miércoles, diciembre 20, 2006

PROTOFENÓMENO - TELEOLÓGICO










El Arte como Proto-fenómeno Teleológico en la Historia de Europa.

El proto-fenómeno de Europa ha sido posible, por el sistemático despojo de realismo para avanzar hacia un idealismo, entendido como un mundo externo de las causas finales de los fenómenos, la teleología. Si en el origen, la filosofía es la madre desde donde se desprenden las ciencias o los distintos dominios del conocimiento como un verdadero perspectivismo Nietzscheano, es por medio de la causa final de la teleología que pueden volver a converger. Esto implica una nueva perspectiva donde los puntos se abren a otros en la medida que van hacia esta convergencia entendida como un verdadero objetivismo filosófico. El universo según esto tiene un propósito o último creador inteligente, donde explicando el origen del fenómeno como un determinismo mecanicista, hace posible por medio de esta antítesis, justificar la tesis de su posible razón, utilidad, rol futuro, camino de perfección, evolución y salvación. Se invierte así el sentido del tiempo y de las cosas.

El alineamiento de Europa es uno de estos fenómenos. Si los distintos dominios van hacia la misma finalidad, la idea fundamental de este trabajo es establecer una analogía entre: Europa y el Hombre, entre movimientos civilizadores y la transformación de la epistemología del hombre que los habita, de aparente diversidad en discretas convergencias. La búsqueda de esta causa final en lo lejos, ha llevado al alejamiento del lugar y lo propio, a negar el aquí por un allá, el devenir por el conocimiento, donde la experiencia o interpretación de las cosas es valida si el punto de vista planteado va hacia la convergencia o esta causa final sobre un espacio infinito sin lugar. En la medida que los sistemas logran ser aislados del aquí, evolucionan a un estado de equilibrio en el allá donde existe el desinterés, la verdad y el ideal ascético de que nada les pasará. Este equilibrio, según la teoría de evolución de las especies, permite su diferenciación y complejidad, algo desmentido luego tanto por el segundo principio de la termodinámica, como por el concepto de arte Nietzscheano que plantea esta verdad como una apariencia.

La teleología o doctrina de las causas finales se desarrolla en la escolástica, en donde las artes liberales son desde mi parecer la puesta en perspectiva de distintos dominios hacia este fin filosófico. La geometría uno de estos artes liberales, aborda la geografía tanto física como mental, en donde los hechos externos se hacen hechos de conciencia, el mapa pasa a ser el territorio, las relaciones simbólicas establecidas en una dimensión sobrenatural son reforzadas por los contrastes empíricos en lo natural. Esto implica la reducción del vínculo primario con el lugar por la constitución de formas de representación para proyectarse fuera de él, lo que ha permitido alinear el continente desde la identidad reactiva a un contrario o alteridad, y no desde una distancia propia que Nietzsche llama “incomposible”. El renacimiento ante la escolástica es desde mi parecer el ejemplo más emblemático de esta actitud reactiva, que paradójicamente queda supeditada a este contrario en el momento que usa la problemática de este de manera antagónica para re-inventar y “salvar” su propia dialéctica interna. Antes de llegar a este hecho, me interesa establecer una pequeña hipótesis acerca del origen de la Escolástica y el Renacimiento.

