miércoles, diciembre 20, 2006

LA APATÍA DEL MUNDO NACE EN LA CIUDAD EFICIENTE




Antes de la introducción tentativa, presentare un índice también tentativo sobre las ideas del trabajo que pretendo ordenar y afinar, lo cual podría llegar a ser más extenso que la confección de la pauta general de estos mismos temas (no expuestos aquí pero ya esbozados), por el hecho de que se someten a un proceso constante, que en cada nueva lectura que logra entrever el espíritu general del trabajo, unifica mas las partes expuestas, en un acercamiento cada vez más fino al problema global en cuestión. Porque creo que los detalles no son detalles sino que son en la literatura la única manera posible de mostrar en un testimonio certero de imágenes, lo absurdo que puede resultar pretender hacer una modelación arbitraria y demasiado evidente del universo, para arrimar a ella a un colectivo carente de originalidad, arraigo y critica.


Puntos a tratar, dispuestos en un “cierto” orden.

Introducción.

Reseña Histórica.

Modelo: Partes dispuestas sin puentes claros que la estructuren.

· Referencias Modélicas: (Cábala, Astrología, Mandala, Gestalt, K.Wilber, F.Varela, J.Garretón, H.J. Eysenck, B. Spinoza, J.J. Pérez.)

· Algoritmos unidos por imágenes, hacen vibrar una estructura sin fijación
· Modelación para jugar, mapa para explorar. (Ver modelo en hoja adjunta)

· Experiencia v/s Modelación. El mapuche siente, el occidental sólo ve.
· El modelo es absurdo ante la experiencia. (unidad y dualidad)
· Modelo se hace carne desde el oficio y los sueños, es sólo una herramienta.

· Signo como condensación del Modelo
· Valor agregado del signo sobre el modelo: valor inconmensurable.
· Signos percibidos encarnan los sueños dormidos.

Pirámide: Pueblo entre Signo y Naturaleza.

· Signo de la Pirámide: Encarnar la Partícula Atómica. (Voluntad de Dios)
· Entorno Natural: Transmutar la Gracia. (Manifestación de la Divina)
· Signos: Adentro son, afuera representan. (Poder sutil - evidencia ligera)

· Signos ligeros. (Dispersión del signo) – Signo familiar. (Cohesión de vida)
· El misterio del signo – paradigma de signos


Signo preciso y naturaleza desbordante.

· Signo: “Peso específico” certera distinción entre: Gracia pura y Confusión.
· Natural: “Estado de gracia”, distingue diferencia entre: Certeza y Demencia.
· Signo llevado a la falsa moral – Naturaleza llevada al artificio ideal.
· Confusión amparada, demencia excomulgada.

Arquitectura: ¿Libro abierto o signo para abrir los ojos?

· Atención de las masas con un mínimo de recursos. (Inducción conductual).
· De Conducción sugestiva a Inducción conductual. (La economía prima).

· Materia y Forma de la Pirámide: Densidad y Certeza.
· La densidad moral esta ausente de la arquitectura plástica.
· Contexto y Signo (lo global y lo Intimo).
· Entornos de Gracia sin cohesión (Ligero sin Denso: Apatía “light”).

Modernidad: Tergiversando el significado de una constitución de Clan.

· Carencia: Noción del tiempo discontinuo (La intuición expectante).
· Apatía: El ojo anula el complejo sensorial.
· Resilencia: Entorno afectivo distinto un Entorno ideal. (Para la Gracia).

· Mal concepto de lo local es inducido por lo global.

· Familia: Clan en un entorno, signo sobre lo extenso.
· Escala Trastocada (Familia y Ciudad)
· Entorno exterior (gracia popular) – Templo interior (signo nobleza)
· Lo Folclórico – Lo Iniciático.
· Snobismo adolescente: Menosprecio de lo propio, pretensión de un mas allá.
· ¿Colectivo construido desde naturalezas locales o categorías globales?
· Cuando la abundancia de muestra se puede compara; menos mal que los caudales que me interesan son invisibles.

El tiempo se expande y El espacio se concentra.

· Anomalía Urbana: El tiempo se concentra y el Espacio se expande.

· Espacio (Extenso y Cohesión)
· Tiempo (Fragmentado y Continuo)

· Juan Borchers: Organo Plástico y Organo de la Voluntad.
· Lo Privado en Noción de lo Publico. Oasis sensible en un desierto visual.
· ¿Cómo vera un ciego la arquitectura?
· Espacio Discontinuo: Cohesión en la extensión.

Cuatro elementos para desenmascarar la viciada noción de dualidad.

· Cuatro focos sobre una diversa Europa.
· Empirismo Inglés y Especulación Francesa: Alianza Lógica.
· Ciencia y Filosofía: Micro Prismas y macro Modelos.

· Socialismo capital v/s Fascismo comunitario.

· Italia enamora a Alemania. (Federíco II concede Alemania antes de Sicilia.)
· Simbiosis: Entornos de Gracia e Interiores de Fuerza.
· Sublimar o Transmutar. Devorar o Encarnar.
· Cuatro colores, tres formas.

· España: Puerta de Europa.
· U.S.A (Estados Unidos de Norte América): Ventana de America.

· Inglaterra - Francia v/s Alemania - Italia. (Igualdades y Diferencias)
· Misterio Mapuche: Fin de la dualidad en los mundos.

Matriz Femenina: Gracia sin fantasía.

· Los Reyes no pierden la realeza de su reino por la falta de una corona, sino por la ausencia de su amada.
· Emancipación femenina: El “hogar de fuego” no es ya la referencia del mundo.
· Amada Inmortal: Sueño de un Caballero.

· La Patrona de Chile: “Ethos” cultural que no puede atrapar la Red Ilustrada.
· “Celebrity Death Match”: El Tío Sam v/s La Virgen del Carmen.

La paradoja consciente, me llevo a los sueños desconocidos. (El no camino)

· Deseo en el sueño: El que se arraiga invisible en la carne diurna, no es la causa visible de la polución nocturna.
· Promiscuidad latina del choque, distanciamiento sajón de la apatía.
· Esperanza pagana carente de misterio, esperanza crédula plena de paradigma

· Sueño acentúa en la carne algo que lleva a que se escape. (¿Contradicción?)
· Idea consolida en la mente algo que lleva a que la busque. (¿Coherencia?)
· Entorno de cierto concilio – Entorno de cierto caos.

· Las ideas abstractas para la fantasía terminan en tormento.
· Los sueños encarnados para el sentido terminan en paz.


Queridos ángeles mundanos: La caída es inevitable.

· El Angel caído recién puede soñar.
· Los sueños harán la caída menos dolorosa, mientras antes mejor.

Verbo Revelado v/s Ciencia Axiomada.

· Moralistas del misterio v/s Idealistas del paradigma.
· Misterio y Fenómeno.

· La revelación absoluta del misterio: La Gracia.
· La ecuación suprema del fenómeno: El Signo.

· Signo: Cohesión sustancial o cárcel mental de algoritmos.
· Gracia: Armonía esencial o despilfarro corporal de espíritus.

· La razón y la fantasía sólo existen para la intuición.
· Axiomas y Revelaciones no son Intuiciones
· Intuición como análisis fino al fenómeno. (foco de mandala)

· Categorías del espacio extenso, las naturalezas del tiempo continuo.
· Sin datos, la acción nace de la pasión. (E. Trías)

· Fenomenología: Intuición Científica del Grial sin la Amada Inmortal.
· EL científico se esfuerza en buscar el fenómeno, el poeta se esfuerza en no desbordar de fenómeno.
· Lo masculino va en busca del misterio donde lo femenino ya está.

¿El arte de la religión o la religión del sortilegio?

· ¿Podrá Dios ser bueno y Todopoderoso?
· Epicuro: “Le quedó como poncho” a Agustín el Santo que no cree en el mal.
· Religión: Los pobres de espíritu no son mansos de corazón.

· La premonición. El misterio ya encarnado en el sujeto.
· La idea es fantasía que se adelanta al pasado, el sueño es carne que se contiene del futuro.
· Milagro de la resurrección: La vida después y fuera de la muerte o La vida antes y dentro de la muerte.

· Sacramentos: Ritos celosos de los que atesoran el misterio.
· Artista: Sujeto ya en noción del tiempo continuo que crea un objeto que venga en su rescate. Cuerpo manifestado como ancla en lo no creado.


Cristo y Buda: El Gran Equipo.

· Chamán del Pueblo y Noble de la Elite.
· Tantos desesperados dicen Cristo, tantos snobs dicen Buda.
· La ilusión que fortalece, el miedo que da goce.
· Cristianismo Primitivo en comunión con Budismo Zen.
· La convención sublima un Buda y se devoró un Cristo.

Mundo Moderno: Tanta contradicción sin carencia.

· ¿Dormir para trabajar o descansar para soñar?
· Contradicción existencial: Pretender el cielo, ambicionando la tierra.
· Bases en el aire, objetivos por el suelo.
· Ideas para el negocio sin sueños para el ocio.
· Negocio niega el ocio, la rebeldía niega la acción.

· Positivismo: Destruye la noción de lo ausente, construyendo absoluto ideal.
· Dinámica (movimiento) que no termina de buscar el límite
· Negativismo: Reconoce que hay algo ausente, viviendo desde esta realidad.
· Pasión (quietud) que termina descubriendo sus fronteras

Pueblo Chileno: Entre supuestas ideas y precarias tecnologías.

