantean que entre los hechos revelables por la ciencia y los valores simbólicos conservados por la sociedad hay un sistema de comunicación.

Mis dos dilemas del tema concluyen en lo siguiente:

¿Hasta que punto los hechos revelables por la ciencia, siguen siendo justificados por la idea de modernidad, planteado por ejemplo por Morris Berman en el Reencantamiento del Mundo en su planteamiento del pacto entre Bacon y Descartes? Cierto sistema de signos o axiomas, es instrumentalizado para servir a un soporte virtual o campo de ideas, un supuesto mental hacia donde la sociedad debe sincronizar.

¿Hasta que punto los valores conservados por la sociedad, son el mejor mecanismo para mantenerse distanciados de la fenomenología real, el llamado pecado o error, puesta en un estado de tabú fatal, poco rentable, riesgoso de abordar, que ha sido sublimado de las maneras mas insólitas desde Zoroastro? Ciertos signos vedados para encarnarse en un soporte real y somático, del cuerpo, del lugar o en todas las tierras.

ENTRA – NO ENTRES, ON-OFF

Ambas polos nunca se tocan, ya que la ciencia y la sociedad están coludidas a este plan que induce al mundo a abrir sus templos al sentido se las ideas y esclavizar sus aldeas a la mecánica del fenómeno.

Ciertos signos de la ciencia son aplicados en la medida que responden al supuesto social de la modernidad, su soporte utópico; y ciertos signos de la ciencia son vedados y moralizados en la medida que no puedan atentar con revelar el soporte real del vínculo colectivo.Es peligroso para el Complot que estemos ante un otro (dos), sin mediador (tres). Los secretos de dos no son de Dios dice el sentido común, menos común de los sentidos.Hace falta una Tribu en su complicidad intragrupal sin “una soberanía incluyente” como plantea Beck para mi sospechosa y continuadora de esta falacia. Esta ruptura o distancia real, es lo que realmente hace falta para que la vida en genuina comunidad horizontal no se asfixie... y esto antes tangible se esta liquidando silenciosamente. Una ortura que se mantiene vedada, tabú del que somos todos cómplices, un lento asesinato, como un misterio trágico allí en frente, que nadie esta dispuesto a ver.El zen lo habla, los poetas lo hablan... esta aquí y no allá, se encarna desde un pasado sin proyectarse al futuro. Lord Kelvin dijo: "Todo lo que existe, lo hace en alguna cantidad, que puede por lo tanto ser medido." Y agrego, ser tocado. No sólo es algo que no se quiere ver, sino tampoco se quiere tocar. Se prefiere ignorar, un cuerpo atrofiado y una mente hiper-ventilada.

¿Amor a la tribu o amor a la patria?, diría C. Geertz. Esa es la cuestión.

Fuentes:

http://www.universia.com.ar/contenidos/investigacion/unl/C_SOCIALES/sociologia/423.htm
http://www.clarin.com/suplementos/zona/2007/11/11/z-04015.htm
http://elblogdefarina.blogspot.com/2008/01/ulrich-beck-la-sociedad-del-riesgo.html
http://www.socialaffairsunit.org.uk/blog/archives/000318.php

4 comentarios:

katherines dijo...

jjajaj no entendi lo q escribiste,o sera q mi cabeza tiene muchas cosas q no me dejan concntrarme?
Saludos,gracias x pasar x mi blog

PALOBLANCO-CAJANEGRA dijo...

mira la verdad
lo estoy afinando
pero se agradece
(no son muchas mis visitas, por no decir nada)
entiendo lo que quiero decir
pero trabajo como decirlo

*AntagoniSta* dijo...

Mi querido Escritor:
Un exceso de calidad literaria, lo suyo.
Siempre dándome tarea para la casa, finalizar la jornada laboral no sin antes imprimir tus textos para desmenuzarlos en la comodidad de mi casa (si es con vino mediante, mucho mejor).

Claro, esta vez, ocurre como otras tantas, el hecho inhibidor en la función de comentarista de tus textos, uno nunca sabe si está a la altura de poder emitir idea cuerda.

Pero veamos... tres lecturas fueron suficientes, y una pregunta me dió vueltas y me dejó una especie de ruido (positivo, claro)
¿Hasta que punto los hechos revelables por la ciencia, siguen siendo justificados por la idea de modernidad?
Y aunque hubiera querido adelantar la lectura de algunas novelas que dejé a mitad de camino, terminaste por inducirme a ciertos libros que tenía olvidados en la biblioteca.

Los objetos sobre los que milagrosamente imaginamos en cada circunstancia edificar nuestra modernidad, han ido cambiando, y claro, eso no es novedad, causa y efecto han sido invertidos en esta generalizada imagen fetichista de la modernidad.
Parafraseando a Nietzsche, diría que el mundo moderno predica una estética del hombre libre, mientras legaliza una ética de esclavos que buscan su felicidad tras la zanahoria de la acumulación de riqueza material.
En definitiva los objetos tecnológicos y los conocimientos son convertidos en entidades decorativas que otorgan prestigio a su poseedor y no en instrumentos de elevación de nuestra productividad material y cultural.

La verdad que Don Beck
y su visión cosmopolita deja abierta la barrera de análisis y debates interminables.

Un placer como siempre recorrer tus letras, aplausos a tu dedicación.

Besos, Escritor.

PALOBLANCO-CAJANEGRA dijo...

Mi querida escritora:
Gracias por su aporte


¿Hasta que punto los hechos revelables por la ciencia, siguen siendo justificados por la idea de modernidad? La ciencia es manipulada por los voceros de la institucionalidad, manipulada por las multinacionales, pero: ¿Como nos hace creer tan magistralmente que las cosas son como se plantean?

Mi gran duda ha sido creer que el vacío primitivo y real fue sustituido por el infinito moderno hace miles de años, confundibles absolutamente y opuestos, moldeado en nuestras urbes y educación, donde se vislumbra esa seudo libertad que se busca instrumentalizando cada operación corporal reducida a sentir satisfacción si existe la realización de un trabajo (no hablo de remunerado sino básico concepto de la física). El goce compensa estas tensiones, es útil para liberar tensiones y no sistematizarse como experiencia que sería desde mi perspectiva la verdadera educación: estar en el mundo y saberse o no con malestar. Este saberse o no se engaña con todo eso decorativo que tu bien llamas, una imagen sin sentido de prestigio, capaz de hacernos tragar el malestar de todas las acciones que hemos tenido que emprender para lograr esa idea de un yo en el mundo, que enrealidad no soy. La utopía colectiva es la manera que estos prestigiosos puedan seguir sosteniendo su ilusión o espejismo, ya que necesitan nuestros aplausos, espectadores y consumidores, los rezagados que seguimos luchando por la esperanza de revertir algún día su destino y así todos en el mismo camino, vértigo que nunca nos llevará a ver el sentido de hilar fino en como realmente nos sentimos, luchamos todo el día por sincronizar, estar al día, sobrevivir. Entiendo el no sentido absoluto de esto para algunos...

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