Todo colectivo tiene un vínculo primario con un lugar, la aldea como fenómeno pre-urbano gozaba de un vínculo o lazo primordial de soporte muy elemental. El uso de artificios rituales era básico y auxiliar a los cuerpos de sus chamanes o sacerdotisas quienes eran ellos mismos sujeto de arte, el cuerpo era arte en comunión directa con su clan, reforzando una mágica y misteriosa simbiosis. Al hacerse más complejos los artificios se tornan tanto objetos como soportes de representación, donde paulatinamente el cuerpo se sitúa
al margen del hecho colectivo, generando un alejamiento en soportes espaciales que se ordenan en instancias de exclusión o intercambio controlado. Surge así, la ciudad en que sistemáticamente se moldea la cultura civilizadora y en donde la arquitectura ya no sólo es respuesta al medio como condición primaria de refugio y vínculo, sino representación artificial de un “entre” dos mundos, custodiado por una elite sacerdotal. El evidente debilitamiento, dicotomía o transformación de este lazo primordial: Chamanes–clan, se re-articula de distintas formas de acuerdo a contextos, que en Europa pueden ser considerados principalmente dos:
1. Contexto Nórdico, aislado y de pequeña población, medio natural hostil y escaso. El movimiento se genera en el centro, donde la mirada permanente por hacer esfuerzo de mantener la luz, es regulada por una elite que seduce y protege por medio de artificios entre-abiertos, donde el esfuerzo e iniciaciones crean posibles acercamientos al centro de luz, un otro.
2. Contexto Mediterránea, de convergencia y grandes poblaciones, medio natural sobreabundante. El movimiento se genera en el borde, donde el tacto permanente crea mercado y fiesta regulado por una elite que somete y protege por medio de artificios entre-cerrados, donde el goce y espectáculo, distrae del centro de misterio, la nada.

Ambos artificios crean una especie de compensación simbiótica con respecto al medio natural y son coherentes a una dialéctica interna propia o lazo primordial. El artificio mediterráneo regula el desborde corporal, mientras el nórdico con la mente alimenta la escasez. El lazo primordial natural sin embargo, es vulnerable al artificio abstracto que puede generar en él, un rompimiento irreversible por medio de una fuerza que se “vuelve contra sí misma”, quedando la “existencia presente del lazo” que está y vive en comunión con los lugares, como algo no valioso en sí.

Nietzsche llama a esto “alejamiento nihilista de la existencia”, que tiene según dice dos tipos de alejamiento: el deseo de la nada y el deseo de ser otro. Dos maneras en que la existencia es despojada del lugar y la vida, dos tesis que surgen como hechos reactivos a esta alteridad, antítesis o fuerza que hace al lazo primordial volcarse contra sí mismo. El lazo primordial como amable pero enigmática fuerza implosiva, de alguna manera se invierte, entremezclando su misteriosa cohesión, con formas extravertidas, complejas y sofisticadas de identidad referidas a esta emergente seudo-alteridad que se torna gravitante y des-articuladora de la armonía interna. La representación formal que surge como nuevo efecto reactivo, puede contar con presencia formal y monumentalidad, pero es tan solo un pálido reflejo de esta sutil potencia intra-grupal en términos de Edward Hall, una verdad aparente pero útil para el vínculo intergrupal del colectivo con la nueva vastedad del territorio, en vías de articulación con el espacio infinito, finalidad teleológica del proto-fenómeno. Una gravitante mutación de este lazo primordial, se origina en Grecia y se propaga por estos dos contextos recién mencionados de Europa, donde se acentúa en ambos casos la fisura del lazo por medio del nuevo artificio que va influyendo en todo el mundo aldeano sobre el cual se difunde, mimetizándose en las “formas” de ambos mundos:
1. La Grecia Arcaica de templos y pueblos de iniciación que prometen poderes luminosos y el deseo de ser otro, propagada mas allá del Rhin y Danubio. El luminoso artificio generador ante la escasez, se descompensa acentuándose el delirio de poder ante el ser otro, potenciado por iniciaciones.
2. La Grecia Magna o Clásica del espectáculo dirigido que oculta poderes represivos y el deseo de la nada, propagada por el mediterráneo. El misterioso artificio regulador ante la sobreabundancia, se descompensa acentuándose la fatalidad criatural ante la nada, ocultada en el espectáculo.
Otra idea fundamental del trabajo, es plantear la importancia de este proceso previo para hacer posible la propagación de la escolástica - gótico y la posterior reacción del Renacimiento. Existe un hito de las artes que considero gravitante para este caso, donde se expone el fundamento de un proceso que estaba al final de su propio desarrollo nórdico y crea una interpretación reactiva por su contraparte mediterránea. Plantea en esencia la posibilidad de un infinito habitable para ambos, capaz de poner en perspectiva las realidades hacia una misma unidad.