· Terratenientes tecnócratas y pueblo ilustrado: la gran falacea.
· Chicago Boys: Ambicionados por técnicas que los superan.
· Socialistas renovados: Pretenciosos de discursos que no les pertenecen.
· “El Club de los Depredadores Románticos”.
· Formar un abogado es más económico que formar un soldador al arco.

· ¿Vivimos la economía ideal o un vago ideal de economía?
· Lo global nos obliga a acordar luego o nos dejará allá, en nuestro acá.
· Empresarios Chilenos: “Enfrentad al colonialismo español y no os conciliéis con los gringos del low profile”.

· “Los bosques del sur de Chile, contienen los desiertos de su norte”.

Depredadores emborrachados de fantasía celeste, déjenos algún mundo subterráneo para soñar, algún bosque encantado.

Antes de empezar:

“Hace algún tiempo me atrajo el tema de los sueños y los comencé a anotar religiosamente todas las mañanas, dieron lugar a pautas y patrones que empecé a idear y configurar. Llegue a un punto donde la especulación despierta sobre estos “modelos”, ya ajenos a mi cuerpo, no me dejaban soñar el arraigo de los verdaderos signos próximos e inciertos que consolidaban la realidad que amaba cotidiana y viva. Esto me tuvo por un tiempo en un estado disperso y frágil, donde me sentí desesperado por construir un cielo en el cual descansar mi cabeza ya desterrada del mundo percibido. Así lo hice, construí un lugar para el devenir, donde llegue a operar con cierta tranquilidad. A veces retomaba con susto la causa de estos modelos ideados, bases en el aire, navegando en un cielo donde luego siempre caía, la mayoría de las veces angustiado, otras me hacia el indiferente. Hace un tiempo sin proponérmelo, (con el uso de la paradoja como la única herramienta en el ejercicio despierto), he estado soñando estas ideas, donde los sueños cedieron a dialogar con ellas, pero invitadándolas a su mundo. Resultaban las ideas desde aquí más amables y familiares, como si algo las amara con ternura, sin importar lo que pretendiesen, impregnándolas de un cuerpo incierto. Aunque la continuidad y precisión no estuvieran presentes, algo calmaba el azar, algo sin forma, donde me llego a parecer que los sueños quisieran decir que no es el espacio que vemos lo que une las cosas, ni las imágenes o fantasías, sino un tiempo en la carne. Un tiempo que sólo se siente desde la añoranza, sin llenar de ruidos lo que eso angustia, llamando en secreto a la templanza sin noción de otros tiempos, que se sitúa ante las cosas logrando permanecer lo necesario. Ante esto, las cosas evocan el ocio sabio, el que calma la vigilia y la precisa en el obrar certero y solitario. Sueño así en paz en las noches con mi amada y madre, donde en el día la recuerdo y obro para entregarle ofrendas, lo cual me da risa, porque la fantasía en mi caso la uso para encubrir estos ritos mágicos en hechos cotidianos, escondido ante los ojos del mundo, para que no me encuentre tan loco. Esta amada que en todos habita, fue devorada y no encarnada por los patrones del mundo, devorada ante los ojos de sus gentes, por la ambición visceral de tantos nobles y caballeros, ahora sin corazón y arrepentidos de haber herido tanto a sus pueblos. Estos pueblos los abandonaron por otros hombres, hombres que sin sueños ni amada subieron a los pueblos a la gran ilusión de nuestros tiempos, la idea de fantasía que se muestra y que “pretende” ante otros sin en realidad contener nada, la misma que han imitado tantos y hoy veo por todas partes y atormento, aunque en realidad más me río por ello.”

Mi trabajo es un intento de invitar a vislumbrar a la amada inmortal en nosotros, donde encarnan todos los dioses, para liberarse de la musa, la emperatriz del mundo, que luego de encandilar a los dioses, se devorara a los hombres.

Introducción tentativa al ensayo:

La apatía del mundo es culpa de las ciudades eficientes.

(“Un recorrido ingenuo por cosas que poco conozco, lo cual no siento mucho”)

Las ciudades modernas anhelan eficiencia colectiva y posibilidades, evitando la noción de carencia moral o pobreza de espíritu individual, carencia mas allá de lo que se pueda entender por pobreza económica o frustración de sistemas represivos o dogmáticos.

El progreso económico aliado al concepto de igualdad social, constituye el principal discurso político que promete el libre desarrollo de individuos sobre una contexto establecido por normas que acuerdan en una “manera de vivir sociedad” a priori, útil para llevar a un óptimo desarrollo la individualidad. La persona por su parte, que habita ciudad para supuestamente ser valuarte de esa justicia global y proceder correctamente basada en los principios que hereda de la vida cívica desde la cuál hace interacción, pareciera sólo estar allí para llenar sus carencias en busca del éxito, seguridad y aceptación formal, fuera de su escala de familia y de sí misma, donde las relaciones ya no establecidas desde un “yo-tú”, pasan a establecerse desde un “yo-el”, escala en donde se desvirtúa la percepción del otro en una indiferencia que no afecta, generándose así una aparente noción de libertad sin los fantasmas internos que evoca la familia y la auténtica cultura inmediata que toca. Esto puede darse justamente en el marco de esta nostridad plural dada previamente, la cual es diferente al caso que produce la nostridad dual del “tu-yo” que precede a la diferenciación, donde se descubre que las posibilidades de vida son realmente compartidas con el otro e imposibles de definir; un misterio colectivo constituido desde adentro de los individuos, que ha intentado ser emulado globalmente desde afuera por las superestructuras de la sociología.

La idea de una búsqueda de libertad por medio de la deserción de un supuesto medio represivo y estéril hacia un contexto de oportunidades y vida, se puede “representar” con el problema de un adolescente ante su familia, que con la repentina aparición de la conciencia se acentúa aun más en él la contradicción entre el deber moral para con el colectivo allí vivo e incierto que él ama, y sus deseos y miedos más íntimos de identidad que empiezan a surgir y quieren reconfigurar esa realidad en la que siempre ha estado. Surge así un conflicto de cómo exponer naturalmente todas sus fortalezas y fragilidades en un medio que no controla y en donde existe una tensión permanente entre lo que aparece tan desconocido y lo que él siente tan familiar, como si entre ambos surgiera un vacío que hace imposible su concilio, constituyéndose en una carga que portara para toda la vida, una pena que limitará su eficiencia abstracta y productiva, pero le dará una noción de vida que contempla y se detiene, donde el dolor también esta presente. El mundo pagano siempre ha estado sumergido en este sueño con sabor a añoranza y pesadilla, sin prestar demasiada atención a la fantasía de aldea global cada día más evidente. Adolece de otras certezas.

Los medios educacionales y de información han invadido los núcleos íntimos de familia ofreciendo desde antaño arquetipos rebeldes e idealistas a la juventud, que prefiriendo seguir esos signos de fantasía, abandonan los lazos atávicos con la familia sin haber encarnado en una edad clave, las dinámicas de verdadera interacción humana. La memoria real de “ser” una experiencia en familia, se transforma en la memoria idealista de mirar sin haber sido mirado. Los sueños curtidos en la carne que se plasman como una distancia, entre la condición humana individual y la familia que se ama, son sustituidos por la fantasía conciliada de creerse parte de un colectivo ideal y trabajar todos juntos por ese mismo fin abierto y vago, iluso como el horizonte, una débil y manipulada señal interna que deja vivir y no molesta, que permite navegar en la fantasía individual de ambiciones y pretensiones libre de miradas y presencias del recuerdo. Los nómades urbanos que se viven escapando de un pasado. Santiago en el tiempo ha seguido estas maneras de hacer ciudad, escapando a lo nuevo. ¿Que significara permanecer en la realidad y estar en las cosas, sin salirse de ellas?

Visto de otra manera es más fácil situarse en una cápsula virtual distanciada y anónima, en donde controla todos los posibles lazos con el entorno y en donde los rostros paternos y ancestrales ya no perturban. Los medios de comunicación y el naciente orden ofrecen un concilio ficticio en la fantasía individual, donde la imposible unidad o mapa visible entre predestinación y destino son aquí entrelazados, por un presente reposado y seguro, que denomino “la observación sin observador ni objeto observado”. La predestinación es abandonada y el destino individual va en una conquista sin pasado, sustituido por principios globales virtuales, vislumbrados en el contacto con lo ya dado y que son supuestamente posibles de conquistar en la permanencia y perseverancia, instruyéndose con las herramientas o prismas que ofrece este mismo sistema. Circulo cerrado donde todo funciona. ¿ Será esto un sistema social que nace realmente desde las individualidades?

Los sueños de la carne que evocan las paredes del pasado, acentúan las carencias de piel y el tacto que añoran algo incierto e íntimo, sentimiento del cual el mundo moderno tiende a escaparse al sumergirse en las ideas, que consolidan un mundo de herramientas para la razón, que va en busca de estas mismas ideas. El primer caso deja abierta a la posibilidad de lo incierto, el segundo caso es un circulo cerrado.

El conflicto humano, de individuo con la familia y clan que ama y odia a través de lazos invisibles que sólo pueden ser sentidos y abordados desde su propia condición de fenómeno singular, se transforma cada día más en un lugar de acuerdo, claro y visible, donde ya no existe ni individuo ni colectivo, porque son un estereotipo homogéneo de entidades sobre una misma red extensa que tienden a percibir un rango casi idéntico de estímulos que se configuran en tiempos fragmentados llamados comúnmente la posición personal, que sólo esta viendo desde otros ángulos la misma cosa. Una ficción aparentemente en presencia de diversidad que curiosamente ya no conmueve a nadie. De paganos bárbaros con la intuición de un mundo sensible encarnado en la naturaleza y el clan consolidado, hemos vuelto a agruparnos en imperios de hormigas que solo obran por el bien de su aldea y el reconocimiento impersonal de esta. Todo sea porque los fantasmas del pasado ya no nos atormenten.

