La economía social de mercado es lo que une cada vez más: derecha-izquierda, conservadores-liberales, republicanos-demócratas, diestras-siniestras, servidores-rebeldes, de una manera sospechosa. Algo que se trata de esconder para que no muera la polaridad necesaria del espectáculo político criollo.
Estos se unen desde afuera de las fronteras, resolviendo sus pequeñas problemáticas donde muestran a la opinión publica local, caprichosas y crípticas diferencias que ya casi nadie entiende o peor le importa.
Un mercado abierto a los negocios supuestamente regulados por principios que benefician a todos los locales, es la aldea global que ambos adoran.
Se consolida el pasado conservador en un mercado global, se nutre de esperanza el futuro liberal en una cultura global, existe un sentido al parecer mas lógico y humano para este siempre renovado progreso. Se afina y renueva otra vez la utopía que justificó alguna vez a la revolución "industrial e ilustrada" o esclavitud asalariada.
Se conserva la riqueza y se libera una nueva esperanza.
Todo regulado y replanteado desde estos agentes externos globales.
Esto desde mi perspectiva es el error y la cobardía de nuestras jerarquías. Siempre he dicho que peor que el que roba en un país, es el que lo vende. Esto significa tener cojones para pararse frente a la globalización y trazar bien la cancha. No se trata de negarse caprichoso, sino enfrentarse valiente o mejor desde una cierta lucidez que apela a cosas olvidadas y menospreciadas por nuestro emergente esnobismo.
Lo olvidado tiene relación a lo siguiente:
Los conservadores de ser innovadores señores que intuyen desde el vacío su dialéctica interna de patria, se transforman en proveedores de cosas básicas para otros Mister's, por culpas y compromisos adquiridos, que sin embargo resuelven su angustia originaria de ser señores como corresponde: da miedo intuir los signos desde su tierra amada y es más fácil importarlos desde afuera como el: "Know how to make." Hasta hoy una caja-negra paralizante.
Los liberales de apelar a la magia popular y ritos locales que emana vida desde la carne soñadora, se transforman en difusores de la cultura universal y lo moderno de ideas y ficciones, que sin embargo resuelve su tormenta originaria de ser chamanes como corresponde: da terror soñar los soportes desde su tierra amada y es más fácil imitar de afuera como el: "Show how to be." Hasta hoy un palo-blanco alienante.
Aunque diferentes visiones respecto al tema, estemos de acuerdo todos que tienen que asumir ambos nuevos roles o evocar sugiero yo, sus milenarias existencias olvidadas y tergiversadas.
El conservador, ser un intuitivo que revela los signos de su pueblo como un señor real y terrestre, sin culpa o compromisos externos que lo resuelven fácil y anulan como tal.
El liberal, ser un soñador que revela los soportes de su pueblo como un chaman mágico y solar, sin ficciones o salvaciones externas que lo resuelvan fácil y anulen como tal.
La polaridad asi continua pero desde otra manera, como tambien el escenario en que tocan, en un AQUÍ y no ALLÁ.
Template Designed by Douglas Bowman - Updated to Beta by: Blogger Team
Modified for 3-Column Layout by Hoctro
0 comentarios:
Publicar un comentario