La Condena de París de 1277, en La Escuela de Arte de la Sorbona, es un hecho fundamental al arte y su historia e influye significativamente en el sincretismo de ambas vertientes de Europa. Dos de estas condenas específicamente tuvieron una gran influencia por lo que se dice a veces “cristiana”, en la transformación del pensamiento y arte occidental posterior. En términos muy generales estas son:

1)Dios puede mover el universo en movimiento rectilíneo. La necesidad de un cuerpo fuera del finito para poder verificarse y ser movido aquí por una posición allá. Lo vinculo con la tesis de la cuarta antinomia de Kant que plantea sobre “un ser necesario.”
2)Dios puede crear infinitos mundos. La existencia de mundos paralelos. Lo vinculo a la tesis de la tercera antinomia de Kant sobre “otra causalidad no natural.”

Aunque el cristianismo se podría considerar el agente articulador de este sincretismo, ya existe previamente en ambos procesos. Lo interesante es el nuevo soporte abstracto en construcción, capaz de sostener y difundir de una novedosa manera esta figura cristiana y mimetizarla en contextos nórdicos previo a su planteo de 1277, y luego por medio del mismo planteo ejercer la influencia reactiva que tuvo sobre el mediterráneo Renacentista. Se trata de una manera de planteo sin precedentes, una nueva entelequia que se ha relacionado con lo Teosófico y Teúrgico, que describe un mundo divino que articula complejos sistemas de especulación en que la doctrina del Séfirot es su hilo conductor. Práctica especulativa donde atributos intra-divinos elaboran una paradójica calumnia a la experiencia antropocéntrica de los lugares y las cosas, la vivencia y la comunión real de los distintos mundos paganos.

Vinculo este fenómeno “permeado” por el continente, al origen del espacio infinito. Los morfólogos de la cultura, dicen que la cultura europea se define por tener como símbolo primario el espacio infinito. Este soporte abstracto inicia en Europa el alejamiento del realismo peripatético rompiendo una misteriosa estructura que vinculaba el espacio con los lugares, para liberarlo o mejor radicalizarlo, transformarlo y referirlo al espacio infinito, nuevo orden para salvar de los artificios descompensados de las elites locales para con el lugar. Por lo tanto:

La condena responde a un proceso pasado: “La racionalización escolástica del ideal nórdico plasmado en la arquitectura gótica.”
La condena genera un efecto futuro: “La manifestación formal reactiva mecanicista de la arquitectura Renacentista.”

Entre las reacciones a lo postulado por las condenas es clave el Nominalismo de Ockham, que sirve a la re-interpretación del realismo escolástico por parte del renacimiento. Esto permite al mundo mediterráneo independizarse de ciertos dogmas arrastrados por “su” propia historia, cuyo proceso empírico paradójicamente llevó a crear y creer en la concepción del cosmos como una gran maquina de causalidad, pero ligada igualmente de una última causal que reconoce pero solo desde la fe. Es la conquista aparente del humanismo natural y abstracto, que ironizó e incluso condenó el orden “gótico” y su matemática generadora de dinámica especulativa pro-activa a un orden sobrenatural o intra-divino. Sin embargo esta crítica y reacción al ejercicio pro infinito, fue a la larga una actitud reactivo que siempre desde la ambivalencia paralizante, los ha mantenido al margen y relegados de la dialéctica científica moderna.

Por otra parte el gótico-escolástico, es de “cierta manera” una analogía y respuesta consecuente con la búsqueda de conexión del mundo nórdico con un orden divino, espíritu solidario de climas hostiles, creador de un verdadero ideal colectivo al cual la conciencia individual se esfuerza en alcanzar por medio del denso pensar, que veremos mas adelante derivó en el desarrollo del absoluto racionalista abstracto, al abandonar la psique o alma de su mitología y lugar, congelado y reducido como un enigma indescifrable y estéril, por la conciencia en busca de la nueva razón.