La apatía puede entenderse así como la incapacidad de padecer o sentir esta pena moral mas allá de la frustración de no poder revelarse a un dogma, prisma empírico o sistema dictatorial. Se trata de una pena encarnada desde la cual uno esta ya situado y en comunión intima con algo ajeno de lo cual no se puede escapar, poseído por fuerzas que sin tener continuidad lógica con el entorno social, pueden ser nocivas para el colectivo, por ser capaces de revelarles que el mundo en el cual operan con tanta fe, no es tan perfecto. Esta individualidad que desde lo incierto busca los signos que le den templanza y certeza para amar desde una “no acordada” definición de familia, esta casi extinguida del planeta, y las ciudades desarrolladas o en vías de desarrollo, parecen “clones” de una aldea global en vías de eficiencia y certeza, pero sin gracia, sin barrios o singularidades de respuesta espontánea e ingenua que surge de la marginalidad desinformada de tecnologías y estilismos ajenos, que la mayoría de las veces porta mas vida que las complejas elaboraciones de urbanidad institucionalizada. La gracia divina que sólo surge de la contradicción de una entidad que es dios y humano a la vez, es sustituida por una gracia tenue y convencional, que queriendo unir a dios con lo humano para parecer coherente y consolidada ante los ojos de la opinión publica, queda sin noción de dios ni tampoco del entorno humano, porque es aparente y condicionado a un dictado invisible y ajeno, que nunca podrá ser sustituido para la presencia de lo real, que como siempre se ha dicho “ comienza por casa”.

Por lo tanto el problema de la ciudad no es “cómo hacer” que en el privado o ciudadano urbano exista un sentido de lo público y comunitario mas claro, sino hacer que lo público este en presencia de lo privado, la noción de lo privativo a nivel de opinión pública, algo que asombre y no pueda ser comprendido ni develado por la lógica que exige continuidad y coherencia histórica para ser reconocida oficialmente. Con privado no me refiero a los miles de prototipos de vida que ofrece el mundo del consumo y sus redes de comunicación ligera o atractiva que viene todo del mismo paquete, sino a la presencia de discontinuos en una red extensa y funcional; rincones, maneras que no respondan a ningún precepto de tratados racionalistas ni funcionales imperantes, ni como tampoco a deconstrucciones experimentales de estos mismos ordenes, que lo único que persiguen es una eficiencia masiva disfrazada de discurso romántico: “La realización individual avalada por un colectivo ideal virtual”.

La ausencia de originalidad que tenga una incidencia “a escala de ciudad” en casi todas las urbes de América, ajeno a todo el proceso occidental institucional que se viene desarrollando desde el inicio del mundo de Grecia Magna, impide la auténtica identificación de un colectivo con monumentos que sin pretender ofrecer respuestas, en su silencio, austeridad y autonomía, arraigan la fuerza de un signo capas de hacer manifiesto el deber individual con un colectivo inmediato que crece en la mas honesta naturalidad. Sin apuros, sin pretensiones de proyectarse a una globalidad que supuestamente lo esta esperando y le dice que es clave en un proceso que todos sólo vislumbran y sienten tan ajeno. Donde la obsesión no es crecer sino estar, estar entre las gentes, vivir y morir tranquilo, en poder de sus respuestas y preguntas, utilizando las herramientas y tal vez ideas que ofrece el mundo moderno, pero sin hacerlas sustituir la percepción arraigada en lo más visceral de la carne que se encuentra en secreta alianza con los sueños del clan real y próximo, que a su vez está en comunión con el verdadero universo.

Muchos pueblos en toda Europa son testigos de algún monumento enigmático, de algún vestigio desconocido que no forma parte del proceso histórico conocido, por no considerarse o saberse en realidad su importancia. Pero al comienzo de nuestro proceso occidental, hay un monumento conocido que tal vez esta arraigado en lo mas profundo de muchos. Un monumento que a pesar de considerarse clave en nuestro proceso, no se sabe con ninguna exactitud cual pueda ser su importancia real, la Gran Pirámide. Para mí el enigma de la pirámide y todos los auténticos monumentos desconocidos, que intentaron encarnarla tal vez sin siquiera saberlo, son los que mantienen esa inevitable noción de discontinuidad en el mundo, de misterio que abre la carencia, de fenómeno que abre el caos, de vacuidad que no significa vacío sino desbordado de vida. Cada átomo contiene una enorme cantidad de energía, como un rostro que siendo acaudalado de energía, no se puede ver, El mundo moderno de “ver para creer” no quiere ser testigo de estos asombros, que van mas allá de sus ojos, pero están muy lejos de ser encarnados por un cuerpo que ya no percibe arraigo, especulando en la fantasía libre de una mente que gobierna un corazón que ya no quiere sentir o encarnar sus propios sueños.

Breve recorrido por mi visión de la Historia Occidental:

Solo en la ciudad moderna americana, especialmente Estados Unidos septentrional y Miami, se comienza a hacer evidente y hasta burdo la utilización de comercio y la distracción como únicos motivos para atraer y mantener activa a las masas de individuos y familias ya demasiado estereotipadas.

Es cierto que muchos americanos nos sentimos contentos del legado europeo que se trajo al nuevo continente, ciudades de trazado ortogonal en torno a plazas o ejes, en los cuales se disponen templos de culto y edificios cívicos de valor, constituyendo nuestro patrimonio histórico que tiene sabor a venir de otro lugar, por la razón obvia de ser este el efecto o extensión de una manera de desarrollo que ya se había iniciado en Europa y solo en muy pocos casos como Misiones en Paraguay, se trato de insertar variables nuevas que fueran mas allá de una simple adecuación constructiva a la geografía del nuevo continente.

También es cierto que la historia dice que las ciudades modernas de Europa nacen en pueblos feudales aislados después de la caída Romana, los cuales se fueron desarrollando en torno a plazas donde se realizaban intercambios y se montaban espectáculos, pero donde también eran testigos la mayoría de las veces de otras cosas que no pasaban inadvertidas; ruinas, monumentos abandonados o re adecuados que no eran propias de su nueva dinámica social, pero sin embargo fueron respetadas e insertadas en las nuevas tramas que fueron surgiendo, contradiciendo cualquier iniciativa netamente funcionalista. ¿Porque?

¿Que efecto genera lo antiguo sobre ellos?¿ Que cosas les decían que son cada día mas vagas? ¿Por qué hoy se habla de la restauración que solo parece fuera un compromiso formal o político? ¿Son estos monumentos un letargo ya extinguido que invitaban a detenerse en el silencio y que hoy ya han sido esterilizados por las nuevas vanguardias figurativas pos modernas? Vanguardias demasiado expresivas que se engendran desde las ideas de la ilustración, las formas de la geometría analítica, asombradas por la Revolución Industrial o social, y acompañadas por la imprenta que acelera los procesos de divulgación, tapizando de blanco toda la piedra labrada en el mundo antiguo. Tal vez fue anterior a la ilustración, o anterior al barroco y al renacimiento que acompañaron estas empresas urbanas después del oscurantismo, donde también participa el mundo árabe y ciertas novedades de América. Sin embargo tampoco comienza aquí, porque las fuentes de lo oficial se dice vienen del mundo que llamaban clásico, anterior a los benedictinos y cistercienses que se disputaron el cetro de la fe por un nuevo tipo de civilización con el románico carolingio, o el gótico.

Aunque Roma y su imperio cristiano de anteriores paganos, fue la convergencia de todo el mundo occidental hasta entonces conocido, la oficialización del cristianismo en occidente, la constitución de un parlamento republicano bajo un emperador y constructora de asombroso rigor y fuerza; no fue suficiente influencia para sustituir ese espíritu de “gracia” en vías de unidad que se proyectaba hacia el ideal de “La Liga Griega”, presencia que se dice inspiró la sabiduría de los muchos que la habitaron. Los muchos que vivieron la Grecia Magna o Clásica en una época de esplendor democrático, rescatado por las visiones filosóficas que se relatan en los pocos registros que quedan después de haber pasado por los filtros de Bizancio ortodoxo y la Roma Católica.

Grecia Magna sin embargo fue constituida por una red de ciudades que fueron evolucionando en la imitación, competencia y desarrollo en referencia a sus pares, como una ciudad que abiertamente se hace y se valida desde afuera. La analogía de individuo en comunidad (clan) a la escala de ciudad en torno a una provincia o región (entre otras ciudades), existe para complementar pero no sustituir la matriz original de la familia o clan. Este hecho peligra al colectivo (clan) rico y complejo, a que comienza a consolidarse como un “uno” funcional, de individuos reducidos a un pre-concepto de colectivo, donde la familia (contexto incierto que se construye desde las partes a diario) se define y acuerda en tomar forma clara para entrar a una escala mayor, colectiva de miembros que se agrupan tan solo por el interés común de ser protagonistas de este suceso foráneo, donde los lazos de origen local son tan sólo un sentimentalismo atávico o cúmulo de percepción que hay que reducir. Si se logra el protagonismo sobre este global ya abstracto, (reducción y proyección externa de la vista a una noción de la percepción pictórica del ojo, nuevo horizonte hacia el cual se proyecta este colectivo), les promete la primera opción de acceder como grupo a las alternativas diversas que se ofrecen sobre este mundo distante y especulativo. Las concentraciones de tacto, de familiaridad y cercanía donde nace el verdadero tiempo en las cosas, se vuelcan a proyecciones visuales de apariencias y rápida asimilación pero poca sustancia, donde el tiempo se fragmenta y el espacio se extiende.