La reacción mecanicista sirve al Renacimiento para independizarse de dogmas atávicos pero también de mecanizar sus mundos oníricos y sensualistas, constituyentes de su caos amable y encanto mediterráneo, que a pesar de los poderes represivos subyacentes, evocaba entre el espectáculo dirigido y las máscaras, esa añoranza de pasado aldeano y vernáculo del Lar. Se empieza a perder esta añoranza pasada con la concepción de esta nueva máquina o nueva ciencia futura, donde su causal última se aborda desde una fe reactiva al dolor corporal y no pro-activa de una entelequia mental a modo nórdico. Al mecanizarse el mundo onírico mediterráneo, la ultima causal es él escapa necesario por medio de la fe planteada por el nominalismo o misticismo para sublimar la nueva realidad mecánica y dar una alternativa al incierto. La reacción a las Condenas libera así al humanismo de su pasado dogmático pero condenan la magia mediterránea, su misterio somático, el mundo del Lar y su mágica Epifanía, al ser sublimado y no encarnado en los lugares. Si el ideal nórdico, alma psíquica o inconsciente fue congelada como conciencia en busca del abstracto del fenómeno inmanente; el hogar mediterráneo, lar o subconsciente fue sublimado como supra-conciencia en busca del abstracto sin fenómeno en lo trascendente. La razón escolástica está presente en ambos mundos, pero este proto-fenómeno de Europa mas bien espiritualista del que habla Husserl, afecta internamente la dialéctica nórdica pero no así a la mediterránea, que tiene la ventaja de vivir esta ambivalencia o paradoja desde afuera, lo que también implica que no existe un participar directo en la intervención de la materia y desarrollo de vanguardia científica, lo que lo mantiene al margen tanto en términos ideológicos como prácticos.

En el momento de las Condenas el Gótico ya estaba siendo materializado sobre territorios de Europa, consecuente con la lógica trascendente que intenta plasmar en la sociedad. El ideal escolástico, analogía con el “ideal concreto” del lugar nórdico, racionaliza la psique o alma del lugar, sobre un mundo paralelo y abstracto, donde la clarificación, ingravidez y tensión espacial explicitada y materializada en las catedrales góticas constituye un ejemplo de las primeras puertas a este paralelo del espacio infinito moderno, geométrico y matemático en busca de lo sobrenatural de la materia. Los constructores de templos se hacen constructores de sistemas en el orden social abriendo los templos, como matrices de liberación que atrapan y comprometen al nuevo prisma, como un laberinto sofista de las palabras dispuestos fuera de la realidad en un tiempo de especulación pura que se impone sobre el fenómeno.
La eficiencia y el orden, es algo intrínseco a esta mentalidad, que al derivar en el racionalismo mantiene su estructura pero de manera abstracta, perdiendo su esencia concreta e ideal intuitivo, su psique entendida como alma y mente, en donde vive hasta hoy una eficiencia práctica pero apatía afectiva, una empatía instrumental, la cual permite operar y sincronizar pero no comunicarse con el lugar mágico pero si ecológico y auto-sustentable.

La Condena de París acontece entre el pasado escolástico y el futuro renacentista en Francia, lugar donde converge y se influencia tanto el mundo nórdico y mediterráneo:

Concluido el proceso transformador del ideal nórdico por parte de la Escolástica, se constituye una analogía al antiguo ideal nórdico. Nuevo mundo nórdico-sajón, donde la influencia de infinito racional y su empirismo innato, generan la obsesión de transfigurar la materia en orden y razón, pura y eficiente, instrumentalizar hasta la perfección, forzando por la utilidad técnica, los propios procesos naturales de la materia. Esta mirada sustituye la “intuición esencial” o ver nórdico en la naturaleza. Desde la razón instrumental se aborda la materia. La razón empírica es una reducción no constitutiva del original “ver” el lugar nórdico desde el alma y no sólo mente.