Lo que “era” el grupo, sus elementos propios que arraigan el significado del misterio familiar y compromete a los miembros de sangre y pasado, se vacía y transforma en una “representación” o tarjeta de presentación, un emblema al cuál son leales como clan (no individuo), orgullo visible y acordado que es valido sólo ante otros (o como nos vemos desde otros), “escudo protector” que parece constituir el único significado del clan, que sólo existe por el nuevo universo impersonal, que no le interesa los ritos íntimos y complejos, sólo distinciones evidentes que lo hagan “uno” ante otros. Producto confeccionado para ser mirado desde afuera, desde los nuevos ojos del mundo, desde ese prisma que todos creen sentir tan propio, empresas sin arraigo a los signos inciertos y más propios, para evolucionar desde esta nueva esfera de pretensión planetaria.
(Esto constituye la problemática de “La Escala Trastocada” tema a tratar.)

La matriz sensible depositada en lo profundo del tacto, lugar donde aparecen los sueños, es emulado por una matriz de las ideas sobre una red extensa de apariencias lejanas, que solo el ojo es capaz de aprehender para configurar desde la pura percepción visual sin otros sentidos. Los individuos de la matriz original abandonan la piel que tanto atormenta y se atomizan como individuos libres sin pasado, para imitar desde la más pura subjetividad desvalida de tradición, las diversas maneras visuales que aparecen por haberse conquistado un sitial en la red global, esta imitación aleatoria ira siendo introducida al núcleo original de manera también aleatoria, fragmentándolo de su cohesión natural para re configurarlo como un híbrido cosmopolita sin signo. Un ciudadano del mundo que se ríe al ser exiliado. Musas aparecen desde la lejanía, destruyendo la consolidación interna que siente la eterna presencia de la patrona del lugar. Los Romanos no dejaron que Grecia cayera por su propio peso, transformándola en el mártir del imaginario occidental que nunca debe morir.

Antes de ser desecha la Liga griega por los romanos en 146 a.c., Filipo y luego Alejandro de Macedonia intentaron difundir a Aristóteles forzando la unidad del mundo griego hasta entonces conocido y todos los demás pueblos que estaban a su alcance y posibilidades. Aristóteles fue discípulo de Platón pero ambos al parecer diametralmente opuestos, lo que deja en manifiesto y para mí constituye el origen de la gran problemática occidental, un modelo dual que ha perseguido a occidente desde entonces, sobre las bases de lo ideal y lo real. Desde aquí empiezan las causas del ruido en occidente, no por lo que realmente fue la época y lo que ambos desarrollaron como pensadores individuales, lo cual sería imposible de definir o realmente saber, si no por lo que surge posteriormente con el hecho de que se fueran organizando misteriosamente estos dos discursos, hasta crearse una extraña contradicción de querer extrapolarlos por una parte, pero por otra hacer esta operación sobre una extensión continua que llega en el tiempo a constituirse en un anhelo grupal que comenzó a tomar fuerza en el colectivo. Una especie de matriz, que retoma Tomas de Aquino en la escolástica y le da aún más fuerza.

Esta matriz, espacio continuo o ámbito de especulación, que curiosamente anhelaba construir un puente entre estos dos polos abiertamente dispares pero vislumbrados de cierta manera por el colectivo, puede permitir asentarse en una definición ilusa y cambiante de sociedad, como un positivismo que “muta” en un tiempo extenso, castrado del origen sentido; el origen pasa a ser una causa solo explicable en mecanismos clásicos de lenguaje simbólico que irán tomando forma de cuerpo abstracto y privativo para mentes ilustradas capaces de navegar en aquellas esferas, construyendo axiomas o aclarando curiosas revelaciones desde fuentes a priori establecidas, donde los mundos diversos del colectivo humano empiezan a ser organizados desde estos campos abstractos, sin más herramientas de percepción que la vista, como sentido absoluto que ha pasado a anular y no aunar los demás sentidos.

La vista, un sentido que sin inter-actuar con el extenso campo sensorial de la totalidad del cuerpo humano, sólo es capaz de imitar sin crear, por la incapacidad de constituir un campo cohesionado y auto crítico dentro de esta red extensa “positiva”, que sólo permite liberar de una memoria autómata las formas y maneras híbridas más caprichosas y ligeras, en donde se proyecta y navega la imagen visual sin “inte-lectus”, lectura interior o intuición.

La intuición es un análisis fino de los signos depositados en las “cosas mismas” que requiere de la activación de todo el complejo sensorial, que abre al cúmulo de estímulos. La intuición que aborde el fenómeno del cuerpo en donde están los signos internos de la voluntad, desde donde se construye o crea de adentro hacia fuera, no puede existir sin un sentimiento previo de ese misterio o cuerpo, que llamo “la presencia de lo discontinuo o carencia ya en uno”, la tragedia de sentir que nunca existirá un lenguaje capas de unirnos desde el espacio continuo con el colectivo, pero paradoja mente lleva a la noción de un tiempo continuo que aparece invisible en primera instancia ante los ojos, una revelación desde donde el espacio es constituido por “naturalezas humanas” y no “categorías humanistas”.

Sin esa carencia, el ojo se sitúa ante los fenómenos externos sin eco interior, configurando ciertas matrices visuales que permiten desde el hábito adquirido de responder ante ciertos impulsos y darles orden en un sistema mental conductual e interpretativo de tiempos discontinuos, que crean una cultura y sociedad que les permita operar como individuos en autonomía y poder de su destino, pero sin saber que casi todas sus acciones responden a la necesidad de aceptación en esta misma cultura o sociedad para poder cerrarse un circulo, que no concluye ni expande, sino que divaga en la más pura ficción, lo que los paganos llaman “soñar despierto”.

Las ciudades comienzan a ser organizadas desde la vista en presencia de esta polaridad continua, este péndulo hipnotizador, donde la observación especulativa, sin observador arraigado (premonitorio) en contraposición a la cosa observada focalizada (intuida), pasa a ser una facultad netamente visual-ficticia, de un alma continua y no un alma que es distancia para escuchar el eco interior. Un desierto extendido que permite la capacidad de participar en sistemas interactivos de inteligencia artificial sin otros sentidos ejercitados, donde se consolida una red de cuerpos inertes y dispuestos sobre sistemas continuos, trazado ortogonal en el caso de la ciudad, para alinear individuos en mentes sin noción de cuerpo, dispuestos en cápsulas ordenadas donde pueden ejercitar sus prismas abstractos adquiridos durante una extendida escolaridad, con el fin de darles mas libertad que compromiso de servicio y servirse al mundo que se encuentra a sus pies. Juegos de fantasía que alienan y llenan de estrés, al menos que nos subamos al “flujo de Goleman”, donde definitivamente perderemos muestra identidad, que en lo más inconsciente, lucha por no abandonar su carencia ancestral. El chileno esto lo sabe, a pesar de no tener monumentos que se lo recuerden. Tal vez no sean necesarios monumentos, donde la presencia de bosques encantados y volcanes de sabia y fuego, sean ya portadoras del signo piramidal que acentúa el sentimiento de la distancia, suficiente presencia evocadora, para ser cuna del asentamiento humano que aun no muere y se entrevé bajo esa trama de eficiencia y falsa humanidad, tratando de respirar.

Este contraste de polos unidos por lo continuo, la línea unida por dos puntos, que da lugar a una arena propicia para el desarrollo colectivo, es cómo un remanso perpetuado sin más tensión o incertidumbre, para que los acuerdos y manifestaciones visibles puedan fluir sin resistencia. Esta resistencia o sentido conservador sin dogmas, abre la noción de la carencia humana que teme a la añoranza. La añoranza que curiosamente se extinguía en los pueblos que elaboran sistemas muy sofisticados, usando las herramientas físicas y mentales disponibles para construir una nueva realidad o artificio civilizador, en lugar de penetrar la naturaleza y vivir desde sus misterios con muy pocos signos de dirección. Muchos pueblos paganos en toda Europa vivían de esta manera poco civil u oficial en términos modernos o incluso ya renacentistas.

Estos pueblos sin embargo fueron herederos de muchos monumentos dispuestos por toda Europa que no forman parte del discurso selectivo de nuestra historia, porque simplemente no habría como situarlos en un proceso que tiene que quedar redondo y cerrado sin rarezas. Pueblos que no se unieron a través de una red de rutas claras y eficientes, porque el intercambio y la velocidad tal vez no eran motivos de su particular interés. No había esa necesidad de unidad rompiendo las barreras de la naturaleza para dejarla en un segundo plano. A diferencia de los griegos que comenzaban a constituirse como una aldea global o la “Liga”, los pueblos paganos establecieron muy poco contacto directo con otros pueblos, tal vez ciertos intercambios de información sobre técnicas de construcción, pero poco manejo explícito y masivo entre sus gentes sobre el esplendor de esta filosofía y “habla”, que se empezaba a difundir por las distintas civilizaciones que comenzaban a formarse en el Mar Egeo, especulaciones creadas por una arquitectura de regularidad matemática accesible a todos, que se difunde como una trama de estilo unitario que deja márgenes a la libertad expresiva; donde el manejo de un tamaño abstracto que era ciencia secreta y precisa, da lugar a medidas “empíricas” tomadas de un ojo que dispone una plástica del cuerpo humano sin mayores signos de cohesión. La arquitectura de signos certeros ante lo natural que acentuaba esa tensión, toma forma de artificio especulativo, donde se sitúa como figura y fondo, que engloba todo, encandilando como musas celestes que liberan de la presencia de los fantasmas de la naturaleza, la abolición del miedo y dolor para siempre, en un entorno donde surge la “gracia domada” ordenando y alineando las emociones inciertas por medio de espectáculos dirigidos, sobre una retícula sin ambigüedad o naturaleza humana. La manifestación de un mundo ideal hecho carne, en donde incluso los dioses son contenidos y pasan a ser parte de la “res extensa” de la especulación humana.

Este artificio griego se transforma en lo que llamo “gracia domada”, porque el colectivo (que sinceramente cree en un “colectivo”) no tenía en su entorno, signos de certeza a la carencia (como la pirámide o parecidos) capas de encarnar en ellos lo que llamo el “átomo específico”, y de hacer en el individuo la distinción entre “purificación” y “confusión”. Purificación capas de llevar al estado de “gracia divina” en un “clan” o entorno de escala “humana”. Sin átomo (o moral), la confusión es inevitable, estado de circulo vicioso que lleva sistemáticamente a la apatía pura, que maneja el “código” del respeto formal y “bajo perfil, persona “inofensivamente amable” que es amparada por el contexto, con tal que opere y aporte, aunque sea como “robot”.

Por otra parte el sistema pagano “comunitario”, cree sin embargo en el “individuo” que va en busca de la “gracia divina” que no intenta ser manifestada en su contexto. Esta “gracia divina” (como el átomo en los griegos) es capas de hacer en el individuo la distinción entre “certeza” y “demencia”. Certeza capas de llevar a un estado de “claridad” como sujeto. Esta gracia que busca el pagano no esta en artificios sino en la naturaleza, naturaleza que le dará claridad o lo expondrá a la demencia, que a diferencia de la confusión, es desterrada del clan. El sistema nuestro es griego, los dementes son amparados en cárceles y los confundidos están sueltos en las calles.
( Tema clave que retomo a lo largo del trabajo sobre “ Los cuatro elementos para acercarse a la dualidad”.)

La teoría sobre la “resilencia” dice que el humor o la “gracia” son imposibles de ser adquiridas por algún tipo de entrenamiento premeditado, pero dice que dentro de ciertos “contextos” es posible que emane como expresión, que depende de la amabilidad y familiaridad que genere el contexto. Los ritos y fiestas paganas de la antigüedad, de grandes familias y clanes, eran realizados en contextos amplios sin mayores pautas, instantes donde el “goce” individual nace de una indescriptible revelación colectiva que junto a los rostros allí presentes, aparecen sus propios fantasmas, de ancestros y abuelos lejanos en presencias inquietantes pero amables, donde el dolor y la alegría se confunden y funden con el acto que allí se encarna. Todos los protagonistas son principales, donde los muchos jefes unidos por una historia de afectos, entrelazan memorias de alegrías y tristezas. Miradas sin prejuicio de rostros que se conocen tanto, contagiando pasión pura que brota de lo más sustancial de los cuerpos. Acto amable de una afinidad que ha existido desde siempre, una comunión tácita que lentamente se arraiga en las cosas y se constituye en signo, capas de templar a sus miembros, de la posible presencia de otros fantasmas que no emanan de entre sus gentes y del contacto de sus cuerpos a los cuales la lealtad sólo conoce. Miradas que nunca dicen lo suficiente, que aunque siempre estuvieran presentes, se transfiguran en “gracia”, más allá de las carnes que se devoran y mueren, más allá de los prismas que la moldean desde la mirada de la indiferencia, ojos que sin sentir su añoranza, la deforman en fantasías y la adoran desde la distancia, donde en realidad ya casi no importa su presencia.

La presencia de la gran familia, su legado y tradición que constituyen el gran estandarte de la cultura latina, pretende ser destruido por la nueva dinámica del mundo moderno. Estos ritos íntimos y llenos de afecto que otorgan los permisos invisibles para que surja la verdadera gracia, son distintos a risas reactivas o tristezas premeditadas en los actos o eventos modernos, donde muchas cosas quedan fuera de contexto y censuradas por un protocolo o acuerdo que dirige a priori el contacto y establece las maneras “civilizadas” de manifestarse en lo público que siempre mira y evalúa sin piedad. Una norma absurda que sustituye la manifestación espontánea, donde cada cosa ahora tiene un lugar. En el tiempo lo espontáneo es marginado y obligado a dar su sitial a las maneras mas rebosadas y medidas de ser en sociedad. Pero otros pueblos sobre las tierras de Europa conocieron esto y nunca dieron lugar a la “expresión libre y pomposa”, cargada de fantasía foránea que obvia los sueños y despierta las fantasía de la gracia manifestada, herencia del mundo helénico.
( El tema de la figura femenina y su uso y abuso, no es un problema de pudor, sino de sortilegio, tema que también será abordado en “Cuerpo femenino, matriz inconmensurable mas allá de un ideal”.)

Los griegos ya habitaban ciudades constituidas, con sistemas políticos de participación ciudadana, mucho antes de Platón y Aristóteles, que ya hablaban con fe y optimismo sobre estas maravillas que comenzaban a resplandecer por todo el Mar Egeo. Estas ciudades llenas de sortilegio existen mucho antes de nuestros dioses los filósofos, socráticos o presocráticos, las polis griegas son los primeros escritos de nuestro mundo occidental, que se levantan sobre esta naturaleza delicada que era en realidad todo el Mar Mediterráneo. Eran sitios perfectos, donde la ilusión óptica manejada por sus arquitectos, consolidaba aún más la unidad de estos edificios cargados de composición arbitraria y unida a través de cánones misteriosos como las series del numero de oro y ciertos teoremas hasta hoy desconocidos, capaces de consolidarlos desde la distancia en imágenes visuales y no sentimientos, donde el arraigo, proximidad y noción de permanencia ya no eran importantes.

¿No habrán sido nuestros filósofos clásicos cronistas que se encandilaron con tanta perfección y justeza? La cual les permitió elaborar tanta locura que en la práctica aún no se ha visto, representaciones que aun no han podido ser hechas carne por el verbo o por la ciencia. Las ideas de los filósofos griegos fueron confeccionadas a la escala de semidioses que pensando como dioses al final siempre se refugian en justificar los actos propios de la fragilidad humana, que tan solo es la coartada donde se esconde una ambición insaciable, detrás de rostros o mejor máscaras prudentes, que parecen mostrar un agrado por la civilidad y el sano vivir en donde esperan su gran momento que nunca llega.
( “La esperanza del pagano es carente de misterio, la esperanza del creyente es plena ante el paradigma”, tema a tratar.)

A estos filósofos cronistas que les toco encarnar en textos el absurdo que hasta hoy nos tiene perplejos pero confortados, no se les puede restar mérito, porque en realidad desde ellos se fecunda todo el avance que existe en el mundo moderno, el avance de una razón que hoy puede especular, elaborar, emocionar e incluso a veces percibir, pero que ha olvidado su rol primordial del “inte-lectus”, hacer la lectura interior, la gran duda sin aferrarse a nada, venciendo el miedo y los supuestos ya mal fundados, con sus riesgos inherentes, de una manera metódica. Para mí es la intuición al propio origen ya depositado,(“Sólo la vida puede conocer la vida” Hans Jonas), capaz de llevar al tiempo continuo que nos une de verdad. Esas maneras que habitan en los submundos del aventurero, los meta lenguajes, aquello que buscan los verdaderos artistas y humanos sin ficción de ser; mas allá de lo que pudiera significar en lo dado del colectivo crítico y despiadado, el miedo a las consecuencias de un acto original y amenazante. Semilla engendrada en nuestra memoria ancestral y carente, desde templos que desconocidos en forma dispersa intentaron volver a levantar en toda Europa, desde el origen original de su propia tierra.

¿Dónde se dirige entonces esta intuición?
A la vida que no ha sido sometida a estructuras e ilusiones, que someten o seducen; se dirige a la vida que no se desprende de la carencia capaz de desertar y ser incomprendida por todo lo establecido que se jacta de su cordura. Esto otro, es lo que atrapa los ojos internos, lo que permite hacer eco en la propia carencia ya aburrida de orden. El mundo de hoy al parecer se aburrió de la carencia que hace todo tan poco eficiente, dice que se trata tan solo de sentimentalismo reaccionario, de discursos de un pasado, los que hicieron creer al pueblo que algún día la historia iba ser escrita por ellos, como si ya no existieran los libros de reclamo, donde algún ingenua deja sus bosquejos que cree sentencias.

El acto de carencia no puede ser reactivo, no puede ser una rebeldía sin afecto que por capricho pretende destruir lo establecido y con las partes restantes elaborar nuevas visiones, con la pretensión de abrir otros mundos “inventados” desde un mal engendro de este mismo. No se trata de acción surgida de la reacción, sino acto que emana de la auténtica pasión que espera sabia entre la marginalidad, entere los rincones abandonados del mundo, un “chamán crístico” que espera que a Buda se le devuelva la certeza de los nobles. La intuición “búdica” en busca de la pasión “crística” o la pasión crística a la espera de la intuición “búdica”. Una “elite” de nobles certeros, en busca del “ethos” popular mas allá de una idea abstracta, donde el pueblo es la amada, y el señor es capas de morir por ella, morir por la vida que todo desborda.