Hacia el Futuro, se genera la visión mecanicista del Renacimiento mediterráneo, que libera el mundo sensualista-onírico subyugado a su represión ancestral. La concepción mecánica del fenómeno da utilidad a los sentidos dispersos por la condición al dolor subyacente y los encausa a encontrar una causal de su nueva ciencia por medio de la fe. La fe a diferencia de la razón no conecta la realidad con lo extra-mental, manteniendo lo concreto independiente de esta dimensión pero fundamentada en ella sin hacerla constitutiva del finito. El mundo mediterráneo es así una ambivalencia existencial entre un cielo e infierno, donde la ultima causal del mundo mecanicista es una alternativa que puede salvar del origen trágico, pero simultáneamente lo despoja y sublima de su hogar Lárico. Nuevo mundo mediterráneo-latino de la epifanía imaginaria. La razón fantástica es la sublimación sustitutiva de la “premonición lárica sustancial” o sentir el lugar mediterráneo desde el cuerpo y no sólo la mente. Sin cuerpo el lugar es un transitar a la deriva en una eterna ambivalencia entre añoranza dolorosa y salvación eterna.

El alma nórdica se abstrae y el cuerpo mediterráneo se sublima. Despojadas de sus respectivos lazos primordiales para con el lugar, ambas formas toman roles con respecto al alineamiento teleológico del espacio infinito. La magia nórdica influenciada por la matriz racional elabora una razón empírica de finalidad practica, útil al mundo de la industria y el desarrollo. El subyugado sensualismo mediterráneo origina una visión mecanicista que anhela una causal última de la razón fantástica, útil al mundo de la democracia y la fantasía. El inconsciente nórdico es reducido al consciente, como el subconsciente mediterráneo es sublimado al supra-consciente. Estas cuatro dimensiones son factores constitutivos del modelo que se pretende plantear en este trabajo, para establecer una analogía entre cuatro roles de Europa y cuatro dimensiones del hombre.

Desde la Condena por más de 200 años se empieza a dilucidar el vínculo racionalista-empírico como sincretismo hacia el modelo de la ilustración (1500-1750), operativo para los países nórdicos y ambivalente para los mediterráneos. La analogía entre matriz gótica y madona mediterránea que hace Fulcanelli ejemplifica muy bien como se establecen estas dos posiciones ante un mismo paradigma del espacio infinito: formuladores de campo y usuarios de campo. Una dicotomía que hasta hoy mantiene

separados los países desarrollado de los subdesarrollados, protestantes de católicos. El racionalismo latino es re-activo al infinito, en cambio el sajón es pro-activo al infinito. Esto implica una diferencia fundamental: Que a pesar de que existe en el mundo una aceptación formal del modelo de lo infinito, para el grupo sajón responde con cierta lógica a su constitución ancestral y por ello le funciona, en cambio para el grupo latino es una gran paradoja ante la cual se mantiene a un cierto margen. Para el nórdico-sajón la concepción racional le sirve para intervenir en la materia, en cambio al mediterráneo-latino la concepción racional le sirve para escapar de ella.

La Condena de París es el planteamiento de una concepción teórica del arte, que constituyen una causalidad gravitante para el pensamiento moderno de occidente. Es un hecho que articula la dialéctica por-activa y re-activa al proto-fenómeno europeo. Sin embargo la identidad reactiva mediterránea como surge desde su alteridad pro-activa, “aunque no quiera”, también es constitutiva de este proto-fenómeno, asumiendo el rol de un crítico sin voz real. Aunque América del Norte, en especial EE.UU. ha sido la depuración del modelo ilustrado, América Latina puede revelar pensamientos sustanciales acerca de su herencia pre-ilustrada del paradójico mediterráneo, como también del romanticismo germano según Mario Góngora. Ambas vertientes que hablan de la añoranza por el lugar ancestral, están latentes en nuestra cultura hasta hoy, que en lo medular nos generan a mi parecer anticuerpos a la ilustración y al imperialismo anglo-sajón, quienes han secado las venas abiertas de América Latina por tanto tiempo.