Tal vez estos filósofos o cronistas griegos no tuvieron la misma suerte de cronistas o poetas posteriores, que aunque también fueron testigos y portadores de la herencia del mundo clásico y riguroso de ideas perfectas, como un virus sospechoso que logra infiltrarse en cualquier célula; entre sus expresiones paganas que también habitan sus pueblos y son herencia desconocida, se engendra una misteriosa semilla que curiosamente tuvo mucha afinidad con el cristianismo primitivo o budismo zen, que jamás comulgaron con la institución de las religiones, ni tampoco con el mundo moderno de la ilustración. (Entre los conocidos Dante y Pesoa que nunca abandonaron sus lugares)

Esta semilla portada en el corazón de tantos poetas guerreros, recrea la nostalgia milenaria que pudo haber muerto en la Grecia Arcaica, anterior a la Grecia Magna de la arquitectura utilizada para espectáculos dirigidos, que empezaba a fecundar la noción de un espacio extenso, donde se acomodaban los tiempos fragmentados del individuo ilusionado, que hoy ya está dislocado y frenético de esquizofrenia.
(Espacio “extenso – cohesión” y tiempo “continuo – fragmentado”, serán temas centrales del ensayo.)

Nuestra historia dice que no ha podido establecer puentes o argumentos satisfactorios que liguen las Pirámides con el mundo helénico surgidos en lugares tan próximos. De hecho Minos y la misma Guerra de Troya son casi parte del repertorio mitológico que también encasilló a los dioses griegos. Existen recientes textos de alternativos esotéricos que hablan de Pitágoras y otros, que fueron a las misteriosas pirámides a ser instruidos con ciencias herméticas y alta magia para entregar su legado a la “pujante” Grecia, pero allí terminan esos relatos, más allá de eso no se sabe nada.

Tal vez los griegos hicieron la reducción de un paradigma mucho más complejo porque su pretensión e ignorancia así se las dictó, pretensión en forma de musas que los mismos dioses enviaron hacia ellos y hoy sólo se ríen, porque esperaban que así cayeran en el sortilegio de creer que era posible escaparse de la predestinación de. (Edipo)

Sin embargo la historia oficial a pesar de no hacer nexos satisfactorios entre Grecia y las Pirámides, “patudamente” siempre presenta fotos de la Gran Pirámide en las primeras páginas de los libros de historia (¿Quién no ha visto alguna vez una foto de la gran pirámide, y los esquemas absurdos de su construcción?) Siempre empiezan con las clásicas explicaciones que la sitúan en un tiempo histórico anterior a Grecia, para terminar planteando que es él enigma del mundo occidental, artificio más radical y rotundo impuesto sobre la naturaleza. ¿Cuál es el poder y la fuerza que contiene este contraste que tanto fascina? El simple hecho de verlo en una foto despierta más de alguna añoranza en los occidentales, sin interesar en realidad saber con certeza el nexo que pueda existir entre ella y nosotros. Esa distancia que nos separa, es la misma que inexplicablemente constituye el motivo que nos atrae a ella. Motivo que a sido olvidado o encandilado por falsas promesas de unidad, arquitectura que abusa de escala humana antropomorfa, de mimetismo con la naturaleza, de reinterpretación filosófica fingiendo en entornos de aparente gracia y unidad, ser conocedora de la problemática humana, que tanto nos seduce y conforta. La pirámide sin embargo sigue allí, sellada en la memoria inconsciente, tan enigmática como familiar.

Nuestros antepasados se acercaron a habitar sus faldas, atraídos por la curiosidad más humana, que desde esa misma condición era capas de darse cuenta de lo necesaria que era mantener con ella una distancia y situarse en un entre, el lugar sagrado y la naturaleza, como los ojos de Psique ante Eros; prohibido desde un dictado que nacía de una moral íntima encarnada en el cuerpo, que acordaban tácitamente de no profanar con los ojos sus secretos; algo parecido al recogimiento que genera entrar a un verdadero templo, mas allá de un mandamiento intelectualmente transmitido cuando éramos niños que en el tiempo pierde poder y significado. Esta moral implica un dolor o carencia interna, una persecución de fantasmas mas que una frustración por injusticias o forzados sometimientos sociales. Un dolor que situaba a nuestros ancestros entra dos gigantes, un artificio grandioso e inmutable erguido ante el poder de la naturaleza, en un encuentro que en el fondo del instinto humano, se sabía era inconciliable. La Pirámide así, estaba predestinada a la soledad eterna, habitada por seres mágicos mas que sacerdotes. Esta confrontación acentúa la terrible contradicción entre la propia naturaleza humana acogida por la madre tierra y una atracción incierta por este cuerpo condensado e inconmensurable hecho signo, como un padre que hoy ha sido llevado al cielo, una fruta prohibida como el pecado original, que esta encarnada en nuestra memoria ancestral y no puede dejar de estar presente.

La Grecia Arcaica intentó recrear en acto la vivencia de esta carencia. Sus templos dejan en manifiesto la presencia de un vacío inhabitable en el centro, del cual se podía estar en noción para sólo acceder a su perímetro, a pesar de que este centro vacío, tuviera las dimensiones suficientes para albergar un gran colectivo humano. Esta contradicción, es el gran dolor de cabeza de los racionalistas o funcionalistas que desde una lógica supuesta, optimizan un orden mecánico y arbitrario redondo, donde llenan todo y le asignan roles, emulando según ellos, un supuesto cuerpo humano que al parecer no tiene ningún hueco o rincón misterioso. La idea de que en estos centros se situaban los sacerdotes del oráculo y que “ellos” representan una jerarquía que impide el acceso al centro y no la condición propia del espacio, es justamente el absurdo de explicar la historia desde nuestro prisma ya insensible, como si el espacio tuviera que estar siempre al servicio de otra cosa y representar, para que así tenga cabida en el continuo mental y los actos tengan un significado racional mas que viseral. El espacio puede simplemente ser espacio encarnado en lo más real, para justamente ser testimonio de un discontinuo en las redes continuas en la urbe extensa, hoy sumada y propagada, donde sólo levanta hitos de referencia y a veces es interrumpida por una falla natural, capas de darle una singularidad incomparable, que desde la pirámide no ha vuelto a ser hecha como signo divino entre lo humano, donde los templos sólo “representan” un dios, pero que esta en el cielo.

La Grecia Magna y sus representaciones escenográficas, fueron olvidando la noción del vacío de la Grecia Arcaica, también presente en Egipto y pueblos anteriores. Las ciudades se comienzan a crear desde un centro público que organiza la convergencia de la trama. Los vacíos sagrados e inhabitables de la antigüedad se transforman en focos de encuentro, donde surgen las plazas para montar espectáculos y promover la unidad desde este núcleo ordenador. Los templos cerrados que antes estaban en abierta contraposición al asentamiento de la masa, se disponen en torno a estas plazas, jugando un rol de jerarquía participativa de los procesos junto a lo humano.

Al constituirse como parte, sustituye su papel de antítesis a los procesos del pueblo como signo divino contra la naturaleza humana, para pasar a ser un eslabón entre lo divino y humano y referencia alcanzable por el pueblo porque dice comprenderlos. Toma así un papel de hermano mayor, que no siendo ya el patriarca temido e inalcanzable pero benévolo, entra a la esfera íntima del pueblo y lo orientan desde esta posición ficticia, como si también estuviera en el mismo camino pero sólo un poco más adelante. Esto despierta la ilusión de existir una continuidad entre estos dos mundos y nacen los sistemas o escuelas de “iniciación”, que crea una elite de pretensiones ingenuas, que sin encarnar el dolor de su origen, sólo sublima desde la fantasía ya al parecer situada en el cielo luminoso. El átomo encarnado en las viseras, es sustituido por un punto en el cielo, la ilusión búdica “maya”, que debe ser vuelta a la carne. La fenomenología trata este tema, ciencia “dura” hoy a la cabeza sustituyendo las ciencias más especulativas o blandas como la cuántica. El “Ver el fenómeno y estar en las cosas”, es para mí: “La intuición en busca del misterio.” “La ciencia en busca de la religión que espera, cómo en busca de qué.” El pueblo esta convertido en snobs que se escapan del reino, a coronas de una elite que no les pertenece.
(Las “Uptown girls” que ya no van al “Down-Town”.)

La ciudad así, se transforma en una la luz capas de dar continuidad a este vacío que tanto atormentaba. De discontinuidad carente toma forma de continuidad mutante capas de ser nexo entre todas las cosas. Deja de cumplir el rol de signo odiado y amado a la distancia, para transformarse en el lugar común de mayor significado desde donde se sitúa y referencia el colectivo. La escala de la familia, que se consolidaba y protegía del caos externo y se relacionaba desde su núcleo íntimo, ahora se abre a esta nueva escala ideal que todo lo unifica. Las respuestas a las maneras de hacer familia, se dictan desde esta instancia abstracta que ira dando norma y fortaleciendo desde la semejanza y no desde el respeto por las auténticas diferencias, (capaces de inquietar a los más crédulos), que serán excluidas o aceptadas sólo desde este consenso global. La identidad formada desde el núcleo constitutivo que es la familia, se entrega a esta entidad exterior que la hace mirarse desde afuera y encontrarse en arquetipos ya formados y aprobados para constituir parte de la red extensa. En este punto surge la gran paradoja urbana.

Se pierde: “La noción de lo privado en lo publico”, las familias o agrupaciones singulares con “peso urbano”, mas allá de diputados o senadores al parecer trabajando por la misma causa, de hacer Chile un “stand” atractivo al mundo. Un “stand” que a diario se presenta en todas las casas en la tele, en donde por lo contrario: “La noción pública invade lo privado”. T.V´s a los pies de la cama que atontan el sexo, noticias sobre las mismas cosas, “stablishments” minuciosos que norman los detalles más absurdos. Esta ficción griega sigue siendo el hilo conductor del lugar común que es occidente lleno de otras historias. Como dijo sabiamente Juan Borchers: “París es hoy la norma”. Esta ficción objetiva, ficción por ser arbitraria, no puede pretender aniquilar la carencia que añora, existente desde mucho antes y que es la verdadera cara que nos une y nos construye desde un adentro “no-manifestado”.
( El chileno Juan Borchers, uno de los arquitectos teóricos más importantes del mundo contemporáneo, será otro tema a tratar, “Organo plástico y Organo de la Voluntad.”)

“Las nociones de lo privado en lo publico” pueden ser muchas cosas, como por ejemplo las cosas que inquieten e incluso enojen, cosas que no sólo den risa o exciten la fantasía, sino cosas que prueben la susceptibilidad y destruyan nuestra delicada manera de ser, que tanto se resguarda para parecer coherente; cosas que nos hagan reírnos de nuestras propias estupideces en público y saber que existe un amor detrás de eso que nos ampara, cosas que nos inquieten por lo real que simplemente son, cosas que nos hagan cambiarnos para la vereda del frente cuando vamos caminando porque no queremos que nos desenmascare, cosas que a pesar de lo que molesten sepamos que se hacen porque las necesitamos, porque necesitamos asombro, salir a las calles con ciertos temores que nos mantengan en alerta, para sentirnos vivos ante otros, para dar permiso a que nos agarren para el “huevéo· y juntos nos riamos, cómo lo que pasa en las grandes familias ya perdidas en algún rincón lejano de la ciudad, que consolidaban otras cosas mas allá de las empresas y las mostraban sin venderlas. Estos clanes hoy sólo son empresas, porque no mezclan la familia con los negocios, y estúpidamente son más leales a los negocios, más leales a un orden lejano pero eficiente y claro, donde no están los fantasmas que se ríen en nuestras caras por creernos dioses.

Los “Mall” con su seguridad y exceso de acondicionamiento, acogen al hombre pero sin esa “pizca” de picardía que despierte una “alerta”, como es transitar por las calles de una ciudad, lo cual “amansa” y deja “atontado”, para caer en cualquier tentación. El mundo de los “Mall” es la expresión máxima de esta incapacidad de padecer o sentir, la apatía que lleva al ocaso de occidente. La delincuencia es un tipo de miedo que amenaza la ciudad, que es origen de causas que ahora prefiero no abordar. El miedo que planteo tiene que ver con la susceptibilidad humana que se aterra de exponerse a un colectivo, que prefiere impersonal y distante.

Esto quiere decir que las ciudades o agrupaciones en el mundo clásico griego, se forman por el atractivo que significaba la acomodación de un interés individual (tiempo fragmentado) situado sobre este espacio extenso puro y sin miedos, espacio configurado por artificios que lo esconden de la naturaleza humana, en una burbuja abstracta e ilusoria. Este atractivo es evidentemente opuesto a la generación de un espacio en cohesión por el poder de la naturaleza y muy pocos signos de referencia o dirección, que por el contrario llevan al colectivo a un encuentro en el tiempo continuo, unidos por un temor mas que por una ilusión, temor que hace exponerse con más valor ante el colectivo, temor que calma porque al final sabe que no tiene nada que perder, temor que aún se ve por no estar prendado de tantos discursos y formas. Un colectivo unido por un origen mas que una evolución, por un vacío mas que una luz. La luz que esta en los infiernos; la luz que rescata Prometeo, que luego es castigado por los falsos dioses.

Los nuevos cronistas o poetas que no vivieron sumergidos en el mundo de los filósofos que todavía obedecemos tanto, rescataron esos fragmentos sin historia conocida, depositados en lo profundo de cada lugar de pueblos puros y sus gentes. Ruinas anteriores a Grecia o castillos románicos posteriores, en torno a los cuales se hicieron asentamientos discretos, que siempre se mantuvieron al margen de este sortilegio. Desertores perseguidos por monarquías e inquisiciones que mataban por el bien de su ilusión, que ni siquiera daban lugar a que “lo humano” era ser un mal necesario.

Esos edificios que aún viven la añoranza de una Europa perdida, quedan sordos y mudos, pero presentes como el silencio ancestral de la gran pirámide que nunca prometió nada, pero que sin embargo se encuentra erguido y amable entre la gente que aún habita en su proximidad, en lo precario de su modo vernáculo desde donde aún la admiran distantes, sin pretender sus secretos ni sentir apuros por revelar nada; como alguna vez sí lo pretendieron otros, y profanaron su tumba, haciendo cumplir la maldición de la momia, que haciéndonos creer pecado la carencia que anhela otra cosa en lo más hondo de cada corazón humano, nos hicieron olvidar que el único pecado, si es que existe, es pretender construir una ilusión del mundo, un reino de la salvación, que nos lleve al concilio de algún discurso terrestre o celeste, para así con el horizonte inmaculado, navegar en el mar de ilusiones de una pantalla o altar virtual, que impide ver por otras muchas ventanas el verdadero mundo donde pasan las cosas, que al parecer nadie se ha dado cuenta.

La escolástica fue más inflexible que la actitud medieval anterior que dejó al pueblo expresar sus ritos paganos y terrestres. El “ver para creer” de Tomás de Aquino, abierto a las aulas del conocimiento por la gentileza de Carlo Magno, fue tomado por un grupo de arribistas burgueses sin mayor nobleza, que lo vuelven a hacer masivo como en Grecia, pero esta vez bajo un Dios. Este hecho a mi parecer, lleva al proceso sistemático de juicio e intolerancia pública frente al pecado ahora visible y analizable desde el consenso intolerante, que extrapolando: todos los matices condenables de la bajeza humana, con un Dios intocable explicado en las Sagradas Escrituras, generan un discurso absurdo y dogmático, que alucinado con las luces de este nuevo dios revelado con tanta claridad en un cielo redondo, comienza a anhelar esta misma transparencia visible en lo terrestre. Los nobles de la época, portadores de signos mas allá de sus formas visibles, empiezan a iluminar formalmente sus reinos, cayendo en el “glamour” que termina olvidando el auténtico sentido de su poder. El pueblo de fe real, capaz de sentir la lealtad de su nobleza y amar ese poder austero de donde la grandeza emanaba de humores invisibles, (que en verdad creo alguna vez existieron), ahora solo quiere ver grandeza, ver milagros, ver shows y “happy things”. Los reyes cayendo en este juego de musas caprichosas y el aplauso, pasan a ser figurines de una magia sin sustancia, propagandas de fácil digestión, un nuevo sortilegio costoso de símbolos y figuras que evidentemente fue destruido por la ilustración.

Estos señores que heredaron los emblemas de la Grecia Arcaica, y que se propagaron dispersamente por Europa generando tanto asentamiento discreto y ajeno a cualquier proceso civilizador, son los mismos que buscaban secretamente los misterios del “Grial”, el “tercer ojo” o la intuición, capaz de sumergirse en la verdadera problemática o dolor del pueblo, “su pueblo” de escala intima y real, donde la corona frontal solo sirve a la realeza de su reino, sin proyectarse hacia otros imperios, hacia otros soles. Estos señores, también en busca de la amada, que daba la benevolencia que debía tener todo buen tirano según Goethe, fue perdida para siempre(rectificado en la historia por todas las posteriores tiranías). Ella misma lo cuidaba de lo despiadado en las sombras sin calor; la mujer amada y madre, que en la intimidad era la dueña y en familia era la reina, que resguardaba el amparo desde donde se han proyectado todos los grandes hombres, la mujer que se preservaba discreta y atesorada en la distancia. Esa mujer que daba la magia a la casa y la familia, es emancipada de su reino, para entrar destapada a competir con las estupideces de hombres niño, el “business man” que ellas mismas abandonaron; porque ahora quiere ser la emperatriz de ciudades sin hogares de fuego, del imperio sin reinos, la deseada por todos los buitres, olvidando el único reino donde era patrona, donde aún vive presente en las fiestas del rito popular, que atesora el “ethos” tan deseado por los ilustrados modernos, que quieren liquidar definitivamente, la fragilidad donde se encuentra el único poder humano. En el reino de la patrona de Chile.

( La ciencia actual tiene el grial, pero ha perdido a la amada, la religión esta en la amada sin un grial, el mundo esta sonámbulo, sin el grial(frontal) y sin la amada(supra), pretendiendo a Dios y ambicionando el reino. Tema que se tratará.)

El Barroco co, es la viva expresión de esta libertad, sobre la red extensa donde ya no hay discontinuos, una puesta en escena a lo infinito, un mundo de engaño que toca la sensibilidad humana, porque sabe que detrás existe una estructura firme, la de la “res extensa”, un universo que tiene en el infinito su limite y su cadencia. “Sabe, así mismo, que el sujeto, la res cogitans, comprende esa dimensión de lo real, oculta o subyacente tras la maraña sensible. Todo el arte barroco es una prueba epistemológica de gran estilo acerca de la no fiabilidad del sentido de la vista, así como la metamorfosis de todo el mundo sensible.” ( Eugenio Trías.)
Esta dimensión subyacente y oculta tras la maraña sensible que plantea Trías, es una realidad de fantasía, donde existe la dimensión de la posibilidad plástica sin mayores signos de dirección sentidos con la totalidad del acto humano, signos que no significa sean de algún “canon” rígido y dogmático, sino lo que llamo “espacio de cohesión”, que da la noción de “carencia de piel”, del afecto del tacto, mas que abundancia expresiva y visual que termina anulando los demás sentidos. La maraña sensible es un sortilegio que abre la dimensión prohibida de que todo es posible, donde navegan los dioses sin gravedad en un espacio sin tiempo. La austeridad de los signos condensados y precisos, que van en busca de las cosas en lo cotidiano, los ritos de la cocina y la casa sin tecnocracia, son capaces de encarnar los sueños humanos, más allá de las fantasías divinas.