Como se puede ver se crea una curiosa mixtura: dos sentidos inversos ante el mismo modelo racionalista-empírico de la ilustración. Si la trascendencia sólo es posible asumiendo ciertas condiciones del espacio-tiempo (Kant), podría yo agregar que los nórdicos se encuentran en la vanguardia de esta: “trascendencia desde la materia” y los mediterráneos creen que asumiendo ciertas condiciones también podrán entrar, lo cual es falso. El iluminismo francés-latino es el vocero de la democracia moderna, que sin embrago a ratos en la angustia, la veo tan sólo como un “palo blanco de especulación, espectáculo y esperanza”, que nos aliena de un hecho ineludible y fáctico, que el naturalismo anglo-sajón y luego utilitarismo estadounidense son dueños de la industria, de la tecnología o “de la caja negra de opresión y enigma”. Se repite así en el mundo global, el mismo fenómeno que existió en el mundo mediterráneo: “El Espectáculo dirigido o artefactos de poder desarrollados por el Arte despiadado del siglo XX, ocultan nuevamente a escala planetaria, la misma fuerza represiva de las cajas negras de la ciencia, que nos obliga alejarnos de la existencia, nos obliga alejarnos... hacia el deseo de la nada o el deseo de ser otro.”

El arte esta hoy interesado en la nueva ciencia, justamente por el hecho de que el arte se ha preocupado por mucho tiempo de alimentar la razón fantástica que oculta los efectos de la razón empírica recién expuestos. Mientras las artes no planteen expresiones basadas en las nuevas verdades reveladas por la ciertas filosofías y la ciencia actual, siempre será un discurso reactivo y sublimado del hecho fáctico e ineludible de que los fenómenos son manipulados en el mundo desde la visión utilitarista de origen teleológico.

Esto implica crear una interpretación de la historia, modelar su desenlace a partir de la interpretación para extraer patrones, predecir su posible desenlace y alcance actual, y finalmente ir al rescate de elementos residuales del proceso que pueden ser agentes eficaces para cuestionar esta verdad aparente que vive el mundo. Luego de hacer una interpretación del proceso, existen temáticas de ciertas filosofías y la nueva ciencia que pueden servir a la teoría del arte para hacer frente a la calumnia del proto-fenómeno o verdad aparente de occidente:
Construir un nuevo paradigma del acto corporal. Fundamentar lo necesario de re-situar el arte en el sujeto del ¿quien es arte? de Nietzsche, y re-situar el arte como el lugar Lárico del encuentro. Establecer puentes entre la hermenéutica y la fenomenología. Nietzsche y Deleuze (Lógica de la Sensación), Husserl y Merleau Ponty (Filosofía de la Percepción). Plantear el segundo principio de la termodinámica en contraste a la teoría de la evolución. Plantear lo urgente que es recuperar la identidad somática del sistema inmunológico que se comunica con lo afectivo, para compensar la identidad síquica del sistema nervioso que se comunica con lo cognitivo, esto creo yo, puede permitir fortalecer la dimensión somática-inconsciente ante las “representaciones concientes”del sistema nervioso, que se han podido elaborar con rigor entendiendo sus mecanismos de percepción y creando analogías cibernéticas con su manejo hasta abusar de él.