Para mí la fantasía es la libertad divina que haciende a lo más alto, pero que culmina en los “tormentos”, en el destino fatal de ser “ángel caído”, desde donde la condición de lo humano vuelta a asumir, se acerca a la comunión con los sueños en la carne viva, pero ahora, desde la intuición de la mente. El clímax en el cielo, es sólo la mitad del camino, eso lo saben los que no sólo van “hechandole pai lante.” o que creen que con tener “altura de mira” basta.

Versalles es la gran antítesis de la Pirámide. La gran inspiración que termino convenciendo a la Ilustración de que el legado helénico al parecer era cierto. Modelo a la pretensión y “siutiquería”,( a diferencia de Viena que al menos tenía clase.) Este arquetipo absurdo auto proclamado por el rey sol, como la estación satélite de la ciudad luz, hizo depurar definitivamente el modelo de espacio extenso que ahora podía ser entregado a la luz pública por Descartes. La masturbación de conciliar los dos polos dispares sobre una misma extensión, va en busca del romanticismo francés, que “no suelta” la ilusión y comienza a encarnar la apatía para terminara esterilizando la carne y el complejo sensorial humano, en una retórica emocional y martirizada, un círculo viciado que llora pero no siente. Los ingleses a esta polaridad, le dieron utilidad con la mecánica, donde funcionan sin vivir; como los escandinavos, que por su progreso asombroso, olvidaron las voces de sus valientes ancestros.

A pesar de que la Ilustración hizo todo el esfuerzo de promulgar sus minuciosos sistemas de educación, elaborados desde la escolástica de Carlomagno, o tal vez antes, no podía surgir con la fuerza necesaria, por la sencilla razón de que el pasado que evocaban todos esos monumentos desertores que no tenían historia oficial y se encontraban por toda Europa, sí estaban encarnados en los corazones del pueblo, que sin esperar nada de ellos los amaban y cuidaban como un tesoro hecho carne. La educación abstracta así, tenía un contrapeso poderoso. Los intentos arquitectónicos de origen ilustrado, como fueron el neoclásico o neo-palladianismo inglés de re-interpretaciones clásicas y todo un aparataje que se llenaba la boca de “bellas artes con fines de estado”, fueron modelos que costo mucho introducir a la sociedad y tal vez nunca se ha hecho realmente, más allá de un compromiso “formal” con el estado. Era una sociedad que ya tenía historias y que no le interesaba una nueva idea de sí misma.

Un hecho relevante donde el lenguaje que puedan transmitir los edificios queda apocado, es durante la era de la Revolución Industrial, hito histórico que inspiró en el movimiento modernista la adoración por la maquina y la función, lugar preciso y operativo, abiertamente visto desde el prisma de la mecánica que sustituye el cuerpo humano, donde además existió la gran justificación de elaborar una arquitectura económica y rápida para los nuevos tiempos, que tenían que acoger a las masas que llegaban a trabajar en las industrias para estar cerca de las urbes y su “glamour”.

Esto potencia el comercio y la fábrica textil que ya se estaba conformando en un cordón, desde el sur de Inglaterra hasta el norte de Italia. La necesidad de adecuarse y acomodarse en un “lugar” sobre este espacio extenso que eran las ciudades sobre esta red, lleva a la masa humana a crear un nuevo imperativo de la existencia, que se resume en lo siguiente: “Es necesario conquistar un sitial en la arena de los gladiadores” y nace así el arquetipo del hombre moderno: “gladiador obrero con proyección de primogénito ilustrado”, nace el nuevo “Paradigma Burgués”, donde al padre mas que importarle lo que significa la familia, le importa su auto-realización y prolongarla en el tiempo junto a su nombre.

La inconsistencia evidente del modelo modernista que a pesar de haber errado en la conformación de un purismo sin sensibilidad destruyendo cualquier posibilidad de expresión simbólica ya gastada y vacía del neoclásico (virtuosismo recatado barroco), era el único parámetro de cierta cohesión básica (para al menos acordar con respecto a algo) que iba quedando sobre este espacio extenso y homogéneo, porque cuando este modelo caducó, se inició el desenfreno en el mundo pos moderno de los “gestos” sin cuerpo, en donde esa semilla de carencia, que frenaba desde una noción moral arraigada en lo más visceral, el significado de la hermenéutica o los románticos alemanes que buscaban en las raíces de sus culturas, ya no tenía lugar en el mundo de Derrida y sus Desconstructivistas. Nos hemos transformado todos en divinos seres, el deseo oculto de la mitología griega, que siempre creyó que se podía luchar con los dioses, pero sólo desde la fantasía de esta “res extensa”, el cielo virtual, la “vía láctea”, que sólo recién se empieza a hacer tormenta. Vivimos por compromiso, por no perder el sitial en el salón de los espejos, donde la “gracia” es de plástico y no una transfiguración de la carne.

Las verdaderas luchas están en otra parte, mas adentro; porque donde existen las luchas por posición, éxito, erudición o espiritualidad, con el simple pretexto de hacernos un lugar en el mundo y parecer alguien frente a los demás para solo así ser reconocidos o aceptados desde afuera, es sólo la ilusión de una carencia interna, que depende ser sanada en la soledad de cada uno, junto a lo más suyo y los suyos. Porque aunque esta ilusión puede servir de algo, como a darnos cuenta que es una pura ilusión; el mundo no puede quedar abandonado de estos monumentos, que alguna vez se hicieron en el pasado. Monumentos que nos pueden ayudar a iniciar la vuelta antes, para que la caída inevitable, no sea tan dolorosa.

Le costo mucho a los movimientos arquitectónicos de la ilustración, anteriores al modernismo, ejercer influencia sobre las mentes del europeo, por todas estos “bastardos” construidos por todo el continente alguna vez y que la gente adoraba tanto. La señal clara de eso, es la fácil aceptación que tuvieron en el nuevo continente. Es sabida la influencia que tuvo en la emancipación de las colonias hispánicas, donde Francia con su neoclásico y posterior art nouveau, le ganó la guerra a la Corona Española sin armas. El imperialismo estadounidense comienza con la importación de los pensamientos de la ilustración, que tanta influencia tuvo en la constitución de Tomas Jefferson, que además importó el palladianismo inglés, donde junto a los estilos victorianos, crearon ciudades “limpias” de la suciedad europea. Al fin se liberan del pasado. “Estado” en U.S.A es asumido como algo más que un formalismo cívico, el estadounidense es leal a su nación, más que a su familia. Cree en sus ciudades y el progreso, porque eso es lo que su arquitectura habla, por eso ellos avanzan; como los latinoamericanos nos seguimos masturbando, con discursos seudo-franceses del neoclásico.

El nuevo mundo representa entonces, la posibilidad de poder escapar de la amenaza fantasma, de las voces del viejo continente que en él más absoluto silencio, perturban las ideas ligeras de hombres torpes que sólo hablan de la libertad y el progreso como camino de realización y aceptación del Padre Celestial. Calvino termina con el libre albedrío, para abocar o desbocar el mundo desarrollado hacia el trabajo, libre albedrío que los católicos han manoseado tanto pero con la cual lo han pasado tan bien.

Para los Puritanos lo importante es ser eficiente en trabajo y tener reconocimiento o posición para no perder ninguna oportunidad u oferta que pueda aparecer en el mundo tan global. Para los católicos renovados es bastante lógico lo que dicen los puritanos con lo cual les siguen el juego sin creerlo tanto porque tienen un dios en el cielo del cual hay que preocuparse... pero en realidad tampoco tanto. Los puritanos avanzan, no sé hacia donde, pero avanzan. Los católicos están allí, mirando a los puritanos, sacando la vuelta y de repente rezando. Los puritanos son del negocio. Los católicos se inclinan también por el ocio. Si vemos todo lo que se ha dicho hasta ahora, diría que los puritanos se la compraron entera y los católicos algo hechan de menos, que no creo sea un lugar en el cielo. Pero si seguimos a medias tintas, nos van a comer. Hay que subirse al tren, o plantearnos como país hacia algo totalmente distinto, que no parecería tanto pero si lo sería.
La ciudad es un producto perfecto capas de responder a la ambición individual de éxito o a las fantasías colectivas, todas pretensiones que existen en la cabeza a priori y que solo van a ser completadas o depuradas en la urbe de las posibilidades. ¿Que fascinación lleva a millones de personas a emigrar a las ciudades en busca de un sueño americano? ¿Una plataforma al mundo? ¿Son la macro empresa o las multinacionales, que a diferencia de Europa que defiende al micro empresario, el motivo del auge de las ciudades norteamericanas o se trata de otra cosa? ¿Será EE.UU. tanto un país capitalista como también un heredero leal a la ilustración y todo su socialismo? Las miles de formas de manifestación que se están dando en el mundo pueden ser vistas como una señal positiva, o una simple masturbación esquizofrénica. Cuando me siento valiente me inclino por la segunda, aunque paso la mayoría del tiempo en la creencia de la primera.

1 Comment:

Anónimo dijo...

No me he enterado de casi nada, voy a tener que releer otra vez.

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