La lingüística, la gestalt y las unidades conceptuales como totalidades desvinculadas, son difundidas por poderosos medios audio-visuales de comunicación indirecta, que más que facilitar y comunicar información, han “anulado y no aunado” los demás sentidos del cuerpo, donde existe la angustia no asumida, sedada y dejada al margen por el nuevo orden cibernético de la inercia polar que plantea Paul Virilio. Esta identidad somática-afectiva en términos artísticos, arquitectónicos o urbanos, tiene directa relación con una escala acotada de dominio, en que los actos del “cuerpo todo” contacten con otros cuerpos, re-posicionando el lazo primordial o intra-grupal, no tan sólo como escala intima o privada, sino como fenómeno básico y constitutivo para cualquier escala de dominio y cualquier rango de toma de decisiones. El lazo primordial no es integrado y reconocido, sino contrastado por el macro sincronismo intergrupal de la eficiencia global, que hipoteca:“El existir por estar aquí” con “el hacer para ser allá”.

Lo mediterráneo tienen una deuda con el cuerpo, la premonición afectiva y lo subconsciente, como lo nórdico tienen una deuda con el alma, la intuición lógica y lo inconsciente. El espacio infinito se habita en todo el mundo con la sola razón de su ser, que los mediterráneos ya no habitan con el cuerpo de su Eros, como los nórdicos tampoco habitan con la mente de su Psique.

II. Base Metodológica:

Siempre en actitud crítica frente al proto-fenómeno de finalidad teleológico, vista como verdad aparente que se propaga por el mundo occidental, la idea es:

· Elaborar una interpretación de la historia Europea y posteriores efectos en América.
· Modelar dialécticas del proceso a partir de la interpretación para extraer patrones.
· Predecir su posible desenlace y evidenciar su alcance actual de “verdad aparente”.
· Rescatar elementos residuales del proceso que pueden ser agentes vitales para anexar con temáticas contemporáneas de ciertas filosofías y ciencias que pueden servir a la teoría del arte para hacer frente eficaz y no sublimada de esta calumnia.

Apoyando de modo gráfico el método, establecer analogías a modo de la geometría de las artes liberales entre dos dominios distintos: Europa y el Hombre, donde cada dominio consta de cuatro cuadrantes o dimensiones que representan tipologías culturales y dimensiones de personalidad como roles de ambos procesos. Estas analogías establecidas irán constituyendo el discurso sobre la transformación tanto territorial como antropológica. Se trata de construir un modelo que proporcione múltiples puntos de vista y que fije además un contexto epocal adecuado para darle sentido al relato. Me interesa presentar un relato de manera hipotética y heurística antes que expositiva, tratando de lograr una forma activa y múltiple de mostrar la información y no tan dirigida y lineal. De esta analogía entre los dos dominios modelados desde una visión de matriz sistémica, se desprenderán deductivamente los grandes lineamientos del relato y temáticas específicas relativamente cerradas.

Me interesa el método planteado por la epistemología evolutiva / ecológica, que consiste en mostrar constantes codificables de estos dos dominios, donde los distintos códigos puedan revelar semejanzas formales que se aplican analógicamente a constancias secuenciales de diversos órdenes y procesos. Buscar esquemas similares por sus estructuras relacionales, sus sistemas de comunicación y sus finalidades. Ejemplos donde se aplica este método puede ser en las relaciones que encuentra Max Weber entre la ética protestante y el espíritu del capitalismo o las que encuentra Erwin Panofsky entre la arquitectura gótica y el pensamiento escolástico. También se han descubierto esquemas similares entre la anatomía y la gramática por medio de este método.
Los modelos serán confeccionados con múltiples recursos gráficos de forma, color, figuras y fondo que construirán símbolos sobre el soporte de modelación. El Auto-Cad como herramienta de dibujo permite yuxtaponer capas, rotar elementos y jugar con geometrías muy complejas, donde por medio de un posible juego se construirá el discurso de las analogías y patrones, pero en donde la actitud crítica frente a los proto-fundamentos será de desmoronarlos desde la especificidad y no usarlos a modo de fundamento para generar reduccionismos. Esta manera de establecer analogías está en las raíces mismas de la cierta poesía y el zen, donde las estructuras son paradójicas y no lógicas.

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